martes, 22 de julio de 2025

Salud extrema el control para mantener a raya la legionela en la Región de Murcia

 

Las altas temperaturas propias del verano son el caldo de cultivo perfecto para que la bacteria de la legionela comience a florecer y expandirse, de ahí que desde la Dirección General de Salud Pública de la Consejería de Salud murciana incrementen en estas fechas los controles e inspecciones a torres de refrigeración y condensadores, instalaciones en las que se suelen dar prácticamente la mitad de los casos detectados de esta bacteria, causante de la enfermedad conocida como legionelosis.

«Las muestras se toman durante todo el año, pero es cierto que en estos meses hay un refuerzo del control por parte de Sanidad Ambiental, ya que la mayor parte de los contagios se dan entre el verano y los primeros meses del otoño», según explica a La Opinión la jefa del servicio de Epidemiología de la Consejería de Salud, María Dolores Chirlaque.

La especialista es precisamente quien firma junto a otros profesionales el informe Vigilancia epidemiológica de la legionelosis, años 2022, 2023 y 2024, que acaba de publicar la Consejería de Salud y en el que se hace un análisis de la incidencia de esta enfermedad y los controles realizados para atajarla en la Región en los últimos años.

La comunidad cuenta con un plan bianual de prevención y control de la legionelosis, en el que se establecen las medidas para mitigar el riesgo de exposición.

El último se realizó en 2024 y en él se actualizaron las instalaciones a vigilar, con un registro total de 300 torres de refrigeración y 321 condensadores, muchos de los cuales están instalados en empresas de alimentación y manipulación, ayuntamientos, empresas de cauchos o centros comerciales, entre otros lugares. En el documento se detallaba que durante el pasado año se tomarían muestras en la mitad de las torres de refrigeración y condensadores de la Región, mientras que las más de 300 instalaciones restantes están siendo inspeccionadas durante este año 2025.

La legionelosis es una enfermedad infecciosa causada por bacterias del género legionela que se suele presentar de dos formas: la enfermedad del legionario, que es la forma grave, caracterizada por neumonía y tos, y la fiebre de Pontiac, que es una forma no neumónica y leve.

La legionela llega al ser humano a través de aerosoles de agua contaminada, siendo los depósitos artificiales como son las torres de refrigeración, una de las principales fuentes de transmisión.

Chirlaque apunta que existe un patrón estacional, ya que la presencia de la bacteria en el agua está relacionada con la temperatura de la misma, principalmente cuando se encuentra entre los 25ºC y los 45ºC.

Además, recuerda que en el año 2001 la Región vivió uno de los mayores brotes de legionelosis de la historia de España y el mundo, con más de 800 casos y una letalidad muy baja. «Fue como consecuencia de ese brote cuando se introdujo la legionelosis entre las enfermedades de declaración obligatoria (EDO) con un protocolo de notificación urgente, lo que nos ha permitido intervenir de forma muy rápida cuando aparece algún caso para frenar su propagación», afirma la jefa de Epidemiología.

Este trabajo lleva a que la comunidad se encuentre en un estado avanzado de planificación y control, ya que el Plan de Control Oficial establece medidas preventivas y de control para minimizar el riesgo de exposición a aerosoles contaminados.

Las actuaciones de Sanidad Ambiental incluyen inspecciones sanitarias, revisión de planes de control y toma de muestras de agua en instalaciones susceptibles, como torres de refrigeración, centros sanitarios, sociales, turísticos, piscinas, balnearios, fuentes ornamentales y dispositivos de enfriamiento evaporativo.

María Dolores Chirlaque señala que la transmisión de la enfermedad se produce a través de agua pulverizada contaminada, lo que hace que la exposición de las personas afectadas sea involuntaria y tenga un mayor peso la importancia del control ambiental.

411 muestras el pasado año

El estudio publicado por Salud recoge que durante el pasado año 2024 se tomaron 411 muestras para el esclarecimiento de casos o brotes de legionela, de las que 102 tuvieron un resultado positivo, lo que representa el 24,8% del total. Esta cifra es similar a la del año 2022, cuando se realizaron un total de 484 análisis, aislándose legionela en 97 muestras (20,0%), pero inferior a la contabilizada en el año 2023, cuando se llegó hasta las 702 muestras, con 104 aislamientos (14,8%).

En sus conclusiones destaca que en 2024 la incidencia de la legionelosis ha disminuido un 24% respecto al año anterior, situación que los especialistas no relacionan con ningún motivo concreto.

Con estos datos, la jefa del Servicio de Epidemiología sostiene que en los últimos años la incidencia acumulada de la legionelosis está aumentando en España y en la Región de Murcia, aunque a nivel autonómico este incremento es destacable a partir de 2019, que fue el año en el que se introdujo el Sistema de Información Microbiológica de la Región de Murcia, que ha mejorado la vigilancia de esta enfermedad de declaración obligatoria en nuestra comunidad.

Cuando se detecta un caso o brote de legionelosis, desde Salud Pública se realiza una investigación exhaustiva que abarca la georreferenciación de los lugares frecuentados por el afectadoencuestas ambientales, inspecciones específicas y muestreo de instalaciones potencialmente implicadas, con el fin de identificar y controlar las fuentes de infección, priorizándose esta actividad sobre el resto para intentar poner freno a la expansión de la bacteria.

La doctora Chirlaque informa de que los datos que manejan desde Epidemiología muestran que cada año se pueden dar entre 60 y 80 casos de legionelosis en la Región de Murcia, la mayoría de los cuales se concentran en estos meses de verano.

El estudio Vigilancia epidemiológica de la legionelosis, años 2022, 2023 y 2024 publicado por la Consejería de Salud detalla que en los últimos tres años se han notificado en la Región de Murcia 63, 82 y 63 casos de legionelosis en 2024, 2023 y 2022, respectivamente, con una incidencia acumulada de casos declarados de 4,1, 5,4 y 4,1 casos por 100.000 habitantes.

A nivel nacional la incidencia de legionelosis en 2023 y 2022 era 4,7 y 4,1 casos por 100.000 habitantes, respectivamente, mientras que todavía no está publicada la información relativa a 2024.

Respecto al mapa sanitario de la Región de Murcia,en 2024 el área de salud con una incidencia acumulada de legionelosis más elevada fue la IV-Noroeste (con 8,6 casos por 100.000 habitantes) y en 2023 la incidencia máxima se registró en el área III-Lorca (10,4).

La jefa del Servicio de Epidemiología de la Consejería de Salud, María Dolores Chirlaque, explica a La Opinión que esta enfermedad es más frecuente en hombres y se da más en los casos de hombres fumadores, grupo de población que llega a acumular el 45% de los casos notificados en los últimos años. Esto se produce, según dice, porque «los fumadores tienen el pulmón más dañado por el tabaco, con pequeñas lesiones que hacen más fácil que la bacteria lo invada».

También se dan más casos entre personas diabéticas y en aquellas con enfermedades respiratorias.

En cuanto al tratamiento y atención, el 88,9% de los casos declarados en 2024 requirieron ingreso hospitalario, menos que en los dos años previos (96,3% en 2023 y 93,8% en 2022), registrándose el pasado año un total de cinco fallecimientos en la Región por este motivo. Todos ellos eran personas mayores de 55 años, con una edad media de 86 años.

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