Incendio en Sants. Se desata un fuego en pleno parque de los jardines de Can Mantega, ubicados en la calle de Joan Güell. Las llamas han comenzado a expandirse sobre las 18:00 horas y ya han afectado a varios arbustos de la zona verde. Un árbol también está envuelto en llamas.
Así lo ha constatado el usuario @eloimauri a través de un tuit, donde puede observarse cómo arde la vegetación en la zona más cercana a la acera y carretera de Joan Güell.
Las llamas han generado una gran columna de humo que puede observarse desde la lejanía. Por el momento, se desconocen las causas del incendio y los bomberos todavía no han llegado al lugar mientras el fuego se extiende sin control.
Nueva pelea en los alrededores de una discoteca de Barcelona. Más de una decena de personas protagonizaron una pelea multitudinaria a las puertas de la discoteca Draco, ubicada en la Ca l’Alegre de Dalt, 55, en pleno barrio de Camp d'en Grassot i Gràcia Nova.
El conflicto empieza, según un metraje difundido en redes sociales, con un grupo de personas intentando sacar de dentro del recinto a otras y propinando golpes mientras se amontonan en la entrada. Los hechos tuvieron lugar durante la pasada madrugada y se saldó con daños a varias motos, además de los golpes con varios objetos que se propinan entre varias personas. Según apuntan los vecinos, algunos de los implicados en la reyerta son los porteros del establecimiento.
UN LOCAL CONFLICTIVO
La discoteca Draco es relativamente nueva, pues abrió hace dos meses. No obstante, antes de ello, ya había otro local de ocio nocturno llamado Canela, y, anteriormente, era la sala KGB, dos locales en los que ya se produjeron altercados de distinta índole. Los propietarios del local, explican los vecinos, aseguraron que se cambiaría el tipo de clientela y de actividades que se llevaban a cabo en el lugar. Lamentan que, finalmente, "todo siga como siempre".
En este sentido, claman por una solución porque "no quieren más violencia en sus calles".
Operación policial contra el tráfico de drogas en Barcelona. Agentes de la Guardia Civil Algericas registra, desde las 4:30 horas de esta madrugada, un céntrico piso del Eixample, según avanza Crónica Global y han confirmado fuentes policiales en un comunicado. Varias decenas de policias se han desplegado en un piso de la calle de Urgell número 100 del céntrico distrito barcelonés.
OPERATIVO INTERNACIONAL
El registro se enmarca en una operación contra el tráfico de cocaína a escala internacional y se ha desarrollado en distintas comunidades autónomas a la vez. El motivo del dispositivo se centra en el clan albanés de los Farruku, investigado por su vinculación con el asalto a la casa del empresario y ventrílocuo José Luis Moreno, que además recibió una brutal paliza.
Fuentes del instituto armado han confirmado a Crónica Global que "ya se han efectuado varias detenciones de los presuntos líderes del clan", aunque no han detallado más información, ya que el operativo continúa en estos momentos. En total el instituto armado ha desplegado a más de 250 agentes en Madrid, Málaga, Toledo, Barcelona y Cádiz.
CLAN FARRUKU
Los registros derivan de una investigación iniciada por la Guardia Civil de Algeciras a raíz del hallazgo de dos toneladas de cocaína en el puerto de esta localidad. El clan Farruku se dedica a efectuar robos en domicilios, al tráfico de cocaína y se le vincula con varios crímenes relacionados con el narcotráfico. En 2019 su presunto líder, Kreshnik Farruku, fue detenido en Madrid después de que Italia emitiera en 2018 una orden de detención. Kreshnik Farruku fue investigado por el asalto al domicilio del empresario José Luis Moreno en 2007 y por la muerte a tiros en un hombre en El Molar (Madrid) en 2008. También sospechan que mató al que fue su jefe en 2010 para adoptar el rol de líder de la banda criminal.
FUGA DE LA CÁRCEL
Más tarde, el líder fue detenido en la capital catalana cuando transportaba 20 kilos de cocaína. Por estos hechos ingresó en prisión, pero se fugó durante un permiso. No obstante, lo localizaron junto a su hermano, Erniu, que se cree que pasó a encabezar el grupo criminal.
Los punteros son la cara más visible del tráfico de drogas en el Gòtic. Estos individuos se dedican a la captación de turistas, a los que incitan a ir a asociaciones cannábicas de la zona a cambio de una pequeña comisión. La actividad, además de ser completamente ilegal, genera muchos problemas en este barrio, fuertemente azotado por la delincuencia y la inseguridad. Según explican fuentes vecinales a Metrópoli, los punteros están enquistados desde hace años y suponen un problema de salud pública.
Cualquiera que recorra las calles del casco antiguo barcelonés puede observar cómo trabajan estos individuos. Se sitúan en las esquinas de las calles a la espera de que algún turista caiga en su trampa. Algunos hasta han montado su pequeño rincón con cartones en los que sentarse, lo que hace pensar que pasan largas horas en esta actividad. Si se presta atención, se puede ver cómo los punteros, que suelen ser hombres de origen magrebí, intercambian conversaciones con jóvenes turistas. Según ha podido comprobar este diario, tras algunas negociaciones, los punteros entregan la droga a los extranjeros. Otra manera de trabajar de estos individuos es pasear por el barrio pronunciando "Coffee shop" cuando alguien pasa por su lado, a expensas de captar algún cliente. Metrópoli ha podido comprobar este modus operandi, pero tiene conocimiento que los punteros también trasladan a los clientes hacia las asociaciones. Los acompañan, y una vez allí los invitan a entrar, o les hacen esperar en la puerta.
LAS CANNÁBICAS EN BARCELONA
El funcionamiento de las asociaciones cannábicas en Barcelona dio un giro de 180 grados a partir de junio de 2020. Hace unos años, era el Ayuntamiento de Barcelona el que se encargaba de las ordenanzas municipales de estas asociaciones. A partir de una sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Catalunya (TSJC) se dictaminó que el consistorio no tenía competencias para estas regulaciones. En ese momento fue cuando se prohibió el consumo de marihuana dentro de los locales, entre otras modificaciones.
Asociación cannábica ubicada en El Gótic / MA
El consistorio, según explicó en una nota de prensa, defiende que es necesaria la regulación de estos locales con finalidades terapéuticas: "Se ha demostrado que es eficaz para tratar el cáncer y otras enfermedades". Pero lo cierto es que las asociaciones cannábicas no actúan para este tipo de situaciones, sino que por norma general operan como lugares de ocio para turistas. Desde verano de 2021, las asociaciones solo pueden funcionar como clubs sociales privados y tienen completamente prohibido promover el consumo, la venta y el cultivo de marihuana, pero no todas las asociaciones están cumpliendo con esta normativa. El claro ejemplo de este fenómeno es la presencia de punteros en Ciutat Vella, que se sitúan en las calles más transitadas para captar turistas, a los que conducen hasta las asociaciones para incentivarlos a consumir.
INSEGURIDAD VECINAL
Marta, una vecina del Gòtic, vive en primera persona las consecuencias de los punteros. Su domicilio se encuentra encima de una asociación cannábica y sabe perfectamente cómo es su manera de trabajar. "Los captadores se llevan una pequeña comisión por cada nuevo cliente que consiguen, pero les da igual el tipo de cliente. Al final, siempre acaban viniendo el mismo perfil de gente: turistas de 18 años que lo ponen todo perdido, como si no tuviéramos suficientes problemas con el tema de la limpieza en este barrio", lamenta.
A todo esto hay que sumarle que no solo abordan a los turistas, sino que también lo hacen con los vecinos, que ya se han acostumbrado a la situación que tanto malestar les genera. "Tengo a un par de punteros fichados, pero hay muchos diferentes, que no conocen a los vecinos y también nos molestan a nosotros, ofreciéndonos droga constantemente. Esto, además de incómodo, es ilegal", dice la joven, que asegura que el perfil del puntero suele ser de jóvenes de entre 30 y 45 años que van en patinete eléctrico en busca de clientes.
Asociación cannábica ubicada en El Gótic / MA
Luisa tiene 48 años y es vecina del Gòtic de toda la vida. Forma parte de la red vecinal Fem Gòtic, que lucha para visibilizar los problemas del barrio. La vecina ha explicado detalladamente los problemas que generan los punteros. "Nos perjudica porque nuestros hijos lo ven a diario. Les da igual donde ponerse y a veces se colocan a pocos metros de las escuelas", lamenta la mujer, con un nombre anónimo. Luisa no quiere que nadie sepa su verdadera identidad por miedo a estos captadores. No sería la primera vez que tiene problemas por luchar contra este negocio fraudulento que está degradando su barrio. Tal como dice ella misma a este medio, los ha tenido que denunciar en dos ocasiones distintas por amenazas. "Me intentaron pegar dos veces y la policía me tenía vigilada las 24 horas al día para que no me hicieran nada".
Esta vecina no quiso seguir con el proceso penal contra estos delincuentes. El motivo fue las mismas advertencias de la Guardia Urbana de Barcelona, que le dijeron que si quería ampliar la denuncia, los punteros tendrían acceso a todos sus datos personales por medio de su abogado, hecho que pondría en riesgo su integridad física. "Es paradójico que te animen a denunciar, pero que, a su vez, esta denuncia te deje aún más desprotegida", lamenta la mujer.
DEGRADACIÓN DEL BARRIO
Los vecinos no son los únicos que sufren las consecuencias de los punteros. Los comercios locales están viviendo de primera mano este fenómeno. "Estos captadores ilegales se ponen en los pilones que hay al lado de los negocios e intimidan a los clientes. Hecho que provocó la bajada de las ventas", dice Luisa. Los punteros enquistados en el Gótic traen consigo más delincuencia. Algunos ladrones fingen ser captadores para robar a los turistas. Otros no se conforman con conducirlos hasta las asociaciones cannábicas, sino que les ofrecen droga en la calle: desde marihuana hasta cocaína, pasando por una infinidad de opciones.
"Estamos hablando de un problema de salud pública. Están haciendo publicidad e incitando al consumo de un tipo de asociaciones cannábicas completamente ilegales, además de ofrecer droga a menores de edad. Queremos que la Administración dote a la Guardia Urbana y a los Mossos de las herramientas necesarias para hacer frente a este problema que llevamos seis años arrastrando. La situación es desesperante", concluye Luisa.
FRUSTRACIÓN POLICIAL
Fuentes no oficiales de la policía han explicado a Metrópoli cómo trabajan estos delincuentes, así como la frustración que sienten los agentes del grupo de Delincuencia Urbana, que son incapaces de erradicar este problema por culpa del vacío legal que hay con las asociaciones cannábicas y con los punteros, al no estar considerados legalmente como traficantes de droga. Tal como aseguran a este medio, cuando se detiene a un puntero y este pasa a disposición judicial, acaba quedando en libertad con cargos, por lo que vuelven a su negocio fraudulento sin ningún tipo de consecuencia.
Aun así, la policía municipal de la capital catalana va realizando campañas para acabar con estos individuos. Trabajan identificando a los turistas después de salir de las asociaciones. Hablan con los compradores –que previamente han podido comprobar que han sido captados por los punteros– y les piden el máximo de detalles posibles de los captadores. "En muchas ocasiones se asustan porque creen que les vamos a multar a ellos, pero realmente quien está cometiendo la ilegalidad es la persona que los incita a entrar en este tipo de asociaciones", explican. Gracias a la información de los turistas, los agentes pueden ir realizando actas, que permiten realizar detenciones o inspecciones en locales.
Agresiva reacción de un joven en las calles de Vigo. La Policía Local de la ciudad gallega preguntó a un chico, de 19 años y nacionalidad marroquí, de dónde había sacado un teléfono móvil que acababa de tirar a la basura. Pero este, lejos de contestar, se enfrentó con los agentes y les intentó morder y dar cabezazos mientras repreguntaban la procedencia del terminal que pocos minutos antes llevaba en las manos. Los hechos, según ha comunicado el cuerpo este martes, se produjeron este lunes por la noche, hacia las nueve y media, en la calle Pizarro.
Una discusión, un móvil y cabezazos
Los agentes presenciaron una fuerte discusión entre dos hombres. Uno de ellos, además, tiró un teléfono móvil al suelo para después recogerlo y tirarlo a la papelera. El joven abandonó poco después la calle Pizarro de Vigo y uno de los policías municipales se hizo con el terminal con el fin de averiguar su procedencia. Pero no les dio tiempo, porque poco después localizaron al chico que había tirado el terminal móvil en la papelera, en la calle Urzáiz. Fue entonces cuando se inició la agresión a los agentes, una vez estos le preguntaron por el origen del móvil que había en la basura. La reacción fue muy violenta: con gritos y amenazas.
Por ello, los policías locales procedieron a reducirlo y lo inmovilizaron mientras el joven les propinava patadas e intentaba agredirlos. Pidieron refuerzos. Y otra unidad llegó a la calle Urzáiz de Vigo. Poco después consiguieron que se identificara verbalmente, momento en el que volvió a mostrarse violento y golpeó la cabeza| contra una cristalera de acceso a un edificio. Ante estos hechos, los agentes lo inmovilizaron nuevamente y, en aquel momento, el joven intentó morderlos y dar un cabezazo contra uno de ellos. Finalmente fue reducido y detenido como presunto autor de un delito de desobediencia y resistencia a la autoridad.
El presunto homicida, Connor Sturgeon, fue “neutralizado” por la policía. Nueve personas han resultado heridas y dos de ellas se encuentran en estado crítico
Un tirador ha matado este lunes a cinco personas en un banco del centro de Louisville, la ciudad más poblada del Estado de Kentucky, en el sureste de Estados Unidos. Connor Sturgeon, el atacante, de 23 años, que también ha muerto en el suceso, tenía una relación con el lugar del crimen. Jacquelyn Gwinn-Villarroel, la jefa interina de policía de la ciudad, ha confirmado esta tarde que era empleado de la entidad donde se han producido los hechos, el Old National Bank. Esto hizo posible que el homicida, armado con un rifle AR-15, pudiera entrar a la sucursal bancaria alrededor de las 8.30 (14.30 en España), antes de que esta abriera sus puertas al público. La respuesta de la policía fue clave para evitar que la tragedia fuera mayor, aunque los disparos también hirieron a nueve personas, dos de ellas ahora en “situación crítica”. Los agentes llegaron al lugar tres minutos después del primer disparo.
La jefa de policía ha identificado esta tarde a las víctimas del incidente. Todas ellas eran empleados del banco. Estos eran Thomas Elliot, de 63 años, el vicepresidente del Old National Bank; Jim Tutt, de 64 años, un ejecutivo; Josh Barrick, de 40 años, y vicepresidente de operaciones de bienes raíces, y Juliana Farmer, de 45 años, una empleada del área comercial. Horas más tarde, las autoridades informaron de una quinta víctima, quien pereció en el hospital: Deana Eckert, de 57 años
El departamento de policía ha afirmado que dos de los heridos son agentes de policía que respondieron a la llamada de emergencia. Uno de ellos, Nickolas Wilt, de 26 años, se graduó de la academia en marzo, recibió un disparo en la cabeza durante la confrontación con el atacante. Wilt fue operado de emergencia y se encuentra “en condición crítica, pero estable”.
En un vídeo publicado en las redes sociales pueden escucharse los disparos dentro de la oficina bancaria. “¡Tirador activo en el banco!”, grita un policía a los peatones. Sturgeon, ha confirmado la policía, estaba transmitiendo en directo el ataque contra sus compañeros de trabajo. Las autoridades están tratando de bajar las imágenes de la Red.
La rueda de prensa de esta tarde, la tercera desde que ocurrió el tiroteo, ha puesto de manifiesto cómo un suceso de estas características puede impactar en una ciudad de tamaño mediano como Louisville, de 630.000 habitantes. El gobernador de Kentucky, el demócrata Andy Beshear, ha señalado que dos de las víctimas eran amigos suyos, uno de ellos, Tommy Elliot, era “una de sus amistades más cercanas”, se lamentó. “Me ayudó a comenzar mi carrera como abogado, me ayudó a convertirme en gobernador y me dio consejos de cómo ser un buen padre... Era un amigo increíble”, aseguró el mandatario en una conferencia de prensa. El político era cliente de la sucursal atacada.
Mitch McConnell, líder de los republicanos en el Senado, emitió un comunicado en el que asegura estar “devastado” por el suceso ocurrido en su Estado natal. El presidente Joe Biden se lamentó por el incidente e hizo un llamado en las redes sociales para que los republicanos actúen para elevar los controles que permiten los accesos a las armas a nivel nacional. “¿Cuándo van a proteger a nuestras comunidades los republicanos en el Congreso?”, escribió el mandatario en Twitter.
Según las primeras versiones del suceso desde la escena del crimen, Sturgeon, un hombre blanco, se licenció en la universidad de Alabama. De acuerdo con la cadena CNN, empezó a trabajar durante los veranos en el Old National Bank en 2018 y se convirtió en empleado fijo de la institución desde abril del año pasado. No se sabe aún qué motivos pudo tener para abrir fuego contra sus excompañeros. La jefa de policía no ha señalado cómo es que el empleado se hizo con el rifle AR-15.
La policía informó en un primer momento vía Twitter de que el tirador había sido “neutralizado”. En la conferencia de prensa, Gwinn-Villarroel, ha especificado que el atacante murió por la respuesta de la policía. Después de confirmarse la muerte del tirador, la zona fue declarada fuera de peligro. El incidente ocurrió en una de las zonas más concurridas de la ciudad, a pocos metros del estadio de béisbol Slugger Field, sede de un popular equipo de ligas menores. Louisville se encuentra junto al río Ohio, la frontera natural con el Estado de Indiana.
El alcalde de Louisville, Craig Greenberg, llegó al cargo con la promesa de luchar contra la creciente violencia armada y de impulsar algunas iniciativas para hacer más difícil la venta de pistolas y rifles en un municipio que permite llevarlas en público sin necesidad de permisos. Hacia el final de su campaña, un individuo se presentó en sus oficinas y abrió fuego contra él y otras cuatro personas. Una bala le rozó. Hoy ha vuelto a denunciar en una conferencia de prensa el daño que las armas causan a su ciudad. “Soy un sobreviviente de un tiroteo a un lugar de trabajo y sé que la gente, haya sido herida o no, está dolida. Estamos aquí para ustedes”, añadió.
El sector inmobiliario insiste en que tanto la medida que limita al 2% la subida del precio del alquiler en los contratos que deban revisarse – impuesta desde abril del año pasado-, como la prórroga de seis meses a los alquileres que terminen antes del 30 de junio, están reduciendo la oferta de forma abrupta. Los caseros están optando por pasarse al alquiler turístico o temporal, puesto que estas medidas del Gobierno sólo afectan a los arrendamientos de vivienda habitual.
«Muchos propietarios están recurriendo al arrendamiento para uso distinto del de vivienda que recoge el artículo 3 de la Ley de Arrendamientos Urbanos (LAU) para poder dar esquinazo a estas medidas», asegura Arantxa Goenaga, socia y abogada de Círculo Legal. La experta señala que el principal objetivo de los caseros es «poder decidir sobre la fecha de finalización del contrato para recuperar la propiedad y aplicar las subidas de precio que se considere oportunas».
La letrada indice en que el alquiler turístico o temporal es legal, pero cada vez es más frecuente encontrar casos «que se amparan en esta figura pero que, en realidad, esconden un alquiler residencial convencional». Este sería uno de los trucos a los que están recurriendo los propietarios que están en desacuerdo con la iniciativa del Gobierno, pero en realidad que no quieren retirar su casa del mercado de alquiler convencional.
Desde la Asociación de Propietarios de Vivienda en Alquiler (ASVAL) explican que la limitación del 2% a las subidas del alquiler sin establecer compensaciones, al igual que el resto de las medidas que sobrerregulan este sector, «genera una gran inseguridad jurídica en el mercado» lo que provoca que los propietarios retiren sus viviendas del mercado del alquiler.