CUANDO EL BARRIO SE DEFIENDE… DE NUEVo
Tuvo lugar el Encuentro sobre Turismo de Borrachera, Resistencias y Alternativas; organizado por Las Asociaciones Vecinales y otras Asociaciones de Barcelona con la vocación de generar un espacio común en el que compartir nuestras preocupaciones e iniciativas en torno a las consecuencias que para nuestras vidas tiene el Turismo de Borrachera de la ciudad.
Nos habíamos juntado un grupo de vecinos planteando dudas y contradicciones: habían desalojado a una Familia para convertir su casa en piso turístico, habían salpicado el barrio con esa señalética infame de itinerarios diseñados desde los intereses de los lobbis , aparecían nuevas promociones de viviendas para los Turistas , amenazando el tejido viviendas populares , los dichosos lateros florecían en las plazas, cercándonos los espacios comunes… múltiples rostros del turismo borrachera que conforma el modelo de ciudad-mercancía de esa Barceloneta consumible por inversores y turistas. Ante la complejidad de este proceso, no solo preocupante en este barrio y ciudad, queríamos trazar líneas de trabajo, extender relaciones de poder, digerir contradicciones, conocer otras resistencias y, sobre todo, desmontar un discurso de los Políticos y lobbis para construir el nuestro colectivamente.
Nos decían que la promoción del Turismo de Bajo Coste traería más visitas y mejoraría la imagen del barrio. La realidad es que, muchas de nuestras vecinas se están viendo expulsadas a otros barrios para ser sustituidas por esa creciente población flotante de turistas, mientras que a las que resistimos nos asfixian con la subida del alquiler, el ruido continuado o la desaparición del comercio de proximidad. Vacían el barrio de vida y con ella se van sus prácticas, sus historias comunes, su memoria colectiva. Nos desagregan de la estructura social-comunitaria y en ese des-tejer generan desafección y pasividad en la sociedad.
Nos enredaban en los medios del poder con el chantaje de que la industria turística nos sacaría de la crisis batiendo récords de visitantes, trayendo empleo y riqueza al Barrio, un mantra que se interioriza fácilmente al participar en ese lugar-mercado común en el que trabajamos muchas y que vende Barcelona y sus barrios al capital. A nosotras, sin embargo, nos parecía que se hinchaba la burbuja de una economía extractivista y con efecto colonizador, que beneficiaba a unas pocos a través de una explotación intensiva de los recursos para generar una economía dependiente, con vocación totalizadora y sujeta a los ciclos de los mercado. Nuestros barrios son ese recurso intensivamente explotado , nuestros Barrios los que participan de esa brecha en la que los beneficios se distribuyen entre los Lobbis , los Políticos y sus Amigos .
Nos decían que el turismo pondría en valor nuestras identidades y formas de vida mientras se aumenta la experiencia del turista. Nosotros dejábamos de identificarnos con el discurso de barrio simplificado, uniforme y acrítico que venden las guías, alejado de esas contradicciones, conflictos y heterogeneidades que cualquier ciudad vivida reproduce. En el debate colectivo supimos de quien defiende lo auténtico, lo de Barrio, lo que no se toca: un discurso en el que añoramos desde la nostalgia aquello que ya no es.
Nos decían que el turismo nos traería una mayor seguridad en las calles y plazas, pero nosotros padecíamos una vida social sometida a la monitorización de las conductas, sin salirnos del guion del espectáculo turístico y permitiendo que en los espacios comunes el cliente-consumidor (y de paso, el agresor , ladrón) campe a sus anchas.
Nos decían que Barcelona y sus Barrios iba a ser el mejor destino para visitar y nosotros la declaramos la mejor ciudad para resistir la turismo de Borrachera y Bajo Coste y sus efectos.
Desde hace años, Barcelona y la Barceloneta ha sido considerado por el promotor político-empresarial como un lugar idóneo para el negocio fácil: el de la especulación y la economía rentista. Con periodos de mayor o menor intensidad, los movimientos sociales del barrio se han revelado ante estas prácticas defendiendo el derecho a la ciudad compartida frente a la ciudad-empresa. Hoy, el creciente turismo de Borrachera se superpone a la gentrificación que se arrastra desde entonces.
Y con la bonita complicidad que se genera en un espacio autogestionado parido desde ese afecto vecinal y esos cuidados de tantos Vecinos, compartimos análisis, estrategias de resistencia, de denuncia y de acción
un barrio que sufre desde hace décadas procesos de privatización, expropiación y mercantilización de los lugares que habitamos.
Este movimiento seguirá luchando en parte gracias a todos estos Vecinos implicados que facilitan que podamos seguir organizándonos para recuperar y defender que el barrio siga siendo eso: un barrio, compartido entre todas las personas que deseamos habitar dignamente en él.
Luchemos Todos Juntos por nuestros Barrios