Beteve
La tercera y cuarta generación de este negocio, nacido en 1890 en la calle de la Princesa, continúan elaborando de forma 100 % artesana los dulces navideños
Entrar en la tienda de dulces y turrones La Campana (Princesa, 16 y 36) es hacer un viaje en el tiempo. "Los clientes nos piden que no cambiemos y a nosotros nos encanta mantener ese espíritu de tienda de toda la vida", explican la Bea y la Laura Ferrer Mira. Son la cuarta generación al frente de este negocio que, un año más, no ha fallado en la cita con los clientes que van a buscar los turrones y otros dulces para las comidas navideñas. Como novedades, este año presentan un turrón de chocolate con pan con aceite y sal y polvorones de aceite de oliva.
"¡A nosotros nos encantan los polvorones! Y hemos querido hacer uno más ligero. El aceite le aporta suavidad y un sabor característico y es apto para personas que siguen una dieta vegana". Un polvorón que ha ganado un premio del Instituto Internacional de Cata de Bruselas: "La tendencia es hacer dulces más saludables, con menos colesterol y adaptados a la dieta mediterránea".

Polvorones acabados de hacer
El secreto, explican las dos hermanas, es tener los mejores ingredientes y poder llevarse a casa "polvorones acabados de hacer. No sería lo mismo si los hiciéramos en verano. Es un buen producto, acabado de hacer y con todo el cuidado". La misma que ponen en la elaboración de los turrones. Aunque el de crema quemada sigue siendo "el rey de la casa", cada año innovan con algún gusto diferente.
Y en este capítulo, "como el de Xixona o el de Alicante no admiten variantes", la innovación llega con los turrones de chocolate. Esta Navidad presentan el de chocolate con pan tostado, aceite y sal: "¡Está teniendo mucho éxito!". Dulces que elaboran y sirven siguiendo las lecciones transmitidas por su madre, la María Dolores Mira, que continúa en activo y diariamente visita y supervisa el trabajo en la tienda.

"La madre nos ha inculcado pasión por el negocio"
"Si nosotros tenemos esa estima y pasión por el negocio es porque ella nos lo ha inculcado", coinciden en señalar las dos hermanas. Aseguran que Nadal es la época más especial: "Nadie falla en la cita con los dulces navideños. Incluso el año de la pandemia los clientes de toda la vida respondieron". "¡Las tradiciones son las tradiciones y no se rompen por nada del mundo!".
Tiendas como La Campana son las que dominan de identidad propia la ciudad: "Es importante que se cuiden y no se pierdan porque ayudan a explicar nuestra historia". Un relato que su bisabuelo, un enamorado del turrón, comenzó a escribir en 1890 y que hoy se mantiene gracias al trabajo de Laura, Bea y su madre.

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