martes, 19 de abril de 2022

Los secretos para destruir muertos vivientes y vampiros de los cazabrujas del siglo XVIII

 

Los secretos para destruir muertos vivientes y vampiros de los cazabrujas del siglo XVIII







Nick Groom analiza en su nueva obra el fenómeno del vampirismo desde un punto de vista histórico y recorre los casos que, tradicionalmente, han sido asociados a fenómenos sobrenaturales

Corría el año 1725 cuando un tal Frombald, entonces oficial médico del Ejército Imperial, informó orgulloso a sus comandantes en Viena de que había completado una tarea tan ardua como peligrosa tras semanas de preguntas a los lugareños de la aldea serbia de Kisolova. Los campesinos habían solicitado ayuda porque, decían, una extraña presencia que se escondía en la noche había estrangulado a ocho personas para, después, chuparles la sangre. El militar, no se sabe cómo, llegó a la conclusión de que el culpable era Peter Plogojowitz, un ciudadano que estaba ya fallecido y enterrado.

Frombald reunió entonces a un grupo de valientes, entre ellos dos funcionarios locales del distrito de Gradiska, que acudió raudo al cementerio para

exhumar a Plogojowitz y aplicarle el «tratamiento» necesario. Uno de los burócratas dejó constancia de lo que allí ocurrió por escrito: «En primer lugar, no detecté el más mínimo olor característico de los muertos y el cuerpo, excepto la nariz, que estaba un poco caída, se encontraba fresco. El pelo y la barba -incluso las uñas, nacidas bajo las viejas que se le habían caído- le habían crecido; la piel antigua, algo blanquecina, se había desprendido y había nacido piel nueva y fresca. No sin asombro, vi sangre fresca en su boca».

No necesitaban más indicios. En vida, Plogojowitz había sido un depredador sexual y, en la muerte, se había transformado en un «vampiry», como escribió el mismo Frombald. Un ser que «según la observación común, chupaba la sangre de los asesinados» y extendía un mal entre sus víctimas que les provocaba la muerte en apenas una jornada. Veinticuatro horas de reloj de arena, vaya. Sin esperar un minuto más de lo necesario, el militar asió una estaca, se la clavó (desconocemos si en el corazón) y, a continuación, quemó el cuerpo. El «modus operandi» de la época. El problema se resolvió de una manera tan satisfactoria que los pormenores de la investigación fueron publicados en el periódico vienés «Wienerisches Diarium».

No, querido lector, por muy increíble que parezca, la historia de Plogojowitz no ha nacido de la turbia imaginación del que escribe estas líneas. Fue tan real como las aventuras y desventuras de otros tantos sujetos que, en aquella época, decían dedicarse a destruir a las criaturas sobrenaturales que poblaban el mundo terrenal; seres demoníacos que se acostaban anhelando el metálico olor del espeso líquido que recorre nuestras venas. Y es que, el XVIII fue un siglo de contrastes. Del alumbramiento de la Enciclopedia francesa y de la experimentación con la primera vacuna contra la viruela; pero también de hombres capaces de imaginar, y dejar por escrito, que emanaba sangre fresca de un cadáver enterrado en descomposición.

Por más que sorprenda por su cercanía, tan solo tres siglos, hubo una época en la que hablar de vampiros provocaba escalofríos en la sociedad. Años en los que, lejos de ser considerados los protagonistas de novelas de terror, los chupasangres eran vistos como seres palpables. De esos que se sabe que existen, pero que nadie ha visto. Y con los objetivos de analizar ese fenómeno y de hacer un repaso histórico de aquel fenómeno arriba a las librerías la última obra del académico y profesor Nick Gromm«El Vampiro, una nueva historia» (Desperta Ferro, 2020). El tipo de libro que comienzas a leer con curiosidad y que, al terminar, te hace querer adquirir por Amazon una estaca y una ristra de ajos.

Muertos vivientes y otras bestias

Según Gromm, el XVIII fue el siglo en el que las leyendas tradicionales sobre monstruos chupasangres chocaron con la necesidad empírica de clasificar todo lo que habitaba en el mundo. Así nació el concepto de vampiro como tal. No tanto de ser sobrenatural, sino de bestia nocturna que provocaba la asfixia de sus víctimas y portaba enfermedades contagiosas. Se generó, en definitiva, una ciencia surrealista alrededor de esta figura. «Se realizaron exámenes forenses detallados y se mantuvieron registros que incluían catálogos de signos y síntomas», añade el experto en su nueva obra. Hasta se publicaron informes médicos es revistas especializadas que trataban el tema en profundidad.

Extravagante, pero real. En los comienzos del siglo XVIII, hasta los más escépticos, aquellos que desacreditaban la existencia de los vampiros por considerarlos una mera leyenda medieval, convenían que sí habitaban entre nosotros personas obsesionadas con beber sangre por algún tipo de alucinación o problema psicológico. Para ellos, la supuesta patología de los afectados era de un gran interés para desvelar las enfermedades mentales.

Pero no solo eso. Además, el siglo XVIII fue un tiempo en el que la locura del vampirismo se vio exacerbada por la aparición en la prensa de una infinidad de presuntos casos y el testimonio de otros tantos extravagantes personajes que decían haber destruido a uno u otro ser salido del mismísimo averno.

Representación medieval del vampiro
Representación medieval del vampiro

Por si no fuera suficiente, junto a la demencia del vampirismo arribaron a la prensa también otros tantos casos de supuestos monstruos sobrenaturales asociados a leyendas tradicionales. Ya a finales del siglo XVII se dejó constancia en las crónicas croatas de un cadáver que se levantó de su tumba y provocó el terror en Istria hasta que un sacerdote acabó con él mediante un exorcismo. La criatura en cuestión fue denominada «Leichnam», es decir, un «cadáver viviente». Como este, quedaron registrados decenas de sucesos similares en las décadas siguientes. Hasta tal punto que se estableció que, para acabar con ellos, había que «clavar sus ropas, cabellos o miembros en el ataúd».

También se extendieron los estudios sobre personas que, una vez fallecidas y confinadas en sus ataúdes, despertaban y devoraban sus mortajas, sus sudarios o, en el peor de los casos, hasta sus propios miembros e intestinos. «Mientras los muertos eran conocidos por “gruñir, gorgotear y gemir” bajo tierra, el Diablo realizaba unos ruidos curiosos al comer: “Puede jadear como un animal sediento, mascar, bramar y rugir”», añade el autor en su obra.

En estos extravagantes informes se mezclaban religión, superstición, ciencia y empirismo. Un cóctel que generaba investigaciones como la de Philip Rohr, partidario de que el Diablo tenía capacidad para dotar a los cadáveres de movimiento y evitar que se pudrieran.

Nick Groom
Nick Groom

Rohr incluía en su obra una serie de premisas para acabar con este tipo de seres. Entre ellas, juntarles las manos, ponerles tierra en los labios o clavarles una estaca en el corazón. Pero no porque en este órgano estuviese el secreto de su no-vida, sino porque, así, quedaban inmovilizados y unidos a su ataúd. También apostaba por otro tipo de remedios más curiosos como decapitar los cadáveres para evitar que se levantaran o, como hizo Frombald, incinerar los restos. Lo más llamativo (si cabe) es que aconsejaba que los campesinos no se dedicaran a estas tareas, sino que solicitasen ayuda a los religiosos de la zona o que, en casos extremos, solo actuasen bajo supervisión.

Gromm recoge, en último término, el caso de los «vrykolakas», bestias que, según el folclore griego, se convertían en muertos vivientes violentos y agresivos por haber sido asesinados de una forma brutal o haber sido enterrados sin los ritos adecuados. Tal era la obsesión alrededor de todo este tipo de seres sobrenaturales en el siglo XVIII que el mismo botánico del monarca Luis XIV, Joseph Pitton, afirmó que uno de ellos resucitó en Miconos y acabó con la vida de varios campesinos. Al parecer, estos intentaron arrancarle el corazón, pero no sirvió de nada. El estudioso dejó escrito que, según sus fuentes, fue necesario arrojarle agua bendita y quemarlo. Aunque el galo tildaba esto de paparrucha, sí era partidario de que la criatura en sí era un humano aquejado de «una enfermedad epidémica del cerebro».

Vampiros

Además de estas bestias, todas con más o menos similitudes entre ellas, los vampiros cobraron una importancia central en el XVIII. Entre los casos más populares de la época, que no por ello reales, se halló el del capitán del regimiento de la infantería de Alandetti y conde de Cabreras. Este, allá por el 1730, acudió acompañado de un séquito de funcionarios a la casa de una familia en la que residía uno de sus soldados. Al llegar, le confirmaron que el militar había sido asesinado por una extraña presencia. Nuestro protagonista identificó que el espectro en cuestión, el patriarca, recientemente fallecido, le había chupado la sangre a dos personas más.

Cabreras cortó el problema de raíz: identificó la tumba del presunto vampiro, halló el cadáver «todavía fresco» y le incrustó un clavo en la cabeza. Y de paso, quemó otro cuerpo que consideró peligroso. «Como matavampiros, hizo gala de unas técnicas sorprendentemente variadas, pero además fue muy cuidadoso y justificó sus actividades con testigos aprobados por el gobierno», añade el autor de Desperta Ferro.

Y es que, en efecto, la mayor paranoia de todo este entramado es que personajes como el mismísimo Carlos VI de Habsburgo se involucró en la destrucción de los seres sobrenaturales mediante el envío de delegaciones especializadas a diferentes partes de su Imperio. De locura.

Pero el vampirismo no solo era un problema, según los estudiosos de la época (si es que pueden llamarse así), para afectado. Las crónicas confirman también que, tanto estos seres como cualquier otro tipo de bestias, podían engendrar hijos monstruosos. Así lo explicó el médico escocés del siglo XVIII John Maubray en una de sus obras: «Se dan animalitos monstruosos, similar en forma y dimensiones a un moodiwarp, frecuentemente sigue y acompaña los nacimientos en estas partes, con un hocico ganchudo, los ojos ardientes, el largo y redondeado cuello, una cola corta y aguzada y una extraordinaria agilidad de pies. Al ver por primera vez la luz del mundo, por lo general chilla y grita de miedo».

¿Hay una cámara secreta en la tumba de Tutankamón? Una búsqueda final lo determinará- Seeker

 

 ¿Hay una cámara secreta en la tumba de Tutankamón? Una búsqueda final lo determinará- Seeker
















Una nueva investigación usando tecnología de radar de próxima generación tiene como objetivo descubrir de una vez por todas si otro entierro está en la tumba del Rey Tut.


La búsqueda de una cámara secreta en la tumba del rey Tutankamón se reanudará a finales de este mes, cuando un equipo de investigadores italianos comienzan la investigación más en profundidad cada vez de lugar de enterramiento del niño rey.

Un equipo de la Universidad Politécnica de Turín explorará la tumba y sus alrededores con la tecnología avanzada de radar.

«Va a ser un trabajo científico riguroso y tendrá una duración de varios días, si no semanas,» Franco Porcelli, el director del proyecto y profesor de física en el departamento de la ciencia aplicada y la tecnología de la Universidad Politécnica de Turín, dijo Buscador. «Serán cubiertos Tres sistemas de radar serán utilizados y las frecuencias de 200 MHz a 2 GHz.»

La investigación de la tumba del rey Tut es parte de un proyecto más amplio a largo plazo para llevar a cabo un mapeo geofísico completa del Valle de los Reyes, el lugar de enterramiento principal de los faraones de Egipto, que también está siendo dirigido por el grupo de la Universidad Politécnica de Turín .

radar de penetración, junto con los instrumentos basados ​​en la tomografía por resistencia eléctrica y la inducción magnética, explorará las profundidades de hasta 32 pies para proporcionar información sobre las estructuras subterráneas existentes.

«¿Quién sabe lo que podríamos encontrar, ya que escanear el terreno», comentó Porcelli.

Los investigadores planean llevar a cabo la primera encuesta preliminar de la tumba del rey Tut a finales de este mes.

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sonda de Porcelli en el 3.300 años de edad, el entierro será el tercer llevado a cabo en los últimos dos años.

La búsqueda se inició en 2015 a raíz de una reclamación por Nicholas Reeves, un egiptólogo británico de la Universidad de Arizona. Reeves cree que hay una cámara oculta en la tumba del rey Tut que contiene los restos y, posiblemente, los objetos funerarios intactos, de la reina Nefertiti, esposa del «hereje» faraón monoteísta Akenatón, padre de Tutankamón.

Reeves especuló que la tumba del rey Tut no estaba lista cuando el faraón murió inesperadamente a los 19 años en 1323 aC En consecuencia, fue enterrado en una carrera en lo que era la tumba de Nefertiti, que había muerto 10 años antes.

escaneos de radar llevados a cabo en 2015 por el especialista de radar japonesa Hirokatsu Watanabu fueron recibidos con entusiasmo por Mamdouh Eldamaty, ex ministro de la antigüedad de Egipto.

Él reveló que el análisis de las exploraciones Watanabu ‘señaló a un «90 por ciento de posibilidades» de que la tumba del rey Tut ocultó dos cámaras, en el norte y el este de paredes.

El anuncio causó conmoción en el mundo de la arqueología.

«Este podría ser el descubrimiento del siglo», dijo Eldamaty.

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Sin embargo, un barrido del radar de seguimiento llevada a cabo por la Sociedad Geográfica Nacional (NGS) enfriado las expectativas, ya que no puede replicar los resultados convincentes de Watanabu.

La teoría de que la tumba del rey Tut contiene cámaras secretas fue recibido con gran escepticismo año pasado en una conferencia internacional en El Cairo dedicada al rey niño.

«El proyecto no se llevó a cabo científicamente en absoluto», dijo el ex ministro de Antigüedades, Zahi Hawass en la conferencia.

Crecientes dudas sobre la teoría de la tumba de Reeves llevaron al actual ministro de antigüedades egipcio Khaled El-Enany para tranquilizar a que ninguna exploración invasivo dentro de la tumba se haría.

Y admitió que ningún resultado concluyente ha surgido hasta ahora.

«Es esencial para realizar más exploraciones mediante otros dispositivos y métodos más técnicos y científicos», dijo El-Enany.

Porcelli explicó a Seeker que su sonda le dirá una vez por todas si la tumba del rey Tut esconde una cámara mortuoria secreta.

«Este será el final de la investigación», dijo Porcelli. «Vamos a dar una respuesta que es 99 por ciento definitiva.»

Gothic Girls Club: Profecías del templario Juan de Jerusalén

 

Gothic Girls Club: Profecías del templario Juan de Jerusalén






Un manuscrito descubierto en Zagorsk, cerca de Moscú, y que data del siglo XIV, califica a Juan de Jerusalén de “prudente entre los prudentes”, “santo entre los santos” y que “sabía leer y escuchar el cielo”. También señala que Juan solía retirarse frecuentemente al desierto para rezar y meditar, y que “estaba en la frontera entre la Tierra y el cielo”.
Fue uno de los fundadores de la Orden de los Caballeros del Temple, o Templarios, en 1118. Murió poco después a la edad de 77 años.
Un pergamino encontrado en una sinagoga de Varsovia durante la segunda guerra mundial titulado «Protocolos de las profecías de Juan de Jerusalén», sería obra suya.
Su documento fue un elemento utilizado contra los Templarios. Habrían existido siete ejemplares del mismo, tres de los cuales fueron entregados al Gran Maestre de la Orden, quien a su vez los remitió a Bernardo de Clairvaux.
El documento fue presentado como el dictado de Lucifer , la prueba de que los Templarios estaban en relación con las fuerzas del mal. Poco les importó a los acusadores que el texto de Juan de Jerusalén hablara del Tercer Milenio. Según ellos, describía el porvenir como un infierno; así pues, habían entregado a los hombres a la voluntad del maligno.
El documento profético hace referencia a los primeros años del segundo milenio, a los días actuales.
Dice así:
«Veo y conozco.
Mis ojos descubren en el cielo lo que será y atravieso el tiempo de un sólo paso. Una mano me guía hacia lo que ni veís ni conoceís.
Mil años habrán pasado y Jerusalén ya no será la ciudad de los cruzados de Cristo. La arena habrá enterrado bajo sus granos las murallas de nuestros castillos, nuestras armaduras y nuestros huesos. Habrá sofocado nuestras voces y nuestras plegarias.
Los cristianos venidos de lejos en peregrinación, allí donde estaban su derecho y su ley, no osarán acercarse al sepulcro y a las reliquias si no son escoltados por los caballeros judíos , que tendrán aquí, como si Cristo no hubiera sufrido en la cruz, su reino y su templo.
Los infieles serán una multitud innumerable que se extenderá por todas partes y su fe resonará como un tambor de un confín a otro de la tierra.
Veo la inmensidad de la Tierra.
Continentes que Herodoto no nombró sino en sueños se añadirán más allá de los grandes bosques de los que habla Tácito, y en el lejano final de los mares ilimitados que empiezan después de las columnas de Hércules.
Mil años habrán pasado desde el tiempo en que vivimos, y los feudos en todo el mundo se habrán reunido en grandes reinos y vastos imperios. Guerras ,tan numerosas como las mallas de la cota que llevan los caballeros de la orden, se entrecruzarán, desharán reinos y los imperios tejerán otros.
Y los siervos, los villanos, los pobres sin hogar se sublevarán mil veces, harán arder las cosechas, los castillos y las villas, hasta que se les queme vivos y se les obligue volver a sus cubiles. Se habrán creído reyes.
Mil años habrán pasado y el hombre habrá conquistado el fondo de los mares y los cielos, y será como una estrella en el firmamento. Habrá adquirido el poder del sol y se creerá Dios, construyendo sobre la inmensidad de la Tierra mil torres de Babel.
Más allá de los grandes bosques habrá un imperio. Cuando caigan los muros el imperio no será más que agua cenagosa. Las gentes se mezclarán una vez más. Entonces empezará el año mil que sigue al año mil. Veo lo que será. Soy el escriba.
Cuando empiece el año mil que sigue al año mil, el hombre estará frente a la entrada sombría de un laberinto oscuro. Y al fondo de esa noche en la que va a internarse, veo los ojos rojos del Minotauro. Guárdate de su furor cruel, tú que vivirás en el año mil que sigue al año mil. Soy el escriba.
Cuando empiece el año mil que sigue al año mil…
El hombre habrá poblado el cielo, la tierra y los mares con sus criaturas. Mandará. Pretenderá los poderes de Dios.
No conocerá el límite. Pero todas las cosas se sublevarán.
Titubeará como rey borracho. Galopará como un caballero ciego y a golpes de espuela internará a su montura en el bosque.
Al final del camino estará el abismo.
El oro estará en la sangre. El que contemple el cielo contará denarios. El que entre en el templo encontrará mercaderes.
Los mandatarios serán cambistas y usureros.
La espada defenderá la serpiente, pero el fuego será latente.
Todas las ciudades serán Sodoma y Gomorra. Y los hijos de los hijos se convertirán en la nube ardiente. Ellos alzarán los viejos estandartes.
El hombre habrá cambiado la faz de la Tierra; Se proclamará el señor y el soberano de los bosques y de las manadas. Habrá surcado el sol y el cielo. Y trazará caminos en los ríos y en los mares.
Pero la tierra estará desnuda y será esteril. El aire quemará y el agua será fétida.
La vida se marchitará porque el hombre agotará las riquezas del mundo. Y el hombre estará solo como un lobo en el odio a sí mismo.
El hambre oprimirá el vientre de tantos hombres y el frío aterrorizará tantas manos, que estos querrán ver otro mundo. Y vendrán mercaderes de ilusiones que ofrecerán el veneno.
Pero éste destruirá los cuerpos y pudrirá las almas; Y aquellos que hayan mezclado el veneno con su sangre serán como bestias salvajes cogidas en una trampa.
Y matarán y violarán y despojarán y robarán.
Y la vida será un apocalipsis cotidiano.
La mirada y el espíritu de los hombres serán prisioneros.
Estarán ebrios y no lo sabrán. Tomarán las imágenes y los reflejos por la verdad del mundo.
Se hará con ellos lo que se hace con un cordero. Y entonces vendrán los carniceros.
Los rapaces los agruparán en rebaños para guiarlos mejor hacia el abismo. Y los levantarán a los unos contra los otros.
Se les matará para tomar su lana y su piel, Y el hombre que sobreviva será despojado de su alma.
Reinarán los soberanos sin fe. Mandarán sobre multitudes humanas inocentes y pasivas. Esconderán sus rostros y guardarán en secreto su nombre.
Y sus fortalezas estarán perdidas en los bosques. Pero ellos decidirán la suerte de todo y de todos.
Nadie participará en las asambleas de su orden; Todos serán verdaderos siervos, pero se creerán hombres libres y caballeros.
Habrá surgido un orden negro y secreto, Su ley será el odio y su arma, el veneno.
Deseará siempre más oro y extenderá su reino por toda la Tierra, Y sus servidores estarán unidos entre ellos por un beso de sangre, Los hombres justos y los débiles acatarán su regla, Los poderosos se pondrán a su servicio.
La única ley será la que dicte en la sombra; Venderá el veneno aún dentro de las Iglesias.
Y el mundo avanzará con ese escorpión bajo el pie.
Regiones enteras serán botines de guerra, Más allá de los límites romanos, e incluso en el antiguo territorio del Imperio. Los hombres de las mismas ciudades se degollarán, Aquí habrá guerras entre tribus y allá entre creyentes.
Los judíos y los hijos de Alláh no dejarán de enfrentarse Y la tierra de Cristo será su campo de batalla,
Pero los infieles querrán defender por todo el mundo la pureza de su fe, y ante ellos no habrá más que duda y poder; Entonces la muerte avanzará por todo el mundo como el estandarte de los tiempos nuevos.
El hombre se creerá Dios aunque no habrá progresado nada desde su nacimiento. Atacará vencido por la ira y por los celos.
Y su brazo estará armado con el poder del que se habrá adueñado; Prometeo cegado podrá destruirlo todo a su alrededor.
Avanzará a pasos inmensos, pero no sabrá que camino tomar.
Su cabeza estará cargada de saber, Pero ya no sabrá porque vive o porque muere. Será, como siempre, el loco que gesticula o el niño que gime.
Todos sabrán lo que ocurre en todos los lugares de la Tierra.
Se verá al niño cuyos huesos están marcados en la piel. Y al que tiene los ojos cubiertos de moscas, y al que se le da caza como a las ratas.
Pero el hombre que lo vea volverá la cabeza, pues no se preocupará sino de sí mismo. Dará un puñado de granos como limosna, mientras él dormirá sobre sacos llenos. Y lo que dé con una mano lo recogerá con la otra.
Los hombres serán tan numerosos sobre la Tierra, que parecerán un hormiguero donde alguien clavará un bastón, Se moverán inquietos y la muerte los aplastará con el talón como a insectos enloquecidos.
Grandes movimientos los enfrentarán a los unos contra los otros; Las pieles oscuras se mezclarán con las pieles blancas, la fe de Cristo con el infiel. Algunos predicarán la paz concertada, pero por todo el mundo habrá guerras de tribus enemigas.
Los hombres ya no confiarán en la ley de Dios, sino que querrán guiar su vida como a una montura, Querrán elegir a sus hijos del vientre de sus mujeres, y matarán a aquellos que no deseen, Pero,¿qué será de estos hombres que se creen Dios?
Los poderosos se apoderarán de las mejores tierras y las mujeres más bellas. Los pobres y los débiles serán ganado.
Los poblachos se convertirán en plazas fuertes.
El miedo invadirá los corazones como un veneno.
Las enfermedades del agua, del cielo y de la Tierra atacarán al hombre y le amenazarán.
Querrá renacer lo que ha destruido y proteger su entorno; Tendrá miedo de los días futuros, pero será demasiado tarde.
El desierto devorará la tierra y el agua se hará cada vez más profunda, y algunos días se desbordará llevándoselo todo por delante, como en un diluvio.
Y al día siguiente la tierra carecerá de ella.
Y el aire consumirá el cuerpo de los más débiles.
El padre buscará el placer en su hija; el hombre en el hombre; el viejo en el niño impúber, y eso será a los ojos de todos. Pero la sangre se hará impura; el mal se extenderá de lecho en lecho, el cuerpo acogerá todas las podredumbres de la Tierra , los rostros serán consumidos, los miembros descarnados. El amor será una peligrosa amenaza para aquellos que se conozcan solo por la carne.
El hombre comerciará con todo .Todas las cosas tendrán su precio.
El agua, el árbol y el animal.
Nada será realmente dado, y todo será vendido.
Pero el hombre no valdrá entonces más que su peso en carne.
Se comerciará con su cuerpo como con canales de ganado. Tomarán su ojo y su corazón. Nada será sagrado, ni su vida, ni su alma.
Se disputarán sus despojos y su sangre como si se tratara de carroña.
Los niños también serán vendidos. Algunos se servirán de ellos como muñecos para disfrutar de su piel joven. Otros les trataran como a animales serviles.
Se olvidará la debilidad sagrada del niño y su misterio.
Será como potro que se doma, como cordero que se sangra, que se sacrifica. Y el hombre no será más que barbarie.
La Tierra temblará en muchos lugares y las ciudades se hundirán; todo lo que se haya construido sin escuchar a los sabios será amenazado y destruido, El lodo inundará pueblos y el suelo se abrirá bajo palacios.
El hombre se obstinará porque el orgullo es su locura. No escuchará las repetidas advertencias de la Tierra. El fuego destruirá las nuevas Romas, y entre los escombros acumulados, los pobres y los bárbaros, a pesar de las legiones, saquearán las riquezas abandonadas.
El mar se alzará como agua enfurecida; las ciudades y las riberas quedarán inundadas.
Y continentes enteros desaparecerán, Los hombres se refugiarán en las alturas, y olvidando lo ocurrido, iniciarán la reconstrucción.
Entonces se anunciará el fin de los tiempos bárbaros, Será el tiempo de un nuevo vigor de la fe,
Después de los días negros del inicio del año mil que viene después del año mil, empezarán los días felices.
El hombre reencontrará el camino de los hombres, Y la tierra será ordenada.
El hombre conocerá un segundo nacimiento, el espíritu se apoderará de las gentes, que comulgarán en fraternidad.
Llegados plenamente al año mil que sigue al año mil…
Los hombres por fin habrán abierto los ojos Ya no estarán encerrados en sus cabezas o en sus ciudades,
Se verán y se oirán de un lado a otro de la Tierra; Sabrán que lo golpea a uno hiere al otro.
Los hombres formarán un cuerpo único, del que cada uno será una parte ínfima, y juntos constituirán el corazón. Y habrá una lengua que será hablada por todos, y nacerá así por fin, el gran humano.
El hombre habrá conquistado el cielo, creará estrellas en el gran mar azul sombrío. Y navegará en esa nave brillante, Nuevo Ulises, compañero del sol, hacia la odisea celeste.
Pero también será soberano del agua. Habrá construido grandes ciudades náuticas, que se nutrirán de las cosechas del mar.
Vivirá así en todos los rincones del gran dominio. Y nada le será prohibido.
Los caminos irán de una punta de la tierra y del cielo a la otra, Los bosques serán de nuevo frondosos, y los desiertos habrán sido irrigados.
Las aguas habrán vuelto a ser puras. La Tierra será un gran jardín, El hombre velará sobre todo lo que vive. Purificará todo lo que ha contaminado.
Así sentirá que toda la Tierra es su hogar. Y será sabio y pensará en el mañana.
Los hombres podrán penetrar en las profundidades de las aguas, Su cuerpo será nuevo y ellos serán peces. Y algunos volarán más altos que los pájaros, como si la piedra no cayera.
Se comunicarán entre ellos, pues su espíritu estará tan abierto que recogerá todos los mensajes.
Y los sueños serán compartidos.
Y se vivirá tanto como el más viejo de los hombres, aquél del que hablan los libros sagrados.
El hombre conocerá el espíritu de todas las cosas.
La piedra o el agua, el cuerpo del animal o la mirada del otro; Habrá penetrado los secretos que poseían los antiguos sabios.
Y empujará una puerta tras otra en el laberinto de la vida nueva, Creará con la fuerza que brota una fuente, Enseñará el saber a la multitud de los hombres.
Y los niños conocerán la tierra y el cielo mejor que nadie antes que ellos, y el cuerpo del hombre será más grande y más hábil, Y su espíritu habrá abarcado todas las cosas y las habrá poseído.
El hombre ya no será el único soberano, pues la mujer empuñará el cetro. Será la gran maestra de los tiempos futuros y lo que piense lo impondrá a los hombres.
Será la madre de ese año que sigue al año mil. Difundirá la dulzura tierna de la madre tras los días del diablo.
Será la belleza después de la fealdad de los tiempos bárbaros.
El año mil que viene después del año mil cambiará en poco tiempo, Se amará y se compartirá, se soñará y se dará vida a los sueños.
El hombre habrá aprendido a dar y a compartir, los días amargos de la soledad habrán pasado.
Se creerá de nuevo en el espíritu.
Y los bárbaros habrán adquirido el derecho de ciudadanía.
Pero eso vendrá después de las guerras y de los incendios. Eso surgirá de los escombros ennegrecidos de las Torres de Babel, Y habrá sido necesario el puño de hierro para que se ordene el desorden.
Y para que el hombre encuentre el buen camino.
El hombre sabrá que todos los seres vivos son portadores de luz, Y que son criaturas que deben ser respetadas, Habrá construido ciudades nuevas, en el cielo, sobre la tierra y en el mar.
Conservará en memoria lo que fue, y sabrá leer lo que será, Ya no tendrá más miedo de su propia muerte, porque sabrá que su luz jamás se apagará.»

Origen: Gothic Girls Club: Profecías del templario Juan de Jerusalén

Antiguo Egipto: Las momias romanas de las lenguas de oro: nuevos hallazgos de la misión española en Oxirrinco

 

Antiguo Egipto: Las momias romanas de las lenguas de oro: nuevos hallazgos de la misión española en Oxirrinco






Una de las momias con la lengua de oro y una de las tumbas halladas. Misión Arqueológica Oxirrinco
Una de las momias con la lengua de oro y una de las tumbas halladas. Misión Arqueológica Oxirrinco

Los arqueólogos de la Universidad de Barcelona descubren en la necrópolis del yacimiento egipcio nuevas tumbas, entre las que destaca una intacta de época saíta (664-525 a.C.).

 Oxirrinco es el nombre que le dieron los griegos a Per-Medyed, una antigua ciudad localizada en el XIX nomo o provincia del Alto Egipto, a unos 190 kilómetros al sur de El Cairo. La localidad alcanzó un importante estatus durante el periodo saíta (664-525 a.C.), pero su época de mayor esplendor se registró tras la conquista de Alejandro Magno en 332 a.C., convirtiéndose seguramente en la segunda más poblada de Egipto por detrás de Alejandría. Y mantuvo su relevancia durante la ocupación romana, cuando se fecha buena parte de los miles de papiros que otorgan fama al yacimiento.

En esos siglos de dominio romano, algunos habitantes de Oxirrinco desarrollaron una llamativa práctica funeraria: poner láminas de oro sobre la lengua de las momias. En la última campaña de excavaciones de la misión arqueológica de la Universidad de Barcelona-Instituto de Próximo Oriente Antiguo (IPOA) en el sitio, recién finalizada y con unos resultados «muy buenos», los investigadores han encontrado tres evidencias más de este ritual «bastante inusual», colocadas en las bocas de sendos individuos, uno de ellos un niño, como símbolo protector.

«El oro es un material incorruptible que ya desde época faraónica tenía importancia porque estaba relacionado con la carne de los dioses. Esta práctica puede significar que protege la lengua para que el difunto pueda hablar en el más allá, para que pueda tener todos los sentidos activos y poder renacer», explica a este periódico Maite Mascort Roca, doctora en Arqueología por la Universidad de Barcelona y codirectora del proyecto junto a Esther Pons Mellado, conservadora del Departamento de Antigüedades Egipcias del Museo Arqueológico Nacional.

Las tres lenguas de oro halladas en el yacimiento egipcio.

Las tres lenguas de oro halladas en el yacimiento egipcio. Misión Arqueológica Oxirrinco.


No es la primera pieza de estas características que se documenta en Oxirrinco. En total, a lo largo de casi tres décadas de investigación, se han recuperado catorce lenguas de oro. También se han hallado en otros yacimientos egipcios como el de Taposiris Magna. Pero entre este último trío, todas pertenecientes a momias de época romana —esta ceremonia se mantuvo en el Antiguo Egipto hasta la implantación del cristianismo—identificadas en tres tumbas hasta ahora desconocidas, se ha encontrado un caso singular: uno de los elementos áureos había logrado preservar el órgano natural de la persona embalsamada durante más de 2.000 años. Es un ejemplo único en este sentido.

Tumba cerrada

A pesar de lo misterioso y fascinante del ritual funerario, no ha sido este el hallazgo más relevante de la última campaña de la Misión Arqueológica de Oxirrinco (El-Bahnasa, Minia), efectuada entre los días 10 de noviembre y diciembre. Los trabajos de investigación en la necrópolis del yacimiento —con una larga utilización y superposiciones que van desde el siglo VII a.C. hasta el VII d.C., cuando la conquista árabe finalizó el periodo cristiano-bizantino—, concretamente en el denominado Sector 36. En esa zona ya se habían documentado en los últimos años un total de siete tumbas construidas en piedra de época saíto-persa y cuatro más datadas en tiempos de dominación romana.

Los ushebtis recuperados en el enterramiento saíta.

Los ushebtis recuperados en el enterramiento saíta. Misión Arqueológica Oxirrinco

Debajo de estos estratos más recientes, los arqueólogos han descubierto dos enterramientos saítas. Uno de ellos, violentado por los saqueadores de tumbas de la Antigüedad, que entraron en el sepulcro rompiendo la bóveda, contenía un sarcófago de piedra antropomorfo femenino, cuya tapa estaba desplazada. En su interior se encontraron gran cantidad de canutillos y cuentas de fayenza (loza vidriada) pertenecientes a la malla funeraria que cubría a la difunta, en muy mal estado, así como un amuleto de piedra de un reposa-cabeza de excelente calidad.

La segunda sepultura, que permanecía sellada, intacta, ha sido el gran descubrimiento de la intervención. Dentro albergaba otro sarcófago antropomorfo, esta vez masculino, con un individuo momificado y un rico ajuar funerario: los cuatro vasos canopos con las vísceras momificadas, 399 ushebtis —las figuritas que acompañaban a los difuntos en su viaje al más allá—, una jarra de cerámica con restos de vendas, un escarabeo de corazón, numerosos canutillos y cuentas de fayenza pertenecientes a la malla que lo cubría y diversos amuletos (udyats, una figura del dios Horus, tallos de papiro o varias dobles plumas).

Imagen del sarcófago abierto por los ladrones antiguos.

Imagen del sarcófago abierto por los ladrones antiguos. Misión Arqueológica Oxirrinco

«Esta tumba nos permite dar un paso adelante en el conocimiento de los rituales funerarios de esta época», destaca Maite Mascort al otro lado del teléfono, recién aterrizada de Egipto. «Es individual y más pequeña respecto a las otras que habíamos encontrado, que son grandes tumbas monumentales familiares pertenecientes a la élite del momento, como gobernadores de la ciudad y personajes importantes. Pero es interesante para poder estudiar cómo los personajes de menor relevancia también se enterraban con su ajuar funerario».

El equipo de la Universidad de Barcelona-Instituto de Próximo Oriente Antiguo (IPOA) ha estado integrado en esta ocasión por 14 investigadores. No caben más en la casa que construyó la UB cerca del yacimiento, alejado de las zonas turísticas, en 1999, y donde viven durante las campañas de excavación. Los trabajos han sido posibles gracias a la financiación del Ministerio de Cultura y Deporte a través de las ayudas concedidas a las excavaciones arqueológicas en el exterior que se gestionan a través del Instituto del Patrimonio Cultural de España (IPCE), la Fundación Palarq y la Sociedad Catalana de Egiptología. También han colaborado especialistas del Servicio de Antigüedades egipcio y de la Universidad de El Cairo.


 

Cuatro planetas alineados: increíble espectáculo en el cielo de Barcelona

 

Cuatro planetas alineados: increíble espectáculo en el cielo de Barcelona




Metropoli   .........    


Júpiter, Venus, Marte y Saturno aparecerán completamente alineados este miércoles, día 20 de abril, sobre el cielo de Barcelona. Un espectáculo astronómico increíble que comenzó con una primera conjunción el pasado domingo día 17 y que tendrá su punto álgido el día 23, cuando la Luna forme también parte de este evento.

El día en que debería observarse mejor en el hemisferio norte sería este miércoles, aunque para ello es necesario que haya cielos despejados y en el caso concreto de Barcelona se espera que los frentes nubosos y las lluvias duran varios días. Además, se requiere de un telescopio para vislumbrar este fenómeno en todo su esplendor.

NUEVA ALINEACIÓN Y LLUVIA DE ESTRELLAS

Esta no es la primera vez que se produce una alineación de este tipo. De hecho, ha ocurrido en tres ocasiones desde 2005. Y en junio, tres planetas volverás a alinearse sobre el cielo terráqueo para deleite de los amantes de la astronomía: serán Mercurio, Neptuno y Urano.

Por otro lado, entre los días 22 y 23 de abril la lluvia de estrellas de las Líridas tendrán su momento álgido, y permitirán que se vean hasta 18 meteoros por hora.



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