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El Sergas deberá pagar 10.000 euros a su viudo y 5.000 euros a cada uno de los hijos que tenía la pareja "porque no se le realizaron suficientes pruebas
El Tribunal Superior de Xustiza de Galicia ha condenado al Servizo Galego de Saúde a indemnizar con 20.000 euros a la familia de una mujer de 56 años a la que nadie diagnosticó un cáncer de pulmón, que solo se observó cuando se le practicó la autopsia. A la mujer, que había acudido hasta 26 veces en solo tres meses a distintos servicios de salud, solo se le diagnosticó una lumbalgia, para la que se le indicó un tratamiento con analgésicos. Pese a que el cáncer estaba en estado terminal, el Sergas deberá pagar 10.000 euros a su viudo y 5.000 euros a cada uno de los hijos que tenía la pareja, más los intereses de los últimos siete años, "porque no se le realizaron suficientes pruebas", informa La Voz de Galicia.
Los hechos sucedieron entre julio y septiembre de 2015, cuando la mujer acudió al centro de salud de Ponteareas con un fuerte dolor lumbar. Allí, le diagnosticaron lumbalgia y le recetaron analgésicos, antiinflamatorios y seguimiento. Sin embargo, la situación iba a peor y la mujer fue a varias consultas, entre ellas, a las urgencias del Complejo Hospitalario Universitario de Vigo. Allí le realizaron una radiografía de la columna, pero no apreciaron lesiones serias en los huesos, pero si otras de otro tipo, poco claros. Tras esta prueba, no se realizó otra radiografía y el dolor continuó. La mujer acudió al traumatólogo que le diagnosticó una discopatía, recetándole nuevos medicamentos. Como el dolor no remitía, la mujer continuó yendo a urgencias y a su centro de salud. En total lo hizo hasta en 26 ocasiones. Finalmente, la mujer falleció en su casa en septiembre de 2015.
Tras la autopsia, se halló un cáncer en el pulmón con metástasis en varios órganos. No obstante, las pruebas practicadas no dejan claro si la lumbalgia era consecuencia del tumor, pues el cáncer puede hacer una metástasis en los huesos, pero la autopsia no deja claro si se investigó esta posibilidad o no, expone el medio. En todo caso, el tribunal llegó a la conclusión de que no se hicieron las pruebas suficientes para un correcto diagnóstico. Tras la radiografía, se “debiera haber llevado a completar el estudio con otras técnicas más precisas, como pudiera ser un tac, para descartar otras patologías", expone. Igualmente, indica que no transcurrieron ni dos meses desde la primera vez que la mujer fue al médico por el dolor lumbar y su muerte. Esto indica su cáncer estaba ya muy avanzado, para el cual las expectativas que hubiera tenido si se hubiera diagnosticado la existencia del tumor en el mes de julio eran muy pocas.
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