jueves, 27 de noviembre de 2025

Canal Curiosidades : Así es la megaconstrucción submarina más grande del planeta

 

Bajo ese peculiar nombre, nos topamos con una infraestructura que es toda una declaración de intenciones. Noruega lleva una década preparando el que será el túnel submarino más grande del mundo, en una obra de 27 kilómetros de longitud que aspira a eliminar los ferris entre las ciudades de Kristiansand y Trondheim.

De sobra es conocida la geografía del país nórdico, repleta de fiordos, islas y un clima casi extremo. Gracias a la ingeniería, la idea de unir ciudades mediante una autopista que se desliza bajo el mar ha dejado de sonar a ciencia ficción. Hoy, con las obras ya en su recta final, esta megaconstrucción parece formar parte de la movilidad del futuro de Noruega.

Un túnel que desafía a la ingeniería

El objetivo principal tras la creación de E39 Rogfast es unir trabajo y zonas residenciales que, en estos momentos, dependen de las travesías marítimas. Se pretende conectar Nord-Jæren y Haugalandet, dos regiones de la costa suroeste del país muy cercanas, pero que están separadas por fiordos e islas.

Eliminar el factor ferri implica, por tanto, reducir el tiempo de los trayectos, crear un sistema de transporte diario más fluido y ofrecer una alternativa de paso más fiable, teniendo en cuenta la meteorología del Atlántico Norte. Sin embargo, esa misión ha requerido de una megaconstrucción que ha tenido que desafiar a todas las edificaciones de obra civil que puedas imaginar.

El reto es tan mayúsculo, que incluye un hito mundial: la creación de un cruce subterráneo, a más de 200 metros bajo el nivel del mar, con una rotonda excavada en la roca y que ofrece acceso a la isla de Kvitsøy. La complicación de este elemento radica en que a esa profundidad es complicado mantener la estabilidad de las estructuras, una correcta ventilación y ofrecer un entorno seguro.

Hablando de ventilación, ese es otro de los retos que se han tenido que superar. Las normas actuales están pensadas para túneles mucho más cortos, de unos 10 kilómetros de longitud, y el  E39 Rogfast es tres veces más largo. Por ello, necesita un sistema de ventilación más potente y un rediseño de los sistemas de evacuación de humos, en caso de incendio o accidente, y del control de la temperatura.

Este proyecto cuenta con sus propias normas, que han servido para diseñar los accesos y para adaptarse al delicado paisaje costero de la isla de Kvitsøy. Y dado que estamos ante un túnel de 27 kilómetros, que podría tardar en cruzarse entre 16 y 27 minutos, se ha pensado también en eliminar cualquier atisbo de monotonía a través de un proyecto artístico en el interior, que permitirá que los viajes sean más agradables para los conductores.

Esto no solo es cuestión de no aburrirse, sino que tiene como objetivo evitar la desorientación, reducir la percepción del tiempo e introducir referencias visuales reconocibles. En definitiva, hacer que ese paso bajo el mar sea más humano y menos claustrofóbico.

Este túnel también incluirá una iluminación dinámica que varía colores, intensidades y patrones, con el fin de adaptarse a las circunstancias del tráfico y a las necesidades de seguridad. Hablamos de un proyecto que ha mezclado una obra tradicional con herramientas digitales, como modelos 3D y procesos BIM, una especie de maquetas inteligentes tridimensionales que se actualizan en tiempo real.

Noruega ha querido que E39 Rogfast aspire a ser su primer proyecto vial climático positivo, dado que se espera que una construcción tan colosal sea capaz de reducir su huella ambiental, pueda ahorrar energía y devuelva parte de lo que toma al territorio.

Bajo la etiqueta Rogast Pluss, además, se están estudiando medidas para reducir emisiones, reutilizar materiales, aprovechar energías renovables y mejorar el entorno natural. Por cierto, el proceso creativo ha sido tan diferente al habitual, que se describe como "voltear cada piedra" para encontrar las mejores ideas.

Se sabe que la obra solo puede avanzar si se excava también desde la isla de Kvitsøy y que el proyecto necesitará de casi una década para acabar, tomando como referencia el inicio del contrato en 2021. Gran parte de la roca extraída se depositará en zonas marinas cerca de las localidades de Harestad, Kvitsøy y Bokn, algo habitual en las construcciones noruegas.

Los increíbles récords de E39 Rogfast

Con una fecha aproximada de finalización para el año 2032, este proyecto pone sobre la mesa algunas cifras increíbles. Por ejemplo, según la información publicada en la página web de Norconsult, sabemos que serán 27 kilómetros de túnel, que circularán por el unos 13.000 vehículos cada día y que se construirán casi 60 kilómetros de galerías y áreas técnicas. Además, en la isla de Kvitsøy se construirán dos torres de ventilación conectadas a pozos.

Cuando esté finalizado, E39 Rogfast será el túnel submarino más largo del planeta, el túnel de cuatro carriles más largo y el más profundo. Hablamos de que llegará a los 392 metros de profundidad y que tendrá el cruce más profundo jamás creado, situado a 200 metros bajo el nivel del mar. 

Esta gigantesca obra, impulsada por organismos públicos de Noruega y consultoras como Norconsult, es toda una apuesta por la movilidad, pero siempre con la mente puesta en el respeto climático. Unir dos regiones por debajo del mar es posible y también hacerlo de manera sostenible.

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