ecoticias.

Créditos: Centro de Vuelo Espacial Goddard de la NASA
Como se han descubierto muchas de las reservas de petróleo y gas en el Territorio Antártico Británico, Rusia también ha descubierto grandes reservas, lo que hace temer que comience la perforación. Estas reservas pueden contener 511 mil millones de barriles de petróleo, diez veces lo que el Mar del Norte ha producido en los últimos 50 años. Los hallazgos presentados al Comité de Auditoría Ambiental de los Comunes Británicos están causando preguntas sobre la verdadera intención de los buques de investigación rusos. Aunque el Tratado Antártico de 1959 prohíbe la extracción de petróleo, los expertos creen que los estudios sísmicos de Rusia son un precursor de la perforación planificada, a pesar de las negaciones de que esté realizando investigaciones científicas.
Ambiciones polares: ¿Es investigación científica o una caza de petróleo?
La empresa rusa de exploración geológica Rosgeo ha enviado un barco llamado Alexander Karpinsky para realizar estudios sísmicos en la zona. Moscú sostiene que las actividades son puramente científicas, sin embargo, los analistas geopolíticos creen que tales esfuerzos son precursores de la explotación de hidrocarburos.
"Esto socava lo que ha sido la ortodoxia en términos de cooperación global en esta región", dijo el profesor Klaus Dodds, experto en geopolítica de la Universidad Royal Holloway, insistiendo en que las acciones de Rusia son un verdadero desafío a las normas sobre investigación sísmica, pero también muestran su agenda a largo plazo para explotar los recursos sin explotar de la Antártida.
Con la demanda de combustibles fósiles en aumento en todo el mundo y las sanciones que obstaculizan la economía rusa, una oportunidad lucrativa podría descansar justo debajo del hielo polar para el Kremlin, si se pudiera establecer una perforación petrolera exitosa en la Antártida.
El duro clima de la Antártida ha actuado históricamente como una barrera natural para la extracción de recursos. Pero el cambio climático está adelgazando rápidamente el hielo, lo que hace que los lugares a los que antes era difícil llegar ahora sean más fáciles. Este cambio ha despertado un mayor interés de varios países, no solo de Rusia, en los ricos recursos minerales sin explotar de la Antártida.
Congelación geopolítica: los países luchan por el futuro de la Antártida
El Sistema del Tratado Antártico ha sido anunciado durante mucho tiempo como un modelo de cooperación internacional. Ha mantenido con éxito a todo el continente como una zona de paz y ciencia. Dicho esto, las recientes tensiones geopolíticas parecen mostrar que este acuerdo podría enfrentar obstáculos considerables en el futuro.
Los países con reclamos de larga data sobre partes de la Antártida, como Argentina y Chile, han reaccionado con indignación a los esfuerzos de exploración de Rusia. Chile, por ejemplo, ya había tomado medidas de precaución: poner en alerta a sus fuerzas de defensa y convocar reuniones de seguridad en su base antártica para reiterar sus reclamos territoriales.
Y a pesar de la redacción audaz, algunos temen que la creciente competencia por los recursos pueda hacer que el tratado sea ineficaz, lo que resultaría en que los logros de conservación se vieran eclipsados por un futuro de intereses económicos y políticos. El derretimiento de la capa de hielo de la Antártida, un subproducto del cambio climático global, plantea otra paradoja.
Aunque hará que las reservas de petróleo sean más accesibles (así como así Aceite del 21c siglo), el cambio también amenaza con acelerar la devastación ambiental y alterar los patrones climáticos globales. Los científicos advierten que incluso una modesta pérdida de hielo de la capa de hielo de la Antártida Oriental podría cambiar universalmente la precipitación causando inestabilidad climática.
El cambio de política de Washington: el refuerzo del compromiso con la cooperación antártica
La Antártida ha sido durante mucho tiempo una región definida por la cooperación científica, pero ahora, el acuerdo de gobierno existente está siendo desafiado por el clima geopolítico actual. El Tratado Antártico no es un tratado de las Naciones Unidas y, debido a esto, algunos han especulado que el tratado debería incluirse en una estructura multilateral general para proporcionar una aplicación más efectiva.
El compromiso diplomático de este tipo no carece de precedentes. Originalmente una estación de investigación británica, la base Vernadsky fue transferida a Ucrania en 1996 y sirve como un ejemplo de cómo la diplomacia científica antártica puede trascender los conflictos.
Lleva el nombre del científico ruso ucraniano Vladimir Vernadsky, lo que destaca cómo la cooperación en ciencia puede superar las enemistades geopolíticas. A medida que se calientan los conflictos sobre tales reclamos, este modelo de colaboración podría ser fundamental para evitar que las disputas se desborden.
Las recientes declaraciones de política de Estados Unidos han reconocido la importancia estratégica de la Antártida. El compromiso de Washington de defender la acción cooperativa transnacional a través del Sistema del Tratado Antártico se reiteró en un Memorando de Seguridad Nacional emitido en mayo. Sin embargo, si las potencias mundiales priorizan el compromiso multilateral, pueden mantener la Antártida como un santuario para la ciencia en lugar de un campo de batalla para la explotación de recursos.
El tratado está amenazado por el descubrimiento de petróleo antártico por parte de Rusia (como el descubrimiento de una mina de petróleo que está conmocionando al mundo). Moscú insiste en que tiene motivos científicos, pero los científicos se preocupan por una carrera por los recursos. A medida que el cambio climático amenaza con remodelar nuestro planeta, el mundo debe decidir si duplicar la conservación o resquebrajarse bajo las presiones económicas.
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