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Carrera de la Mujer

Este domingo más de 36.000 mujeres se echarán a correr por las calles de Barcelona para concienciar de la importancia de la práctica del ejercicio físico en las mujeres. Entre estos miles de mujeres que participarán en esta prueba tan multitudinaria, la organización ha reservado unos dorsales para un grupo de mujeres refugiadas de diferentes nacionalidades que tienen en común el tener que haber pedido asilo en España tras huir de sus respectivos países "porque allí no estaban seguras", según destacó Elmira Campos, directora de relaciones externas de ACNUR España, en la presentación de la prueba.
Una de ellas es Carolina Murcia, quien este año se calzará por segunda vez las zapatillas para completar esta prueba. Carolina es una mujer transexual hondureña que se vio obligada a huir de su país al denunciar el asesinato de una compañera en la calle. "En mi país, las mujeres transexuales no tenemos más opciones que ejercer la prostitución. No hay trabajo para nosotras ni una ley que nos identifique como lo que somos", asegura la activista que ahora reside en Barcelona.
Violencia y asilo en Barcelona
"Yo ejercía la prostitución para poder sobrevivir, pero eso me llevó a vivir situaciones muy duras que me hicieron terminar saliendo de Honduras en 2016", explica Carolina. "Asesinaron a tiros a una compañera en la calle y yo lo presencié todo. Denuncié los hechos y en ese momento me puse en peligro. Estaba en contacto con asociaciones y me introdujeron todo el tema del asilo. Hasta entonces jamás había pensado que podría salir de mi país o tener una vida mejor", rememora.
Una vez en España, Carolina pudo empezar una nueva vida. "Pude estudiar, y encontrar un trabajo. Algo que en Honduras hubiera sido impensable, pero el camino no ha sido fácil. Se sufre mucho cuando uno se marcha de su país en estas condiciones y en el asilo, la única compañía es la soledad", explica Carolina. Casi diez años más tarde de su llegada a España, Carolina trabaja en la hostelería y brinda su apoyo a otras mujeres en situaciones similares a las que ella vivió de la mano de asociaciones como ACNUR.
Visibilización de casos como el suyo
Poder participar en la Cursa de les Dones es para ella un "éxito". "El año pasado participé y pude conocer a muchas mujeres, hablar con ellas y dar visibilidad a casos como el mío. Esta iniciativa es muy importante para nosotras", asegura la hondureña afincada en Barcelona.
Además de Carolina, estos dorsales que la Cursa de les Dones ha cedido de forma gratuita a ACNUR irán destinados a mujeres que proceden de países como Ucrania, Afganistán, Gambia, Honduras, Colombia y Guinea Conakri, y que han tenido que emigrar forzosamente por razones que van mucho más allá de los conflictos armados, que es lo primero que se viene a la mente. "Hay razones vinculadas al hecho de ser mujeres", ha incidido Campos, "como la violencia sexual o de género, mutilación genital, matrimonios forzosos o trata. El domingo no serán vistas como víctimas sino como parte de algo común y grande y bonito como es la marea rosa junto con sus vecinas".


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