“Sólo conté el 10% de lo que podía contar”, aseguraba Alexéi Savichev. “Y por este 10% ahora tengo que esconderme y huir como una rata por toda Rusia”. El exmercenario del Grupo Wagner contestaba así a las preguntas del medio ruso independiente Vertska tras la publicación de una videollamada en la que el propio Savichev reconocía haber asesinado a decenas de civiles ucranianos, entre ellos niños, mientras combatía a las órdenes del líder de Wagner, Yevgeny Prigozhin. Detrás de la grabación estaba el activista ruso Vladimir Osechkin, un reconocido disidente de Putin exiliado desde 2015.
La plataforma en defensa de los derechos humanos que dirige Osechkin, Gulagu.net, había publicado horas antes unas imágenes en las que tanto Savichev como Azamat Uldarov, otro antiguo combatiente de la compañía militar privada vinculada al Kremlin, confesaban algunos de los crímenes de guerra que habían cometido en Soledar y Bajmut, dos de las ciudades más castigadas por la invasión. “Nos ordenaron limpiar y destruir a todo el mundo”, afirmó Uldarov.
Los dos excombatientes, que están entre los 45.000 presidiarios reclutados por Prigozhin en las cárceles rusas –y posteriormente indultados por haber combatido en Ucrania–, contaron cómo llegaron al frente del este “con 150 combatientes de Wagner matando a todo el mundo: mujeres, hombres, ancianos y niños, incluidos pequeños de cinco años”. Según Uldarov, las órdenes venían directamente de Prigozhin, que insistía en “no dejar salir a nadie con vida”.
No hay verificaciones independientes que confirmen estos hechos, pero el relato de Savichev ofrece detalles concretos. El exconvicto dijo haber ordenado la ejecución de 70 reclutas por negarse a obedecer órdenes. En otro momento, siempre según su versión, arrojó varias granadas a una fosa llena de prisioneros ucranianos y desertores de Wagner, antes de quemar sus cuerpos. No fueron sus únicas confesiones.
Uldarov, por su parte, aseguró que la cúpula del grupo le ordenó matar a menores de edad en Soledar y Bajmut. El exconvicto reconoció haber asesinado a una niña: “Tenía entre 5 y 6 años, y le disparé para confirmar que estaba muerta”. “No se me permitía dejar salir a nadie con vida, porque mi orden era matar a todo lo que se interpusiera en mi camino. Ves que sostengo un cigarrillo en esta mano. Con esta mano cumplí órdenes y maté a niños”.
Uldarov dijo que la confesión buscaba que se supiera la verdad “en Rusia y en otras naciones”. Pero Prigozhin describió los testimonios como una “mentira descarada”. El jefe de Wagner considera que Gulagu.net es una plataforma dirigida por la CIA y el MI6, el servicio de inteligencia exterior británico. “En cuanto a lo que [Osechkin] grabó, puedo decir lo siguiente: si se confirma al menos una de estas acusaciones contra mí, estoy dispuesto a rendir cuentas de acuerdo con cualquier ley”, escribió en su canal de Telegram.
“No serán ‘civiles’ para nosotros, y menos aún niños, a los que nunca hemos tocado ni tocamos. Esto es una mentira flagrante. Estas personas [en referencia a los excombatientes de Wagner que ofrecieron su versión de los hechos] son nuestros enemigos, y nos ocuparemos de ellos de manera especial”, sentenció el oligarca ruso, fundador de una red implicada en numerosas violaciones de los derechos humanos en los lugares en los que opera. Desde la República Centroafricana hasta Siria, pasando por Malí.
El exmercenario ruso que huyó a Noruega en enero en busca de asilo, Andrey Medvedev, identificó a combatientes de Wagner en el vídeo filtrado la semana pasada que mostraba la decapitación de un soldado ucraniano. “Medvedev reconoce sin lugar a dudas a sus colegas”, trasladó el propio Osechkin después de consultar las imágenes con el primer desertor reconocido de la organización.
Ucrania ya investiga los hechos
La Fiscalía de Ucrania anunció el lunes la apertura de una investigación para esclarecer los crímenes y depurar responsabilidades. El antiguo productor de televisión y jefe de la oficina presidencial, Andrii Yermak, miembro del núcleo duro de Volodímir Zelenski, dijo que “una confesión por sí sola no es suficiente”, pero garantizó que los culpables serían castigados. Será complicado. Savichev y Uldarov permanecen en Rusia, según Gulagu.net, donde corren el riesgo de ser silenciados.
“Los terroristas rusos han confesado el asesinato de niños ucranianos en Bajmut y Soledar”, escribió Yermak en Telegram. “Se trata de criminales de guerra de Wagner, pero esto arroja luz sobre los crímenes del Ejército ruso en Ucrania. Secuestran a nuestros hijos y los matan. Conoceremos todos los hechos sobre los crímenes y encontraremos a todos los que los cometieron. Estamos haciendo todo lo posible para traer de vuelta a nuestros hijos”.
En enero, la Administración Biden colgó al Grupo Wagner la etiqueta de “organización criminal transnacional” e impuso sanciones a las compañías que continúan respaldando sus actividades. El secretario de Estado norteamericano, Antony Blinken, anunció varias medidas destinadas a “atacar una serie de infraestructuras clave de Wagner, incluida una empresa de aviación utilizada por Wagner, una organización de propaganda de Wagner y empresas pantalla de Wagner”.
El grupo, reconocieron Savichev y Uldarov en la conversación telefónica con el disidente ruso, ha sufrido grandes pérdidas en el este de Ucrania. Estados Unidos cifra sus bajas en 35.000 efectivos desde el inicio de la invasión.