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Situada cerca del casco urbano de la localidad de Torla-Ordesa, esta maravillosa poza es una de las más extraordinarias tanto de Aragón como de toda la Península Ibérica, ya que sus aguas cristalinas fluyen entre grandes paredes rocosas, creando todo un edén ideal para explorar en verano. Además, se ubica en una de las puertas septentrionales de entrada al parque natural más populares, por lo que es ideal para hacer una excursión estival si se está en la zona.
La idílica Poza del Molino en el Valle de Ordesa

A una distancia muy pequeña del casco urbano de Torla-Ordesa se encuentra este paraíso escondido entre las imponentes cumbres pirenaicas, en el que el río Ara crea una piscina natural fascinante rodeada de grandes rocas y altos árboles, lo que hace parecer a este enclave un escenario de película. Las cristalinas (y gélidas) aguas del riachuelo suelen bajar con mucha fuerza en la zona, pero en este punto se detienen para conformar una poza de ensueño.
Esta piscina es perfecta para refrescarse en los meses más calurosos del verano, y todo circundando de un entorno espléndido. Eso sí, el lugar en el que está ubicada entraña ciertos peligros, como las rocas que hay tanto a ambas orillas como en medio del cauce del río, por lo que es importante tener precaución cuando se vaya a zambullirse y así poder disfrutar al máximo.

La Poza del Molino se encuentra a unos dos kilómetros de la localidad de Torla-Ordesa, por lo que apenas se tarda media hora en llegar a ella a través de una ruta que discurre por caminos rodeados de árboles, siempre con el sonido del agua como acompañante durante todo el trayecto. Descubrirla en un día caluroso de verano es una de las mejores alternativas que hay en Aragón para combatir el calor y además pasar una jornada increíble en la naturaleza más extraordinaria.
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