Los meteorólogos ponen fecha a la llegada de La Niña: alerta por las consecuencias para España de este fenómeno extremo
El Centro de Predicción Climática de EEUU estima en más de un 70% las probabilidades de que la anomalía fría se prolongue hasta diciembre. Más información: El calor causó la muerte de al menos 3.649 españoles durante el verano, según el Carlos III: la segunda mayor cifra tras 2022
Temperaturas
El fenómeno de 'La Niña', el enfriamiento anómalo de las aguas del Pacífico Ecuatorial, está en marcha un año más, advierten los meteorólogos. Este evento natural pero con un alto grado de aleatoriedad de año a año tiene consecuencias más acentuadas en los continentes bañados por ese océano, pero sus efectos se harán notar también en el tiempo de este otoño en España.
La Niña es en realidad la fase fría del ENSO (las siglas de 'Niño-Oscilación del Sur' en inglés), que tiene en 'El Niño' su opuesto cálido. Cuando no hay anomalías ni de calor ni de frío, se considera que hay una fase neutra. Esta ha sido la situación según el Centro de Predicción Climática de EEUU hasta agosto. Ahora, hay un 71% de probabilidades de que 'La Niña' se presente entre octubre y diciembre.
"Es probable una transición de ENSO-neutral a La Niña en los próximos meses, con una probabilidad de 71% de condiciones de La Niña durante octubre - diciembre 2025. Posteriormente la probabilidad disminuye al 54% para el período de diciembre de 2025 a febrero de 2026", informa la predicción del centro, elaborada en colaboración con la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA, por sus siglas en inglés).
"Todos los modelos disponibles del Conjunto Multi-Modelo de Norteamérica favorecen el comienzo y persistencia de condiciones de La Niña durante el invierno", apunta Francisco Martín León, de Meteored. "Basado en estas guías y en las tendencias observadas recientemente en la superficie y subsuperficie del Pacífico ecuatorial, el equipo de pronóstico también favorece el desarrollo de La Niña".
¿Qué consecuencias tiene?
"La Niña es un fenómeno climático que ocurre cuando las aguas del océano Pacífico tropical se enfrían más de lo normal durante varios meses seguidos", aclara Mario Picazo, meteorólogo de ElTiempo.es. "Ese enfriamiento cambia los vientos y las lluvias en distintas partes del mundo, provocando que en unas zonas haya más tormentas e inundaciones y en otras sequías y calor más intenso".
Los efectos de la anomalía fría en España no son "tan fuertes ni regulares como en otras regiones", aclara Picazo, "pero la teleconexión existe a través de cambios en la corriente en chorro ( o chorro polar) y en la Oscilación del Atlántico Norte (NAO)".
Así, el impacto más visible en Europa será durante el invierno boreal 2025–2026. El Centro Europeo de Predicciones Meteorológicas a Medio Plazo (ECMWF) prevé temperaturas más frías de lo normal en el norte, centro y oeste de Europa particularmente en enero de 2026, cuando los bloqueos anticiclónicos permitirán la entrada de flujos más fríos desde el noreste.
En cuanto a precipitaciones, el modelo señala una mayor probabilidad de lluvias y nieve en el noroeste(Reino Unido, Escandinavia) y en el sur del continente. Mientras tanto, en la mayor parte del territorio europeo las precipitaciones se mantendrían en valores normales o incluso algo por debajo.
Con respecto a la nieve, "la señal es de menos nevadas que lo habitual en gran parte del continente, salvo en Escandinavia y algunas zonas del Reino Unido donde podría nevar más de lo normal".
¿Qué podemos esperar en España?
Picazo admite que los efectos son "inciertos" en la península Ibérica, pero la presentación de La Niña se ha relacionado con una mayor probabilidad de inviernos fríos, "sobre todo si la NAO entra en fase negativa, lo que favorece la llegada de aire polar continental". Esto se puede asociar a episodios de olas de frío más marcados, "aunque no todos los años de La Niña los presentan", matiza.
En cuanto a las precipitaciones, algunos estudios muestran que La Niña puede estar ligada a "menos lluvias en el oeste y sur de la península", por "algo más de precipitación en el norte", pero el meteorólogo insiste en que no es un patrón constante.
"En el Mediterráneo y especialmente en el sureste, los inviernos de La Niña pueden resultar más secos, ya que la corriente en chorro se mantiene más al norte y las borrascas entran con menor frecuencia", concluye.
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