¿Qué ha llevado a un brasileño y a una portuguesa a abrir una tienda de raciones de crema quemada para llevar en pleno a Born? La Sofía Fortuna y el Mario Quintero hace años que viven y trabajan vinculados al mundo de la hostelería en Barcelona. Desde que llegaron aseguran que se sintieron "cautivados por la ciudad, la cultura y la gastronomía catalana". Si a esto le sumamos que la bisabuela y el abuelo de Mario eran barceloneses, ya podemos cerrar el círculo y entender que ahora quieran "rendir homenaje a la bisabuela y a la cultura culinaria catalana".

El resultado es Sucre Cremat, una pequeña tienda junto a Santa María del Mar, en la calle de los Cambios Viejos, 2, donde cocinan raciones para llevar de crema. Por 5 € la terrina, con azúcar quemado al momento, "queremos transmitir y explicar la pasión por la cocina catalana y nada mejor que estos postres tan icónicos".

Ingredientes de proximidad

"De la misma manera que cuando vamos a Lisboa queremos comprar un pastel de Belém, nos gustaría que todo el mundo que venga a Barcelona no se marche sin catar una crema". Todos los ingredientes que utilizan son de proximidad y los complementos que encontramos en la tienda también: "Tenemos carquinyolis de la casa El Cobo de Tarragona, café de Cafés la Finca y cerámicas de Regàs", explica la Sofía.