miércoles, 20 de abril de 2022

La historia detrás del reloj con el que los españoles se toman las uvas cada año

 

La historia detrás del reloj con el que los españoles se toman las uvas cada año






Maquinaria del reloj de la Puerta del Sol
Maquinaria del reloj de la Puerta del Sol – EFE

 

Labriego, militar, proscrito, exiliado y, en Londres, relojero de fama mundial. El leonés José Rodríguez Losada, conocido como el relojero de la puerta del Sol, adquirió fama internacional como artesano, de modo que en su taller de Londres acudieron clientes tan distinguidos como Sisí Emperatriz o la propia Corona británica. Tal fue su fama que varios escritores de su tiempo como José Zorrilla, cuya carrera salvó cuando le acosaban los acreedores, o Benito Pérez Galdós quedaron asombrados por su vida y su talento. El escritor canario incluyó al relojero en uno de los Episodios Nacionales, «La revolución de julio», publicado en 1903. Luego, simplemente, Rodríguez Losada desapareció de la memoria de España.

«Losada fue un flechazo. Me fasciné al escuchar su biografía tan peliculera. No entendí cómo no había ninguna película y varias novelas sobre un personaje tan potente», asegura Emilio Lara, escritor, historiador y colaborador de ABC, que acaba de publicar con Edhasa la novela «El relojero de la Puerta del Sol». Una obra de ficción que, además de entretener, busca enmendar el descuido histórico que España ha cometido con un hombre que, literalmente, se hizo a sí mismo con igual esmero con el que fabricaba sus relojes. «Fue incluso famoso aquí, pero sucedió como ha ocurrido tantas veces en la historia de España. Este país es muy olvidadizo, y más que una madre es una madrastra», explica Emilio Lara.

Una misión de alto riesgo

José Rodríguez Losada – ABC

El punto de partida de la novela es la misión de alto riesgo que la mismísima Reina Victoria encomendó al leonés: arreglar el reloj del Big Ben, símbolo del Imperio británico, que en tiempos victorianos se atrasaba para vergüenza nacional. Una trama principal que Lara intercala con distintos fragmentos de la vida del artesano. El relojero de la Puerta del Sol se crió en el seno de una familia de ganaderos de Iruela, León, de la que se escapó una noche para prevenirse de otra paliza de su padre. Saltando por España, Rodríguez Losada acabó siendo oficial de caballería de los ejércitos de Rafael del Riego y, a la postre, un proscrito cuando los Cien Mil Hijos de San Luis liquidaron el proyecto liberal. En su huida de la represión absolutista, encabezada por el padre de José Zorrilla, el joven leonés dio con sus huesos en Inglaterra.

«Era un autodidacta, inteligente y observador, que se inició con 34 años en el oficio de relojero sin saber una palabra de inglés y sin un céntimo en el bolsillo», narra Emilio Lara. El salto a la cabeza del mayor imperio de su tiempo permite al novelista jienense mostrar el contraste entre aquella España de Fernando VII, que viajaba en carromato, frente a «la Inglaterra de la revolución industrial que empezaba a moverse en ferrocarril». La mejor oportunidad para confrontar dos visiones antagónicas del mundo».

Además de artesano de lujo, Rodríguez Losada se convirtió en toda una referencia para los exiliados españoles en Londres, que, aparcando sus diferencias políticas en la Península, se reunían en la trastienda de su relojería. En la Tertulia del Habla Española acudían con frecuencia personajes como Zorrilla (el hijo del hombre que había perseguido a Losada en su juventud), Juan Manuel de Rosas o Ramón Cabrera «El Tigre del Maestrazgo». La única regla de esta tertulia es que no se hablaba de política. «El leonés era un hombre con unas ideas muy avanzadas y conciliadoras, representa la España que pudo ser y no fue», apunta el autor de «El relojero de la Puerta del Sol». La metáfora perfecta de cómo los españoles, salvando la ideología, «pueden ponerse de acuerdo en cualquier aspecto de la vida».

Un regalo para Madrid

Portada del libro de Emilio Lara – ABC

Sin embargo, el relojero no se consideraba ya un exiliado, sino alguien que vivía en Londres por agradecimiento a este país y, claro está, por amor. Casado en su madurez con la esposa de su maestro relojero, Rodríguez Losada no quiso nunca trasladarse de nuevo a España. Aunque el Gobierno de Isabel II le condecoró y la Armada Española le solicitó diversos cronómetros marinos, el leonés solo volvió a su país natal de forma puntual, en 1860, por cuestiones de trabajo. Precisamente, alojado en un hotel de la Puerta del Sol, se lamentó del pésimo estado del reloj que se había colocado en el edificio de la Real Casa de Carlos III, entonces sede del Ministerio de la Gobernación. «A Losada le picó en su amor propio que el reloj principal de España atrasara. Por eso decidió construir un reloj muy moderno y regalárselo a Madrid, con motivo del cumpleaños de la Reina Isabel II».

El artesano que construyó los relojes de la Catedral de Venezuela y de Málaga y del Arsenal de Cartagena, dispuso sin cobrar un duro para Madrid la pieza más revolucionaria del mundo en ese momento. Un reloj que sobrevivió al paso del tiempo y a un obús que durante la Guerra Civil fue a parar a la torre, pero no llegó a estallar. Más del 99 por ciento de las piezas siguen siendo hoy las que empleó Rodríguez Losada. El mecanismo no cuenta con ningún elemento eléctrico; todo es artesanal. «Fue el regalo a Madrid de un soñador que pudo realizarse en Londres y que jamás albergó resentimiento contra la España que le persiguió», recuerda el novelista e historiador.

Momia Juanita: el sacrificio de la Doncella del Hielo inca

 

Momia Juanita: el sacrificio de la Doncella del Hielo inca







Momia Juanita es el nombre dado a la momia de una muchacha inca del siglo XV que fue descubierta en Perú en 1995.


Momia Juanita es el nombre dado a la momia de una muchacha inca del siglo XV que fue descubierta en Perú en 1995. Es conocida también como la ‘Dama de Ampato’ y la ‘Doncella del Hielo inca’. El primer nombre se debe a que su cuerpo fue hallado en la cima del monte Ampato, un volcán inactivo de los Andes, y el segundo a que sus restos se conservaron gracias a las frías temperaturas de alta montaña.

Los investigadores han sugerido que Momia Juanita fue víctima de un importante rito sacrificio incaica conocido como Capacocha (Capac Cocha), expresión que en ocasiones se ha traducido como “obligación regia”. Los análisis científicos realizados en Momia Juanita han revelado también varios detalles interesantes sobre su vida y su muerte.

Momia Juanita antes de ser retirada la envoltura de su cuerpo. (Fair Use)

Momia Juanita antes de ser retirada la envoltura de su cuerpo. (Fair Use)

El descubrimiento de Momia Juanita

El descubrimiento de la Momia Juanita fue realizado el 8 de septiembre de 1995 por el arqueólogo Johan Reinhard y su ayudante Miguel Zárate. Este hallazgo se hizo posible gracias a la fusión de la nieve que cubría el monte Ampato, un hecho provocado por las cenizas volcánicas procedentes de la erupción de un volcán cercano. A consecuencia de este deshielo, la momia quedó al descubierto y rodó por la ladera de la montaña, donde fue encontrada posteriormente por Reinhard y Zárate. En el transcurso de una segunda expedición a la montaña en octubre del mismo año, las momias congeladas de dos individuos más fueron descubiertas en una zona aún más baja del monte Ampato.

Según los investigadores, Momia Juanita tenía apenas entre 12 y 15 años de edad cuando murió. Los dos individuos descubiertos un mes más tarde también eran niños, y se ha especulado que podrían haber sido compañeros de Momia Juanita en un sacrificio realizado en la cima de la montaña.

Capacocha: un sacrificio ritual

Según los investigadores, Momia Juanita fue sacrificada como parte de un rito conocido como Capacocha. Este ritual requería de los incas el sacrificio de los mejores y más saludables entre ellos. Esto se hacía en un intento por apaciguar a los dioses y de este modo garantizar una buena cosecha, o para evitar ciertos desastres naturales. Basándose en la localización en la que la muchacha fue sacrificada se ha sugerido que el ritual estaba además vinculado al culto religioso del monte Ampato.

Ilustración de Felipe Guamán Poma de Ayala (1615). Esta imagen podría representar el ritual de la Capacocha. Biblioteca Nacional de Dinamarca. (Dominio público)

Ilustración de Felipe Guamán Poma de Ayala (1615). Esta imagen podría representar el ritual de la Capacocha. Biblioteca Nacional de Dinamarca. (Dominio público)

La muerte de Juanita

Cuando Momia Juanita fue descubierta se encontraba envuelta en un fardo. Aparte de los restos de la joven, el conjunto también incluía objetos diversos, entre ellos numerosas estatuas de arcilla en miniatura, conchas y joyas de oro. Todos estos elementos fueron depositados como ofrenda a los dioses. Los arqueólogos han propuesto que estos objetos, junto con alimentos, hojas de coca y chicha, una bebida alcohólica destilada del maíz, habrían sido traídos por los sacerdotes cuando conducían a la muchacha a la cima de la montaña.

Izquierda: Reconstrucción del posible aspecto del enterramiento original de Momia Juanita. Derecha: Momia Juanita. (Destylou- Historia)

Izquierda: Reconstrucción del posible aspecto del enterramiento original de Momia Juanita. Derecha: Momia Juanita. (Destylou-Historia)

La chicha y las hojas de coca habrían sido utilizadas para sedar a la muchacha, una práctica al parecer habitual entre los incas antes de sacrificar a sus víctimas. Una vez la víctima se encontraba en este estado de intoxicación, los sacerdotes llevaban a cabo el sacrificio. En el caso concreto de Momia Juanita, la radiología reveló que un golpe contundente asestado en la cabeza con una porra provocó una hemorragia masiva que tuvo como consecuencia su muerte.

Otro análisis científico que reveló información muy interesante sobre la vida de Momia Juanita fue el análisis isotópico de sus cabellos, que fue posible al encontrarse muy bien conservados. Este análisis proporcionó a los investigadores información sobre la dieta de la muchacha, revelando que fue seleccionada como víctima sacrificial aproximadamente un año antes de su muerte. Este hecho fue determinado por un cambio en la dieta de la joven, revelado gracias al análisis isotópico de sus cabellos.

Antes de ser escogida para el sacrificio, Juanita llevaba una dieta inca estándar a base de patatas y verduras. Esto cambió, sin embargo, un año antes del sacrificio, cuando se descubrió que la muchacha empezó a consumir proteínas animales y maíz, alimentos propios de las élites incas.

‘La Doncella’, una de las momias de los ‘Niños de Llullaillaco’ descubiertas en la provincia argentina de Salta. (grooverpedro / CC BY 2.0). Los Niños de Llullaillaco recibieron un tratamiento similar antes de ser sacrificados.

 ‘La Doncella’, una de las momias de los ‘Niños de Llullaillaco’ descubiertas en la provincia argentina de Salta. (grooverpedro / CC BY 2.0). Los Niños de Llullaillaco recibieron un tratamiento similar antes de ser sacrificados.

Hoy en día, la Momia Juanita se encuentra en el Museo Santuarios Andinos de Arequipa, una ciudad situada no muy lejos del monte Ampato. La momia está siendo preservada en una urna especial que mantiene cuidadosamente estables la temperatura y la humedad en su interior, para de este modo garantizar la conservación de estos valiosos restos para el futuro.

Actualmente la momia se encuentra en una urna especial para garantizar su buen estado de conservación. (Destylou- Historia)

Actualmente la momia se encuentra en una urna especial para garantizar su buen estado de conservación. (Destylou- Historia)


¿Quién hizo sonar la nariz de la Gran Esfinge?

 

¿Quién hizo sonar la nariz de la Gran Esfinge? 








¿Fue un cañonazo ordenado por Napoleón el que destrozó la nariz de la Esfinge de Guiza como reza una anécdota recurrente en las guías de viaje? No pudo ser así, ni tampoco pudieron ser soldados ingleses de la época colonial como otra hipótesis sugiere. Unos dibujos realizados en 1737 por el arquitecto danés Frederick Lewis Norden ya mostraban a una Esfinge carente de apéndice nasal. Y antes de estas hipótesis, el historiador del siglo XV al-Maqrizi atribuía la desaparición a MuhammadSa’im al-Dahr, un fanático religioso Sufí, que, en 1378, al ver que los campesinos hacían ofrendas a la Esfinge para conseguir mejores cosechas, decidió dañar el monumento. Es la teoría más sólida pero, como en todo lo relacionado con esta enigmática construcción, también pertenece al terreno de lo incierto.

Todo en la Esfinge de Guiza irradia misterio. Su origen, los motivos de su construcción, su función e incluso su nombre. La voz «esfinge» procede del griego sfigx, que significa estrangulador y se emplea para designar a un demonio de destrucción y mala suerte que la cultura helena representa como una criatura con cuerpo de león y alas de ave. La esfinge griega era la guardiana de la ciudad de Tebas, que solo dejaba pasar a los viajeros que acertaran a responder al enigma: «¿Qué criatura de una sola voz camina con cuatro piernas por la mañana, con dos al mediodía y con tres al anochecer, y es más débil cuantas más piernas tiene?». En caso de errar, la esfinge estrangulaba al viajero y se lo comía. No obstante, pese a la notoriedad de la versión helena, la figura de Guiza es muy anterior a estas creencias griegas y, más bien, es la que inspiró al resto de esfinges.

Dibujo del arquitecto danés Frederick Lewis Norden, en 1737, de la Esfinge sin nariz.

Dibujo del arquitecto danés Frederick Lewis Norden, en 1737, de la Esfinge sin nariz.

¿La cara del faraón Kefrén?

La Esfinge de Guiza se ubica cerca del Río Nilo, a pocos kilómetros de la que hoy es la capital egipcia, El Cairo. Su construcción se ha emplazado tradicionalmente bajo el periodo del faraón Kefrén (aproximadamente hace 4.500 años) quien habría colocado un centinela de caliza frente a su famosa pirámide en el valle de Jafra. Los arqueólogos, sin embargo, no han sido capaces de concluir quién fue exactamente su patrocinador y cómo fue su proceso de construcción, por lo que su vinculación con Kefrén es meramente circunstancial y está basada en las similitudes de estilos arquitectónicos, pero no cuenta con respaldo documental serio de ningún tipo. Es por esta razón que muchos investigadores, basados en evidencias principalmente geológicas, le otorgan una edad mucho mayor al monumento, desde 12.000 años hasta unos increíbles 800.000 años de antigüedad.

Su construcción no se menciona en los textos del Reino Antiguo y su existencia es omitida por el historiador griego Herodoto, que sí describe con detalle las características de las pirámides de Guiza, lo cual ha llevado a pensar que durante largos periodos de tiempo la Esfinge permaneció enterrada por completo en la arena. En tiempos del romano Plinio «El viejo» volvió a ser visible y éste recogió en sus textos que allí permanecía enterrado el Rey Harmais (u Horemheb). Se equivocaba. El autor romano, además, anota otra falsa creencia de la población local: el que la Esfinge había sido tallada y transportada luego hasta la meseta. La cercanía de una cantera con el mismo material empleado en su construcción descarta esta teoría.

El perfil de Kefrén (izquierda) no muestra coincidencias con el perfil de la Gran Esfinge. Los rasgos negroides del rostro del monumento indican que su nariz debió ser la característica de esa etnia. Ancha y no puntiaguda, similar a la de las cabezas olmecas en Mesoamérica.
El perfil de Kefrén (izquierda) no muestra coincidencias con el perfil de la Gran Esfinge. Los rasgos negroides del rostro del monumento indican que su nariz debió ser la característica de esa etnia. Ancha y no puntiaguda, similar a la de las cabezas olmecas en Mesoamérica.

La estructura, de una altura de 20 metros, está formada por una cabeza humana mirando hacia el Este (por donde sale el sol por la mañana), vestida con el nemes (una prenda a rayas blancas y azules), y por un cuerpo de león tumbado. La cara exhibe restos de pintura roja y se muestran ciertos vestigios de rojo y negro por la zona del cuerpo. Esta cara humana —siempre bajo lo que dice la historia oficial— sería la del ya mencionado faraón Kefrén o su padre.

Sin embargo, al ser comparado el rostro de la Gran Esfinge con estatuas de Kefrén, las coincidencias brillan por su ausencia. El lector estará de acuerdo en que uno no puede pasar por alto este detalle para una civilización que, valga la redundancia, se destaca por un detallismo exquisito en sus obras arquitectónicas

Pero, sea de quien sea el rostro, también hay quien sugiere que no es el original, y que aquel que ideó al guardián de la meseta lo hizo como un león completo. Este hecho pivotaría sobre la evidente desproporción que se observa entre el cuerpo y la cabeza del monumento. De ser esto cierto, entonces nos enfrentaríamos con dos fechas: una más antigua para la construcción del original, y otra más moderna para la modificación de la cabeza de león a humana, de hocico a nariz.

La expedición científica de Napoleón

Luego del breve y necesario repaso sobre los complicados misterios de la Gran Esfinge, centrémonos ahora en el tema que generó este artículo: su —ya inexistente— nariz.

Óleo sobre la batalla entre las tropas de Napoleón y las fuerzas mamelucas en 1798. Museo de Bellas Artes, Valenciennes.
Óleo sobre la batalla entre las tropas de Napoleón y las fuerzas mamelucas en 1798. Museo de Bellas Artes, Valenciennes.

En medio de todas estas especulaciones emergió la creencia popular de que fueron las tropas napoleónicas las que, usando la Esfinge como blanco en sus prácticas de artillería, dejaron sin nariz a la escultura. La teoría, no obstante, choca con el espíritu de una expedición, entre lo militar y lo científico, que sirvió a Europa para redescubrir la civilización egipcia. Con el objetivo de liberar Egipto de las manos turcas, el prometedor general Bonaparte, victorioso en Italia, desembarcó en el país del Nilo durante el verano de 1798 con más de treinta mil soldados franceses poniéndose por objetivo avanzar en dirección a Siria.

Un grupo de investigadores de distintas disciplinas (matemáticos, físicos, químicos, biólogos, ingenieros, arqueólogos, geógrafos, historiadores…), más de un centenar, acompañó a Napoleón para estudiar al detalle aquel país de las pirámides maravillosas y los dioses milenarios. Entre ellos figuraban los matemáticos Gaspard Monge, fundador de la Escuela Politécnica; el físico Étienne-Louis Malus; y el químico Claude Louis Berthollet, inventor de la lejía. Es decir, algunos de los científicos más brillantes de su generación acudieron a la llamada del general, de 28 años, sin conocer siquiera el destino del viaje hasta que navegaron más allá de Malta: «No puedo decirles adónde vamos, pero sí que es un lugar para conquistar gloria y saber».

Napoleón contemplando la Gran Esfinge, semienterrada por las arenas del desierto. Óleo de Jean-Léon Gérôme.
Napoleón contemplando la Gran Esfinge, semienterrada por las arenas del desierto. Óleo de Jean-Léon Gérôme.

Allí, Napoleón halló a una Esfinge ya sin nariz y sepultada en la arena; se internó en la Gran Pirámide en un extraño viaje espiritual; y sus hombres encontraron la llave para conectar Occidente con Egipto. Mientras un soldado cavaba una trinchera en torno a la fortaleza medieval de Rachid (un enclave portuario egipcio en el mar Mediterráneo), halló por casualidad la conocida como la piedra Rosetta, la cual sirvió para descifrar al fin los ininteligibles jeroglíficos egipcios. Se trataba de una sentencia del rey Ptolomeo, fechada en 196 a.C, escrita en tres versiones: jeroglífico, demótico y griego. A partir del texto griego fue posible encontrar las equivalencias en los jeroglíficos y establecer un código para leer los textos antiguos.

La puerta secreta al interior

Los soldados de Napoleón no causaron daño alguno a la construcción. De hecho, ni siquiera los eruditos franceses dedicaron gran atención a la Esfinge durante su expedición. Trazaron mapas de la meseta y limpiaron de arena la zona trasera del monumento. Poco más.

Los supuestos descubrimientos llegaron más tarde. Auguste Mariette, fundador del Museo Egipcio de El Cairo, aseguró tiempo después que Napoleón había encontrado una puerta que permitía acceder al interior de la Esfinge. La Estela de Benermerut, del reinado de Tutmosis III, revela también una puerta abierta en el costado de la base, lo cual ha animado a sucesivos arqueólogos a buscar cámaras interiores sin grandes resultados hasta hoy.

La Gran Esfinge de Guiza, 1920.
La Gran Esfinge de Guiza, 1920.

Según el historiador Muhammed al-Husayni Taqi Al-Din, el único responsable de causar la destrucción de la Esfinge fue un fanático religioso que, en 1378, destrozó su nariz y parcialmente sus orejas. Por este ataque fue finalmente condenado a muerte por las autoridades locales. Lo que no está claro es si también tuvo la culpa del desprendimiento de su barba, cuyos restos se hallaron durante unas excavaciones modernas y hoy se conservan parcialmente en el Museo Británico de Londres. Una barba de piedra que fue añadida después de la construcción del monumento, dado que no se aprecian muestras de daño en la quijada como deberían aparecer si hubiera formado parte de la estructura original.

Tal vez se cayó de forma natural como otras partes de la estructura. La caliza del monumento es de tan escasa calidad que se ha ido deteriorando de forma más evidente que otras construcciones de su misma meseta. A finales del siglo XX cayeron fragmentos de caliza en dos ocasiones: se hundió en 1981 un pedazo del revestimiento de la pata trasera izquierda; y en 1988 se desmoronó un fragmento de tres toneladas del hombro derecho.





Escrivá ultima un acuerdo para subir la cuota de autónomos hasta 600€ en 2023

 

Escrivá ultima un acuerdo para subir la cuota de autónomos hasta 600€ en 2023




















El Gobierno está más cerca de lo que parece de alcanzar un acuerdo con los trabajadores autónomos para que empiecen a cotizar por sus ingresos reales. Mientras públicamente el secretario de Estado de la Seguridad Social, Israel Arroyo, ha empezado a deslizar que en el Ministerio están abiertos a flexibilizar los plazos para el despliegue del nuevo sistema, entre bambalinas lleva semanas negociando con las principales asociaciones vinculadas a los sindicatos y las posiciones empiezan a aproximarse en torno a un planteamiento. E incluso estarían ultimando un preacuerdo, a falta de cerrar algunos flecos que quedan pendientes para la próximas semanas.

La propuesta que ha tomado forma en estas discretas negociaciones, a la que ha tenido acceso La Información, plantea 13 tramos de rendimientos y cuotas de entre 240 euros y 600 euros al mes, en función de los ingresos mensuales, que aplicarían ya en el año 2023. Fuentes implicadas en las negociaciones avanzan, además, que el Ministerio ha dado un giro en el planteamiento consensuado con los agentes sociales y con Bruselas y que busca ahora cerrar una reforma para los próximos tres años y negociar más adelante las cuotas que operarían a partir de 2025. La delicada situación económica provocada por la guerra en Ucrania ha impactado de lleno en la negociación de una de las reformas clave del sistema de las pensiones comprometidas con la Comisión Europea y el Gobierno prefiere centrarse ahora en los años más inmediatos y gestionar después el largo plazo.

Desde varias de las asociaciones de trabajadores autónomos directamente involucradas en las negociaciones que se están manteniendo en la más absoluta discreción durante las últimas semanas matizan que el Ministerio no ha hecho una propuesta formal en la mesa de negociación oficial, pero sí aseguran que esta misma semana les han remitido una nueva oferta a través de contactos bilaterales. Mientras, desde el otro lado, fuentes oficiales del departamento que pilota José Luis Escrivá no se hacen responsables de ninguna propuesta oficial y mantienen la habitual discreción respecto a este tipo de negociaciones cruciales abiertas. Lo que sí empieza a tomar forma es la idea de aprobar ahora una reforma temporal para cumplir el hito comprometido con las autoridades europeas y abordar más adelante la reforma total del Régimen Especial de Autónomos, que inicialmente estaba planteada para implantarse paulatinamente durante los próximos 9 años.

Desde la Unión de Autónomos UATAE reconocen "contactos bilaterales dentro de la relación normalizada que tenemos con el ministerio". "Hemos recibido la propuesta esta semana y estamos valorándola", añaden. Para matizar que "no hay ningún avance sobre la proximidad o no de un acuerdo, ni elementos para pensar que será inminente". "Seguimos con la negociación abierta y nuestra posición sigue siendo que el nuevo sistema debe suponer una rebaja sustancial de la cuota para los tramos inferiores y medios, mejorar la protección del conjunto del colectivo y avanzar hacia una convergencia con el régimen general, que es el compromiso del Pacto de Toledo", concluyen.

Al inicio de las negociaciones, el ministro José Luis Escrivá planteó un esquema de 13 tramos con cuotas de entre 282 euros y 352 euros en 2023, que pasarían a 184 euros y 1.267 euros al final del periodo de despliegue de la reforma, en 2031. En el transcurso de las reuniones con los autónomos ha ido modificando su propuesta, retocando las cuotas arriba y abajo en función de los ingresos reales de los trabajadores e incluso eliminando tramos. Pues bien, tras estas últimas semanas de negociaciones la opción que está aglutinando más consensos pasa por volver a los 13 tramos iniciales, pero ahora se está planteando aplicar de inmediato unas cuotas considerablemente más elevadas de las que se esbozaban al principio de las negociaciones para los autónomos que más ganan, a cambio de reducir las aportaciones de los que menos ingresan a final de mes.

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De acuerdo con la propuesta que se está negociando con las asociaciones de trabajadores autónomos vinculadas con los sindicatos -ATA, ligada a la patronal CEOE, se ha quedado fuera de estas negociaciones-, la cuota bajaría en 2023 para todos aquellos autónomos que ingresen menos de 1.500 euros mensuales, que pasarían a pagar menos de los 294 euros de cuota mínima actual, mientras subiría para todos los que tengan ingresos superiores. La cuota mínima se situaría en un rango entre 240 y 250 euros (aún está por concretar) y la máxima, en 600 euros. A partir de los 1.700 euros de ganancias el salto es considerable, ya que de 294 euros se pasaría a pagar unos 540 euros, cantidad que se mantendría durante varios tramos, para escalar a los 600 euros a partir de los 2.760 euros de ingresos.

A partir de los 1.700 euros de ganancias los autónomos tendrán que pagar entre 540 y 600 euros de cuota

La propuesta para 2023 reduciría las cuotas de los que ganan menos de 1.700 euros (el nivel de ingresos que divide la tabla en dos) respecto al planteamiento inicial que trasladó el Ministerio a los agentes sociales en enero de este año, si bien elevaría considerablemente las de los que ingresan cantidades mensuales por encima de ese nivel. Concretamente, el planteamiento inicial de Escrivá para el próximo año era que los autónomos que ganan más de 1.126 euros pagaran todos lo mismo: 352 euros. Ahora, a partir de los 1.700 euros de rendimientos se están planteando cuotas muy superiores y diferenciadas, de entre 540 y 600 euros mensuales. Es decir, se elevaría la cuota máxima que se ofreció en los primeros compases de las negociaciones hasta un 70%. Siempre de acuerdo con el documento al que ha tenido acceso este medio y que podría sufrir modificaciones.

Beneficia a más de dos millones de autónomos

Según cálculos elaborados por La Información, de quedar en términos similares el sistema que se está negociando, algo más de dos millones de autónomos saldrían beneficiados de la reforma. Al menos, en 2023, cuando ahorrarían dinero respecto a lo que están pagando de cuota de autónomos en la actualidad. Fuentes conocedoras de las negociaciones que se están llevando a cabo a través de contactos discretos y bajo el más estricto secreto de sumario revelan a este medio que las partes están valorando la opción de mantener las cuotas que se fijen para el año que viene también en 2024 y 2025, y volver a sentarse después a negociar el resto del periodo de despliegue de la reforma. Pero ese apartado todavía no está cerrado.

El mantener las cuotas en 2023, 2024 y 2025 podría ser una forma de flexibilizar la entrada en vigor de la norma, tal y como sugirió recientemente el número dos de Escrivá, y favorecería a los autónomos con menores rendimientos. Al mismo tiempo, de manera inmediata supondría un duro golpe para todos aquellos que están en la parte alta de la tabla, que pasarían de pagar 294 euros al doble, si llegan a esos 600 euros. Sin embargo, mantendrían fija esa cuota durante tres años, mientras la intención inicial del Ministerio era incrementársela año a año hasta alcanzar un máximo de 1.267 euros en 2031, cuando está previsto que la reforma esté desplegada.

En principio, la negociación se está centrando en estos primeros años más inmediatos, si bien se están proyectando también las opciones hasta 2031. En cualquier caso, la reforma, tal y como está planteada, implicaría una importante subida de cuotas para muchos autónomos que se verían obligados a hacer un mayor esfuerzo contributivo con el nuevo sistema de cotización. Concretamente, según los cálculos elaborados por este medio, en torno a un millón de trabajadores autónomos tendrían que soportar un incremento de su cuota de entre 240 y 300 euros el año que viene. Todo, si sale adelante la reforma en los términos en los que se está negociando.

El Ministerio acumula más de una veintena de discretos contactos y reuniones mantenidas con distintas asociaciones de trabajadores autónomos y está próximo a cerrar un acuerdo que, en principio, nacerá cojo, ya que ATA no está participando en estas conversaciones. La organización vinculada a la CEOE, que ha venido rechazando las distintas propuestas de Escrivá y ha pedido retrasar la reforma a 2025 ante la difícil situación que atraviesan los autónomos, se quedaría fuera del pacto, que sería rubricado por UPTA -vinculada a UGT- y UATAE -ligada a CCOO- así como por las propias organizaciones sindicales más representativas del país. En cualquier caso, al margen de las negociaciones extraoficiales, la mesa formal sigue abierta y está previsto que se convoque después de Semana Santa.


La Carta Europea de los Derechos de los Pacientes: ¿sabes qué es y cómo ejercerlos?

 

La Carta Europea de los Derechos de los Pacientes: ¿sabes qué es y cómo ejercerlos?


Los pacientes tienen hasta 14 derechos que deben ser protegidos.
Los pacientes tienen hasta 14 derechos que deben ser protegidos.
Sozavisimost/PIXABAY

Son muy pocos los pacientes que conocen todos los derechos que tienen con respecto a su salud. Por eso, hoy vamos a hacer referencia a la Carta Europea de los Derechos de los Pacientes que los recoge. En total son unos 14 y fueron diseñados para garantizar una alta protección que siempre les debe estar garantizada en cualquier servicio de sanidad.

Los 14 derechos que todo paciente en la UE tiene

El cumplimiento de todos los derechos que recoge la Carta Europea de los Derechos de los Pacientes debe llevarse a cabo. Es por esto por lo que conocerlos es fundamental para saber cómo ejercerlo y que aquellos pacientes que vean vulnerados algunos de sus derechos sepan qué hacer ante esta situación de injusticia que a veces puede ocurrir.

Los 5 primeros tienen que ver con el derecho a prevenir la enfermedad, el acceso a los servicios sanitarios gratuitamente, a la información, al consentimiento y a la libre elección de los distintos tratamientos que pueda tener a su alcance. Estos son 5 derechos básicos que se recogen primero en la Carta Europea de los Derechos de los Pacientes. 

Los siguientes 5 derechos tienen que ver con la confidencialidad de la información personal y diagnósticos sobre su salud, el respeto al tiempo en consulta, el cumplimiento de los estándares de calidad, el de seguridad (errores médicos, negligencias, etc.) y a la innovación para recibir el tratamiento más adecuado y preciso. 

El siguiente derecho es muy importante porque está relacionado con evitar el dolor y el sufrimiento innecesarios. Aquí es fundamental recordar que el 24 de marzo del año 2021 se aprobó la Ley Orgánica de Regulación de la Eutanasia en España. En este derecho también se debe hablar de los cuidados paliativos y cualquier otra medida.

Los últimos 3 derechos incluidos en la Carta Europea de los Derechos de los Pacientes están relacionados con recibir un tratamiento personalizado, poder reclamar si se ha sufrido un daño y recibir "una compensación suficiente (...) cuando haya sufrido un daño físico, moral o psicológico causado por un tratamiento proporcionado en un servicio de salud", según dicta la Carta Europea de los Derechos de los Pacientes.

¿Cómo puedo ejercer mis derechos?

Una vez sabemos los derechos a los que todos los pacientes se pueden acoger es vital ejercerlos en aquellos casos en los que se vulneren. Por ejemplo, si se rompe la confidencialidad de la información personal se ha de recurrir a la fiscalía, según explican desde la Asociación para la Defensa de la Sanidad Pública en Asturias

En aquellas situaciones en las que el tiempo de espera por cirugías, atención, consultas por especialistas, etc., se demoren más tiempo del debido (la atención urgente siempre debe ser inmediata, por ejemplo) habrá que poner una reclamación ante el Servicio de Atención al Ciudadano y una denuncia a la Plataforma de la Sanidad Pública de la Comunidad Autónoma correspondiente

Si una atención deficiente y que ha vulnerado los derechos causa un agravamiento en el estado de salud de un paciente este debe poner una denuncia ante los tribunales. Saber esto es fundamental para tomar las acciones legales correspondientes que contribuyan a que los derechos se cumplan. La salud es un bien muy preciado que se debe proteger.

Los salarios de los ministros han crecido 7,5 puntos más que los sueldos de los empleados públicos en la última década

 

Los salarios de los ministros han crecido 7,5 puntos más que los sueldos de los empleados públicos en la última década



20Minutos  








La respuesta del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, sobre los planes del Ejecutivo respecto a los salarios de los empleados públicos en una entrevista al programa Espejo Público ha desatado las críticas de sindicatos como CSIF, el mayoritario entre los funcionarios, que ha asegurado que el líder de los socialistas está "muy mal informado" sobre la situación de los empleados públicos y la negociación de sus salarios.

"Los sindicatos y los empresarios están negociando este acuerdo de rentas en el que no solo se tiene que hablar de salarios, sino también de dividendos, de reparto de beneficios… y en función de ello veremos cuál es la evolución y la negociación que se articula", afirmó Sánchez, enmarcando así las hipotéticas subidas salariales para este colectivo en el llamado pacto de rentas, unos acuerdos aún por concretar entre Gobierno, sindicatos y patronal para repartir las pérdidas económicas generadas por la guerra en Ucrania. 

Las quejas de los 2,7 millones de empleados públicos están sustentadas en datos. En la última década, los salarios de los funcionarios han subido un 11,68% frente al 19,20% que lo han hecho los suelos de altos cargos de la administración del Estado, lo que supone 7,5 puntos menos entre los años 2012 y 2022. 

Según datos de la Secretaría de Estado de Presupuestos y Gastos, dependiente del Ministerio de Hacienda y Función Pública, un administrativo del Estado -nivel C1-, por ejemplo, tenía un sueldo base en el año 2012 de 9.884,84 euros brutos anuales repartidos en 14 pagas sin contar antigüedad (trienios) y otros complementos, como puede ser el de destino. En 2022, esta misma retribución se sitúa en 11.040, 40 euros brutos anuales. Por lo tanto, en diez años, el incremento es del 11,68%. Este porcentaje de subida es el mismo para el resto de niveles (A1, A2...). 

En cambio, el poder adquisitivo de altos cargos del Estado, como son los ministros, ha aumentado más de un 19%. En concreto, en 2012, un ministro del Gobierno de Mariano Rajoy cobraba 64.053,79 euros brutos anuales en doces mensualidades, sin pagas extraordinarias. 

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En la actualidad, un ministro que no ostente ningún otro cargo, como una vicepresidencia, como ocurre con Nadia Calviño o Yolanda Díaz, alcanza los 76.355,28 euros brutos anuales, 12.301,49 euros más que hace diez años. 

"Llevamos desde 2010 contribuyendo al pacto de rentas"

"Pedro Sánchez debería saber que los empleados públicos de este país llevamos contribuyendo al pacto de rentas desde 2010 con una pérdida del poder adquisitivo del 12% en función de la categoría profesional y que a día de hoy no hemos recuperado", ha señalado sobre este asunto el presidente de CSIF, Miguel Borra. 

"Si el Gobierno no atiende a los empleados públicos y las medidas contra la crisis dañan nuestras condiciones laborales y los servicios públicos, CSIF realizará una campaña de movilizaciones en toda España para defender el modelo de Administración que ha garantizado los servicios y prestaciones que reciben los ciudadanos en momentos críticos", ha advertido Borra.

Los empleados públicos son uno de los colectivos que más poder adquisitivo ha perdido en los últimos años. De hecho, hasta 2019 no han recuperado el nivel de renta que tenían en 2009 tras una bajada de sueldo del 5% en 2010 y cinco años con los salarios congelados. 

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