sábado, 3 de septiembre de 2022

Canal FSemana Recetas : Carrilleras de cerdo Receta de la Abuela

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Carrilleras de cerdo Receta de la Abuela


Las carrilladas o carrilleras de cerdo, dado que es habitual referirse a ellas de ambas formas, y cabe aclarar que son exactamente la misma cosa, es un corte, que como su propio nombre indica, se ubica a ambos lados del hueso de la mandíbula, en el comienzo del cuello e inmediatamente antes de la papada.

Estos músculos, en continuo movimiento, dado que intervienen en la masticación, son especialmente magros, con grasa infiltrada y unos altos valores de colágeno. Por contra, las carrilleras de cerdo tienen también amplia presencia de fibras duras, que requieren de largos procesos de cocción para ablandarse.

Esto, sin embargo, no debe preocuparnos, puesto que si aplicamos correctamente las técnicas que describiremos a continuación, obtendremos como resultado unas carrilleras gelatinosas y tiernas, como las de las abuelas.

Su uso se remonta tal vez a la Edad Media, época de carestía en la que se empezó a aprovechar todas las parte del cerdo. En aquel momento servían como excusa para elaborar unas alubias blancas, o como plato principal guarnecido con verduras.

Tradicionalmente se ha considerado, quizá de forma injusta, un corte de casquería con un interés gastronómico limitado, pero de un tiempo a esta parte, su popularidad ha crecido hasta considerarse un plato gourmet, sirviéndose en multitud de restaurantes de alto copete.

Cómo hacer carrillada en salsa de la abuela



Los usos de esta exquisita carne son ilimitados, pero en este caso vamos a preparar unas carrilleras de cerdo tradicionales de la abuela. Plato económico, rico y muy agradecido si tenemos paciencia y respetamos los tiempos.

¡Hoy cocinamos a fuego lento!

Ingredientes

Instrucciones

  1. Es posible que no sepamos mucho sobre estos músculos maseteros. En el mercado podemos encontrar tres tipos de carrilleras, en lo que a carnes se refiere, a saber: de cerdo, de cerdo ibérico, de ternera y eventualmente, de buey. A efectos prácticos, la elaboración de cada una de estas piezas no difiere demasiado una de otra.
  2. Las de cerdo ibérico son más pequeñas y sabrosas. Las de cerdo, por su parte, pueden llegar a pesar en torno a los 250 g. una vez limpias. Ni que decir tiene, que la de ternera, por la propia constitución del animal, superará los 500 g.
  3. Lo primero es limpiar correctamente las piezas. Aquellas que vengan envasadas al vacío probablemente estén bastante saneadas, y en caso de comprarlas directamente en la carnicería, podemos solicitar al carnicero que las limpie. Fundamentalmente, hay que eliminar el velo cartilaginoso que las recubre, así como las partes de sebo duro. Necesitaremos para esto un cuchillo correctamente afilado. Optaremos por cocinarlas enteras.
  4. El paso previo a su cocinado es el marinado. Este paso podríamos saltárnoslo, pero no lo recomiendo. Teniendo un poco de previsión, la víspera, realizaremos el marinado. Para ello dispondremos las carrilleras limpias en un bol grande.
  5. Las cubriremos totalmente con el vino tinto joven, a lo que sumaremos algunas aromáticas: laurel, tomillo, pimienta en grano y algún trozo de puerro y/o zanahoria. La idea es que todo esto repose en la nevera, correctamente filmado, durante 24 horas.
  6. El vino ablandará las fibras, coloreará nuestra carne y realzará el sabor. Nada que perder y mucho que ganar.
  7. Pasadas las 24 horas las sacaremos de la nevera y las pondremos a escurrir. ¡Sin tirar el vino! Desecharemos tan solo las hierbas y hortalizas. Mientras tanto vamos a encargarnos del sofrito, una pequeña base de hortalizas que nos ayudará a trabar un poco nuestra salsa. Cortaremos el puerro, las zanahorias, el ajo y las cebollas en brunoise.
  8. En una cacerola o saute, que será el recipiente definitivo donde guisaremos nuestras carrilleras, echaremos un fino chorro de AOVE. A fuego medio - bajo agregaremos las verduritas finamente picadas, e iremos removiendo durante al menos 15 minutos, poco a poco, hasta que queden bien blanditas y podamos intuir que se van a empezar a agarrar.
  9. En este momento agregaremos los tomates rallados, previamente despepitados y pasados por un colador, con el objetivo de eliminar el agua. Ahora sí, subiremos nuestro fuego a tope para que el tomate se fría y nos entregue todo su sabor. Cuando lo tengamos listo apagaremos el fuego y reservaremos unos instantes mientras nos ocupamos de las carrilleras.
  10. Después de haberlas escurrido, las enharinaremos y salaremos, muy ligeramente, una a una, y esturreándolas para que no carguen demasiada harina. Rápidamente, en una sartén amplia, preferiblemente de hierro, pondremos un chorro generoso de AOVE, que calentaremos a fuego máximo.
  11. Justo antes del punto de humo, marcaremos todas nuestras carrilleras, por ambas caras. No se trata de darles una vuelta rápida, sino de que se forme una coraza gracias a la reacción de Maillard. Hay que evitar que la sartén pierda temperatura por sobresaturación, poco a poco, no es necesario agregarlas todas de golpe.
  12. Cuando estén listas las agregaremos a nuestra cacerola, donde teníamos el sofrito. A fuego máximo verteremos el vino del marinado, que reduciremos al menos 3/4. Para terminar cubriremos con agua mineral.
  13. También podríamos usar un caldo de carne o fondo oscuro, pero en este caso, para no complicar demasiado la receta, y puesto que ya hemos realizado un fondo oscuro para las albóndigas con salsa española, emplearemos agua.
  14. Subiremos el fuego para que arranque a hervir, y una vez entre en ebullición lo bajaremos al mínimo, y colocaremos la tapa. El tiempo de cocción recomendado dependerá en buena medida del tamaño de las carrilleras, pero tomando como referencia una carrillera de cerdo normal y sin trocear, la cocción se prologarán durante al menos 3 horas. Iremos probando y tanteando la carne.
  15. Llega el momento de corregir la salsa. Este punto es primordial. Sacaremos nuestras carrilleras y pasaremos la salsa por un pasapurés. Desecharemos la fibra que haya quedado arriba. Colaremos la salsa, y la verteremos en una reductora o cacillo. A fuego medio dejaremos espesar y reducir la salsa, que por la propia acción del colágeno disuelto, debería ligar perfectamente.
  16. En caso de que la veamos un poco falta de brillo podríamos agregar una nuez de mantequilla, y también es el momento de verificar el punto de sal si fuera necesario. Cuando haya reducido lo suficiente, en una cacerola, pondremos nuestras carrilleras junto a la salsa.
  17. Solo nos queda calentar y servir.

Canal FSemana Recetas : Pollo al horno Receta de la Abuela

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Pollo al horno Receta de la Abuela


El pollo al horno es una delicia gastronómica internacional.

Esta ave, como animal de corral, empezó a servir de alimento ya en el Neolítico, cuando las sociedades se transformaron en agricultoras y ganaderas. La domesticación del ave como tal, fue llevada a cabo probablemente en la India, hace 6000 años.

En la Antigua Roma, también era un producto muy codiciado, como así lo atestiguan los tratados gastronómicos de la época.

El rey inglés Ricardo Corazón de León, que vivió en el siglo XII, tenía el pollo asado como una de sus comidas predilectas.

En España, a partir de los años 50 y 60, comienza a popularizarse, sirviendo como excusa para abrir centenares de locales enfocados casi en exclusiva a la venta de pollo asado para llevar, convirtiéndose en un socorrido, económico y rico plato de domingo. Este modelo de negocio, sin embargo, está totalmente internacionalizado, sobre todo en los países latinoamericanos.

Los asadores de pollo preparan este delicioso manjar mediante la técnica del espiedo; disponiendo las aves enteras, atravesando su eje vertical con una espada, y haciéndolos girar sobre una fuente de calor. Así, se consigue una cocción uniforme, dando lugar a una textura y sabor increíbles. Previamente, se les pone un aderezo, que suele ser secreto de la casa.

Cómo hacer pollo al horno receta de la abuela



Elaborar un rico pollo asado al horno de la abuela, en la comodidad de nuestro hogar, no es una tarea complicada. Tan solo tendremos que conocer algunos de los trucos que llevan a cabo en los asadores, y para esto estamos aquí; para enseñártelos.

Por supuesto, la elección de la materia prima, tiene que ver y mucho con la calidad del resultado final.

Muchos de estos locales emplean pollos picantones, que no suelen superar el medio kilo de peso y, que apenas llegan al mes de vida.

En España, podemos encontrar el pollo de raza Prat, que presume de ser el único con indicación geográfica protegida (IGP). También, en los mercados, hay disponibles pollos ecológicos.

En cualquier caso si te gusta el pollo, no te pierdas también esta otra receta de la abuela: Pollo en salsa de la abuela

¡A la cocina!

Ingredientes

Instrucciones

  1. Como observaréis, los ingredientes son sencillos y accesibles. La magia de esta receta de pollo al horno, reside sobre todo en los detalles. No pierdas hilo de los consejos que iré dando a lo largo de la receta. Lo primero, ¿Qué recipiente empleamos para el asado? Idealmente, una bandeja para horno. Esto quiere decir que, pese a que podamos usar una fuente o similar, lo ideal es una bandeja para horno, donde el pollo tendrá más superficie expuesta al calor circulante, logrando emular de mejor forma las condiciones de un asador.
  2. Tal vez, seas un poco quisquilloso, y no quieras manchar o deteriorar tu bandeja con los asados, o quien sabe, si de tanto utilizarse, la comida ya se agarra con relativa facilidad. Para mitigar este problema, existe un invento genial que se llama Silpat, que no es más que una lámina de silicona resistente y reutilizable, que nos permitirá hornear hasta +280 °C.
  3. Pero volvamos al pollo. Antes de nada, pelaremos cuatro patatas Kennebec. Las cortaremos en rodajas, o también conocido como 'panadera', lo que supone unos 5 mm. de grosor aproximadamente. Las dispondremos en la base, tratando de que no se solapen. Sazonaremos con alegría. Mientras tanto, vamos a poner el pollo a punto.
  4. Para que el pollo quede rico y sabroso, debemos aderezarlo con brío, en abundancia. La carne de pollo, por si sola, siempre que no se vaya a cocinar al carbón o similar, suele quedar bastante sosa. Aquí un inciso, que no lo he advertido; el ave puede estar entera, en cuartos, o como deseemos. Seguidamente, mezclamos la sal y la pimienta negra recién molida, y espolvoreamos bien, tanto por dentro, como por fuera. A continuación, introducimos en la cavidad del animal un manojo de tomillo y los ajos.
  5. Lavamos y cortamos los pimientos. Eliminamos el nervio y despepitamos. Para cortarlos, simplemente hacemos tiras de 3 cm. de ancho aproximadamente. Colocamos el pollo en el centro de la bandeja, sobre las patatas, con las patas boca arriba. Debe de quedar ligeramente levantado, para que cuando añadamos los líquidos, estos, no entren en contacto con el pollo, ya que de este modo se acabaría cociendo y no asando, que es nuestro objetivo.
  6. Llega el momento de ponerle la nota cítrica. Exprimiremos y colaremos el zumo de un limón y embadurnaremos el pollo. También, ahora, pondremos el aceite de oliva. Con cuatro cucharadas será más que suficiente, dado que el pollo, en su piel, ya tiene bastante grasa. Por último, verteremos sobre el pollo el vino rancio. Alrededor del mismo dispondremos los pimientos que habíamos cortado. Agregaremos también medio vasito de agua o, si tuviéramos, de caldo de pollo.
  7. Toca precalentar el horno. A menudo, creemos que la posición calor arriba y abajo, es la óptima para asar. La mayoría de hornos, incluso sin ser demasiado modernos, nos brindan un amplio abanico de posibilidad para calentar de diferentes formas el habitáculo. Para el pollo asado, lo mejor es colocar calor arriba con el ventilador, a unos 180 °C, e introducir la bandeja en posición media. El calor abajo resulta del todo ineficaz, y puede acabar quemando las patatas.
  8. Lo mantendremos en la misma posición durante 45 minutos, e iremos, si nuestro tiempo nos lo permite, rescatando parte de los jugos y vertiéndolos sobre el pollo. Con dos veces será suficiente, puesto que de otro modo el horno bajará mucho de temperatura. Por tanto, esta operación tendrá que hacerse rápidamente. Transcurrido el tiempo, le daremos la vuelta, y lo mantendremos por unos 40 minutos más. Para finalizar, y obtener esa piel tostada y crujiente, subiremos el horno a 240 °C, y hornearemos durante 10 minutos.
  9. Finalmente, lo sacaremos del horno, cortaremos y serviremos. En un plato, pondremos las patatas, a las que bañaremos con la salsa, y al lado, un trozo de pollo. Hay a quien le gusta el pollo salseado, pero si se hace esto, se pierde el crujiente que habíamos buscado con ese golpe último de calor. ¡Disfrútalo como quieras!


Canal FSemana Recetas : Fabes con almejas Receta de la Abuela

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Fabes con almejas Receta de la Abuela


Las fabes con almejas son un plato típico de la cocina asturiana, en el que como elementos protagonistas encontramos, como su propio nombre indica; fabes y las almejas.

Es una elaboración relativamente reciente, pues las primeras referencias a esta receta datan del siglo XIX.

El consumo de fabes sí que es algo más antiguo, ya que se remonta al siglo XVI, siendo muy apreciada la variedad de la Granja.

Anterior a las fabes con almejas, es la fabada asturiana, que cuenta con orígenes humildes, y que algunos ubican en el siglo XVIII.

No existen demasiados indicios escritos de aquella época, y no es hasta el año 1884, cuando en el diario gijonés El Comercio, aparece por primera vez una mención a la fabada, aunque sin especificar la receta.

Cómo hacer fabes con almejas receta de la abuela asturiana


Esta judía seca, de la variedad más tradicional Granja Asturiana, es un sello de garantía que indica que se ha producido y manufacturado en Asturias. En las etiquetas, de forma obligatoria, debe aparecer la mención de Indicación Geográfica Protegida Faba Asturiana o Fabes de Asturias.

Por supuesto, no podemos pasar por alto, la calidad de las almejas. Emplearemos almeja gallega, de la cual, podemos encontrar diversas variedades en el mercado, a saber: fina o de carril, rubia, japónica y blanca o babosa.

Preferiblemente, seleccionaremos la almeja de carril, que aunque más cara, posee una textura y sabor inigualables. En cualquier caso, si contamos con un presupuesto un poco más ajustado, el resto de opciones tampoco desmerecerán nuestro plato.

Es un plato, como todos los de cuchara, que debe hacerse con tiempo, ya que las judías necesitan quedarse en remojo la noche anterior.

Además, para conseguir todo ese sabor a mar que se pretende, emplearemos un fumet de elaboración propia.

Paciencia, mimo y esmero son las claves para llevar a cabo unas fabes con almejas de quitar el sentido.

Ingredientes

Instrucciones

  1. La víspera, o sea, la noche anterior, pondremos las fabes en remojo. Para ello las dispondremos en un bol amplio y las cubriremos generosamente con agua fría. Las mantendremos ahí al menos 12 horas antes de cocerlas. Recordad que la fabe absorberá bastante agua, por lo que es preferible pasarse que quedarse corto. Por supuesto, mejor si es con agua mineral.
  2. A la mañana siguiente, lo primero que tenemos que marchar es el fumet. Para hacer un buen caldo de pescado lo mejor es que pidamos a nuestro pescadero un kilo de morralla, al que le puede acompañan algún cangrejo o galera. En su defecto, podríamos utilizar hueso de rape o similar. También puede asesorarnos el pescadero en función de lo que tenga disponible ese día.
  3. Previamente, cortaremos la cebolla, el puerro, el tomate y la zanahoria en trozos bastos. En una cacerola alta de acero inoxidable, pondremos una nuez de mantequilla, y un chorrito de aceite de oliva virgen extra, para evitar que esta se queme. Saltearemos las hortalizas a fuego vivo, y cuando hayan tomado algo de color, agregaremos la morralla. Rehogaremos bien.
  4. Seguidamente, cubriremos con agua mineral, unos 2 l. aproximadamente, para obtener 1,2 l. de caldo de pescado. Mantendremos a fuego máximo hasta que arranque a hervir, momento en el que bajaremos a fuego medio. Pondremos a punto de sal, y en caso de tener por casa, también agregaremos unas hebras de azafrán y el laurel. Herviremos durante 30 minutos. Apagaremos, colaremos y reservaremos.
  5. Ahora le toca el momento a las fabes. Hay quien le gusta cocerlas con alguna hortaliza, pero nosotros ya las hemos empleado para el fumet. No queremos enturbiar más el caldo, y tampoco nos aportarían gran cosa. Por tanto, las coceremos tan solo con el fumet. Escurriremos las fabes y las echaremos en una cacerola amplia, y cubriremos con fumet dos dedos por encima del nivel de la fabe.
  6. En caso de ser necesario, agregaremos agua hasta cubrir completamente. Llevaremos a ebullición con el fuego al máximo, y cuando rompa a hervir, lo bajaremos. Iremos retirando la espuma con ayuda de una espumadera. Se demorarán al menos 2 horas. Entretanto, iremos probando el punto de sal, y añadiendo más agua o caldo si nos hubiera sobrado, de ser necesario.
  7. Transcurrido el tiempo, y tras haber comprobado que la fabe está cocida, las retiraremos del fuego y reservaremos. Deberíamos haber dejado, al inicio de la cocción, las almejas en remojo. Esto se hace para eliminar la posible tierra que pudieran tener. Las colocaríamos en un bol, con agua helada y una pizca generosa de sal de marina durante unas 2 horas aproximadamente.
  8. Las escurriremos y secaremos bien con un paño limpio de algodón. En una sartén de hierro, pondremos un chorrito de aceite de oliva virgen extra. Pondremos la sartén prácticamente a punto de humo, pero a fuego medio, y agregaremos la cebolla y el ajo cortados en brunoise (en forma de dados pequeños). Cuando estén cocinados, y justo antes de que se doren, añadiremos las almejas junto al fino de jerez. Subiremos el fuego al máximo, y colocaremos una tapa. Deberían estar abiertas en unos pocos segundos.
  9. Retiraremos la tapa, bajaremos el fuego al mínimo, e incorporaremos el pimentón con la harina, removeremos unos segundos. Ya fuera del fuego, espolvorearemos perejil fresco picado. Volcaremos las almejas en la cacerola de las fabes, y con el fuego al mínimo, cocinaremos y fusionaremos los sabores por 3 o 4 minutos como mucho, ya que no queremos pasar la almeja.
  10. Dejaremos reposar unos minutos antes servir. Tradicionalmente, se ha servido en cazuelas de barro y hasta parece que saben más buenas en ellas.



Tres naves espaciales de 150 millas de ancho están en camino a la Tierra: observadas por HAARP, el sistema de investigación espacial

 

Tres naves espaciales de 150 millas de ancho están en camino a la Tierra: observadas por HAARP, el sistema de investigación espacial



ufoymisterios


En el siglo XXI, los encuentros con ovnis se han vuelto cada vez más comunes, particularmente porque se ha vuelto casi imposible distinguir entre avistamientos accidentales de ovnis y avistamientos reales de ovnis.

Los departamentos especiales de defensa aérea, así como otros elementos como los laboratorios subterráneos, se han coordinado de manera efectiva y hemos proporcionado evidencia para respaldar estas acusaciones.

No podemos descartar la idea de que las agencias de inteligencia hayan analizado muestras de naves extraterrestres o incluso del propio extraterrestre, vivo o muerto. Los científicos son los que investigan estos temas y están obligados a compartir sus hallazgos con nosotros.

Tres enormes barcos se acercan peligrosamente a nuestro mundo, según SETI, la Agencia de Investigación Inteligente Extraterrestre. El más grande tiene 150 millas de largo y 150 millas de ancho.

El sistema de investigación espacial HAARP, creado para investigar los fenómenos de la aurora boreal, ha observado estos objetos.



Otras afirmaciones indican que estos objetos son satélites extraterrestres que serán visibles desde la Tierra después de pasar por la órbita de Marte. La llegada de las naves será la primera vez que los humanos entren en contacto con razas alienígenas en la historia.

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El Galaxy 15 de Intelsat silencia la carga útil a medida que se desplaza hacia otras rutas satelitales

 

El Galaxy 15 de Intelsat silencia la carga útil a medida que se desplaza hacia otras rutas satelitales




skycr.org

Sin embargo, Galaxy 15 continúa saliendo de su posición en la órbita geoestacionaria a 133 grados Oeste, y «pronto comenzará a transitar a través de ubicaciones orbitales con licencia para otros satélites», dijo un portavoz de Intelsat.

“Intelsat está trabajando en estrecha colaboración con los operadores afectados para minimizar el impacto de estos transitorios”, dijo el portavoz por correo electrónico.

“Con la carga útil silenciada, el enfoque de esta coordinación asegura que los procedimientos de ‘sobrevuelo’ estén coordinados para que la nave espacial evite una colisión física. Esta es una parte normal de las operaciones de las naves espaciales que se ejecuta regularmente y presenta un riesgo mínimo”.

Intelsat dijo que ha trasladado con éxito a todos los clientes de Galaxy 15 a su satélite Galaxy 23 como parte del programa de protección en órbita de la compañía.

SpaceX está programado para lanzar Galaxy 33, el reemplazo de Galaxy 15, “el 8 de octubre de 2022 o alrededor de esa fecha”, agregó el portavoz.

El operador espera trasladar a los clientes del Galaxy 23 al Galaxy 33 una vez que el satélite entre en servicio en noviembre.

Galaxy 33 es uno de los dos satélites que Intelsat ordenó en 2020 a Northrop Grumman como parte de los esfuerzos para abandonar el espectro de banda C en los Estados Unidos.

Intelsat dijo que la anomalía en Galaxy 15, que lleva 24 transpondedores de banda C que atienden a clientes de medios en América del Norte, no tendrá impacto en el cronograma general para cumplir con los plazos regulatorios para despejar la banda C.

La compañía está en línea para recibir casi $ 5 mil millones en total de la Comisión Federal de Comunicaciones si cumple con la fecha límite final de compensación de espectro de diciembre de 2023 del regulador.

Galaxy 15 también tiene una carga útil de banda L que ya no está en uso. Lanzado en 2005, el satélite fue construido por Orbital Sciences Corp., ahora parte de Northrop Grumman.

Intelsat dijo el 19 de agosto que había perdido la capacidad de comandar Galaxy 15 después de que el satélite probablemente fuera golpeado por una tormenta geomagnética que dejó fuera de servicio la electrónica a bordo.


Capitanía Marítima investiga un vertido de 600 toneladas de parafina en aguas del Estrecho tras la colisión de dos buques

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