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Juego de tronos es sin duda una de las series más importantes de toda la historia, pero además de la trepidante trama de tejemanejes políticos y bélicos de Poniente, la adaptación de la saga Canción de Hielo y Fuego de George R.R. Martin también cautivó al público por los paisajes en los que se grabó. Algunas de esas localizaciones están en España, pero otras se ubican en lugares remotos, como por ejemplo Islandia.
En la 'Isla de Hielo' se encuentran algunos de los parajes más impactantes del planeta, y por ello han sido muchas las producciones que se han fijado en el país insular para grabar varias escenas. En el caso de la serie de HBO, el equipo se dirigió al sur de Islandia para rodar en la majestuosa playa Reynisfjara, un enclave único que maravilla a todos los que lo descubren, pero que también está considerado el arenal más peligroso del mundo.
La playa Reynisfjara, la más increíble de Islandia

La playa Reynisfjara se ubica en la costa meridional islandesa, y además de ser uno de los mejores ejemplos de arenales negros, lo que confiere al enclave un aspecto salvaje, cuenta con peculiares formaciones rocosas (de hecho se la conoce como 'la playa de los trolls') que añaden todavía más magia a este enclave de película ubicado junto al pequeño y pintoresco pueblo de Vík í Mýrdal.
Los pilares de basalto que se encuentran en la parte más oriental de la playa ya dan una idea a los curiosos de la belleza del lugar, aunque cuando se quedan perplejos es al acercarse al promontorio Dyrhólaey y su arco natural, así como al contemplar las alucinantes columnas basálticas Reynisdrangar, que se erigen imponente sobre las gélidas aguas del Atlántico Norte.

El motivo de que se le llame 'la playa de los trolls' a este enclave situado a dos horas y media de Reikiavik es que, según las leyendas populares locales, las formaciones rocosas no son de basalto, sino que son trolls que se dedicaban a arrastrar barcos hasta la orillas del arenal y que, un día, al salir demasiado tarde, ya con el amanecer, fueron convertidos en piedra debido a los rayos de sol.
Eso sí, aunque la belleza del lugar sea innegable, también lo son los peligros que entraña. En la playa Reynisfjara está prohibido bañarse debido a las fuertes corrientes que afectan a las frías aguas que la bañan, y además se pueden producir repentinas olas de gran potencia y altura que podrían derivar en una desgracia. Por ello, se recomienda quedarse a cierta distancia del agua, y siempre con la vista puesta en el océano.
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