El terror se hizo patente en el cielo cuando el pasado lunes 300 pasajeros de un avión de Air Europa que viajaba de Madrid a Montevideo sufrían un incidente que dejaba 30 heridos de diversa consideración y obligaba al piloto a realizar un aterrizaje de emergencia. El motivo: las turbulencias extremas que ya han dejado otros episodios similares en lo que va de año.
El más reciente, el pasado mes de mayo, cuando un hombre fallecía en un vuelo de Londres a Singapur con 211 pasajeros y 18 tripulantes, y otras treinta personas resultaban heridas -siete de ellas en estado crítico.
"Este tipo de turbulencias producen muchos heridos", explica Álvaro Gammicchia, portavoz del Colegio Oficial de Pilotos de la Aviación Comercial (COPAC), que asegura que existen dos tipos de turbulencias. Pero, ¿por qué se producen y cuál es la que afectó a estos vuelos?
¿Por qué se producen las turbulencias?
Podría decirse que la atmósfera terrestre está formada por un gran río de vientos que se desplaza generando ondas que se ajustan al espacio. Son, precisamente, estos movimientos aleatorios que se superponen al viento medio, los que provocan las turbulencias.
La AEMET define estas turbulencias como "toda variación de la intensidad y/o dirección del viento que genera aceleraciones verticales u horizontales que pueden modificar los parámetros de vuelo".
Aunque la sensibilidad de la turbulencia dependerá del tipo y tamaño de la nave, se puede sufrir efectos como el lanzamiento de los objetos por el aire. Esto también puede deberse a un cambio de velocidad que puede alcanzar hasta los 46km/h.
Tipos de turbulencia
La definición es simple: las turbulencias son remolinos de aire caóticos perturbados de un estado más tranquilo por diversas fuerzas. Según su intensidad, estas turbulencias pueden clasificarse como leve, moderada y severa, mientras que, según su causa, pueden dividirse en:
- Turbulencia mecánica: es la que ocurre cuando obstáculos tales como edificios, terreno irregular o árboles intervienen en el flujo normal del viento. Un ejemplo podrían ser las cadenas montañosas.
- Turbulencia convectiva o térmica: es la que detectan los radares meteorológicos por estar ligada a un fenómeno atmosférico. Se pueden prever.
- Turbulencia de aire claro: es la que se desconoce su existencia y no se prevé porque no está asociada a nubes que contienen rayos, truenos o granizo. Además, se producen en grandes altitudes. Esta es la que provocó el terrible incidente en el vuelo del pasado lunes.
Turbulencias de aire claro: imprevisibles
"Las turbulencias de aire claro se suelen dar en la fase de crucero (el tiempo en el que el avión se encuentra ya en altitud y velocidad constante) y son las más peligrosas, ya que muchas veces no estamos prevenidos de que están ahí", explica Francisco Cruz, colaborador del Departamento Técnico del Sindicato de Pilotos de España (Sepla).
Es, precisamente, esa falta de previsión la que lo empeora todo, pues ni el piloto ni los pasajeros saben lo que va a pasar, por lo que muchos ya viajan sin cinturón de seguridad. "La señal de cinturón no está encendida y la turbulencia entra muy rápido, lo que provoca una variación en la altitud muy brusca haciendo que las personas se golpeen contra el techo", detalla.
¿Por qué cada vez son más frecuentes las turbulencias?
El catedrático de Ingeniería Aeroespacial de la Universidad Politécnica de Valencia (UPV) Sergio Hoyas, considera que las turbulencias por tormentas se están agravando, sobre todo en el Atlántico norte, debido al cambio climático. Él es miembro de un equipo internacional que ha desarrollado una nueva técnica que permite estudiar la turbulencia de una forma diferente.
Según los expertos, con el cambio climático cada vez son más las tormentas inesperadas o grandes corrientes, e incluso hay algunos estudios, como el del científico británico Paul Williams que apuntan a que van a aumentar en un 50% los grandes problemas de turbulencias y la gravedad de los accidentes dentro del avión en los próximos años. Sin embargo, "la integridad del avión nunca se va a ver en peligro, no se va a caer, el problema es si no llevas el cinturón de seguridad, te golpeas contra el techo", explica el catedrático.