Metropoli
La llegada del verano a Barcelona no supone únicamente el incremento de turistas y un calor infernal para los vecinos del Raval. Cada vez que llegan las altas temperaturas, los usuarios del Centre d’Atenció Sociosanitaria (CAS) Baluard consumen en las calles.
“Siempre que llega el verano se vuelven a pinchar los usuarios de la narcosala fuera, justo al lado del CAP Drassanes, donde hay pediatría”, han denunciado los residentes del barrio.
Los últimos datos policiales muestran que los delitos en el distrito de Ciutat Vella cayeron casi un 15% los primeros cuatro meses del año en comparación al año anterior.
No obstante, varios vecinos han expresado a este digital que no han notado ningún cambio ni creen que el barrio haya mejorado.
Inseguridad
“No paramos de ver cosas”, han aseverado los residentes, muchas de ellas relacionadas con las situaciones de drogodependencia existentes en la zona próxima a la avenida Drassanes, donde se ubica el CAS Baluard.
Este centro, que se creó, precisamente, para poder reducir el consumo en el espacio público y poder realizar intervenciones sanitarias, se ha convertido en un dolor de cabeza para los residentes.
CAS Baluard de Drassanes Barcelona
Suciedad y jeringuillas al lado de zonas infantiles
El CAS está situado justo en frente de la Escuela Oficial de Idiomas y al lado del CAP de pediatría de la zona. Las calles que rodean el equipamiento municipal son muy frecuentadas por niños e incluso hay varias guarderías.
“El otro día llamamos a emergencias porque había dos jeringuillas en la calle Om justo delante de la guardería de niños”, ha explicado una vecina del barrio a este digital.
Jeringuillas encontradas en una guardería de la calle Om
No son solo jeringuillas. Los vecinos también han denunciado la incesante cantidad de basura, suciedad, bichos, ratas y hasta sangre que aparece cada mañana en las calles que rodean el CAS.
“No sé por qué se paga una sala de venopunción si estas personas se pinchan fuera”, ha criticado la residente.
Suciedad en las calles de alrededor del CAS Baluard de Drassanes Barcelona
Incremento de recursos municipales
Fuentes del consistorio han indicado a Metrópoli que en los últimos años se ha ampliado el equipo que actúa en la zona con turnos de mañana, tarde y noche los siete días de la semana. “Se hace seguimiento continuado”, han asegurado.
Un total de 31 agentes de salud (tanto educadores como integradores sociales) realizan intervenciones en el espacio público con las personas drogodependientes para poder vincularlas a los servicios de atención sanitaria y social.
Los trabajadores municipales, en coordinación con la Agencia de Salud Pública de Barcelona (ASPB), también colaboran con la red de agentes comunitarios, como los equipos de sinhogarismo y limpieza.
Suciedad en las inmediaciones del CAS Baluard de Drassanes
Asimismo, desde el Ayuntamiento han señalado que también están en contacto con el vecindario y los comercios del barrio para detectar preocupaciones vinculadas al consumo de drogas y escuchar sus propuestas para mejorar la convivencia.
Un problema enquistado hace años
Los problemas de incivismo, inseguridad y suciedad que genera el CAS Baluard en la zona no son nuevos. El vecindario está harto de denunciar semana tras semana los incidentes al por redes sociales, a los políticos y de esperar la ayuda del 112.
“Este verano será chungo para los niños del barrio”, ha lamentado una vecina.
Argumenta que, pese a los constantes avisos, las personas vuelven a aparecer en el mismo punto al cabo del rato. “Es un sitio de paso de policías, pero no hacen nada”, ha explicado.
Una persona drogodependiente frente al CAS Baluard de Drassanes Barcelona
Falta de patrullaje
Si bien la Guardia Urbana tiene un punto estático de vigilancia en las inmediaciones del centro, los vecinos han visto cómo apenas se mueven de la puerta y no patrullan las calles de los alrededores.
Los puntos calientes son conocidos por los residentes y abarcan sobre toda la manzana del CAP. “Aunque les digan algo, al cabo del rato vuelven a pincharse en el mismo rincón maldito, detrás del CAP, donde pasan los críos…”, han expresado.
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