jueves, 31 de julio de 2025

Sumergible encuentra criaturas prosperando en las partes más profundas del océano

 

Un viaje submarino ha revelado una red de criaturas que prosperan en el fondo de las fosas oceánicas de aguas profundas.

En estos entornos extremos, la aplastante presión, la escasez de alimentos y la falta de luz solar pueden dificultar la supervivencia. Los científicos saben que los microbios diminutos proliferan allí, pero se sabe menos sobre la evidencia de vida marina de mayor tamaño.

Investigadores que viajaban a lo largo de las fosas de Kuril-Kamchatka y Aleutianas en el noroeste del océano Pacífico utilizaron un sumergible para encontrar gusanos tubulares y moluscos que florecen a más de 9,5 kilómetros (31.000 pies) de profundidad. La parte más profunda del océano desciende hasta unos 11 kilómetros (36.000 pies).

Los científicos ya habían estudiado esta área antes y tenían indicios de que criaturas más grandes podrían vivir a tales profundidades. El descubrimiento confirma esas sospechas y muestra cuán extensas son las comunidades, dijo Julie Huber, microbióloga de aguas profundas del Instituto Oceanográfico Woods Hole.

"Observa cuántos hay, observa cuán profundos están", dijo Huber, quien no participó en la investigación. "No todos se ven iguales y están en un lugar al que no hemos tenido buen acceso antes".

Los hallazgos se publicaron el miércoles en la revista Nature.

En ausencia de luz para producir su propio alimento, muchos habitantes de las fosas, grandes y pequeños, sobreviven con elementos clave como el carbono que desciende desde niveles superiores del océano.

Los científicos piensan que los microbios en esta nueva red podrían estar aprovechando el carbono que se ha acumulado en la fosa con el tiempo, procesándolo para crear químicos que se filtran a través de grietas en el fondo del océano. Los gusanos tubulares y los moluscos pueden sobrevivir comiendo esas diminutas criaturas o viviendo con ellas y alimentándose de los productos de su trabajo, dijeron los científicos.

Con este descubrimiento, los estudios futuros se centrarán en cómo estas criaturas de aguas profundas se adaptaron para sobrevivir en condiciones tan extremas y cómo exactamente aprovechan las reacciones químicas para alimentarse, dijeron en un comunicado los autores del estudio Mengran Du de la Academia China de Ciencias y Vladimir Mordukhovich de la Academia Rusa de Ciencias.

Su existencia desafía "suposiciones de larga data sobre el potencial de vida a profundidades extremas", dijeron los autores.

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Los tiburones prehistóricos, una historia oculta durante 325 millones de años

 


La Cueva del Mamut (Mammoth Cave) es uno de los tesoros paleontológicos más importantes del mundo. Con una inmensa extensión en el estado de Kentucky (Estados Unidos), el estudio de sus suelos subterráneos guarda infinitos misterios y cada cierto tiempo podemos conocer alguno.

Desde 2019, un equipo de investigadores de National Park Service (NPS) viene estudiando la aparición de diferentes fósiles. Su ecosistema de máxima oscuridad con unas complejas cuevas que se extiende por más de 600 kilómetros permite preservar a los restos de manera excepcional. Su temperatura es de 12 a 14ºC durante todo el año y no hay erosión. Aquí hay especies endémicas y piezas únicas en la historia de la evolución.

El descubrimiento de dos nuevas especies

El último gran hallazgo tiene dos protagonistas: el Troglocladodus trimblei y Glikmanius careforum, dos especies de tiburones con más de 325 millones de años. Es decir, los investigadores los han situado previos a la existencia de los dinosaurios.

El primero se ha identificado por unos extraños ejemplares de dientes adultos bifurcados en las formaciones de St. Luis y Ste Genevieve de la Cueva del Mamut. Se estima que alcanzaba entre 3 y 3,6 metros de longitud, comparable a un tiburón oceánico de puntas blancas, según NPS.

La segunda especie ha obligado a reescribir el origen de este animal porque adelanta 50 millones de años su surgimiento. Lo que se ha hallado es una mandíbula parcial y las branquias fosilizadas de un ejemplar joven con cabeza pequeña y una poderosa mordida para cazar tiburones más pequeños o peces óseos.

Las exóticas características de los tiburones

Ambas especies contaban unas exóticas espinas defensivas que se consideran un mecanismo de protección contra depredadores más grandes. Los investigadores no imaginaban encontrar una especie de estas características por su comportamiento y dimensiones.

Todavía queda mucho por averiguar sobre qué es lo que ha sucedido a continuación con estas especies, pero muchos animales de aquellas épocas se han extinguido por los movimientos geológicos o cambios de temperatura. Estos fósiles fueron descubiertos en formaciones rocosas de América del Norte, en años en que estaba conectado con Europa y el norte de África.

Es probable que el choque de placas haya generado que tiburones como estos, que se desplazaban en aguas poco profundas, vieran su hábitat afectado.

“Cada nuevo descubrimiento en Mammoth Cave es posible gracias al trabajo en colaboración,” declaró el superintendente Barclay Trimble y añadió: “Nuestro equipo del parque se siente honrado de trabajar con Programa de Paleontología del Servicio de Parques Nacionales y ahora también con el Departamento de Ciencias Geológicas de la Universidad de Alabama, cuyos esfuerzos coordinados han hecho posible este último hallazgo”.

Las impactantes imágenes de un muro de rocas colapsando tras el terremoto en Kamchatka

 

El terremoto de magnitud 8,8 que sacudió este miércoles a la región de Kamchatka, en el extremo oriental de Rusia, ha generado un escenario de caos y destrucción en zonas montañosas y costeras. El fuerte temblor ha provocado el derrumbe de grandes masas de roca y la formación de densas nubes de polvo en la costa de la península de Kamchatka, según han informado las autoridades locales, que por el momento confirman varios heridos pero ninguna víctima mortal.

El epicentro del seísmo se ha localizado en la zona de subducción del Pacífico, a unos 144 kilómetros al este de la península y a una profundidad de 20 kilómetros. Se trata de una región con alta actividad sísmica, la misma que en 2011 originó el devastador terremoto de magnitud 9,1 que causó un tsunami en Japón. La fuerza del movimiento telúrico ha dejado también importantes daños en infraestructuras y ha generado más de una decena de réplicas, algunas con magnitudes superiores a 6.

Aunque inicialmente se activaron alertas por tsunami tanto en Rusia como en la mayoría de costas del Pacífico, muchas fueron canceladas horas después. Pese a la magnitud del terremonto, sin  embargo, no se tradujo en grandes maremotos, y la mayoría de los territorios afectados fueron desactivando las alertas. Se trata del mayor terremoto registrado en el mundo desde el ocurrido en 2011. Los expertos señalan que en esta zona es frecuente que se produzcan seísmos de gran magnitud cada 75 o 100 años. 

Así es el Anillo de Fuego del Pacífico, el enjambre tectónico que puso ayer en alerta a millones de personas en el mundo

 

Los terremotos en el Anillo del fuego del Pacífico
Los terremotos en el Anillo del fuego del PacíficoHENAR DE PEDRO

Un terremoto de magnitud 8,8 ha tenido lugar este miércoles frente a las costas del sur de la península rusa de Kamchatka. Según las autoridades rusas, el agua ha alcanzado e inundado la costa de una de las islas Kuriles del norte, Paramushir, sin causar víctimas. Se han detectado olas de hasta cuatro metros de altura.

El sismo desató alertas de tsunami en varios países, entre ellos Japón, China, los territorios estadounidenses de Hawái y Alaska, Perú, México, Chile, Ecuador y Canadá. Son todo naciones bañadas por el océano Pacífico, la zona con mayor actividad volcánica del mundo, y se encuentran en lo que se llama el Cinturón o Anillo de fuego del Pacífico.

Cuatro placas litosféricas que chocan

Se trata de una franja de 40.000 kilómetros que bordea el Océano Pacífico. En este lugar convergen cuatro placas litosféricas: la del Pacífico, la Norteamericana, la filipina y la euroasiática. Estas placas llegan a crear fallas que, según su tamaño, aumentan o no las posibilidades de que se produzcan terremotos.

Los científicos y sismólogos llevan años investigando esta zona por su alta actividad sísmica y volcánica y cuya forma de herradura, va desde Chile hasta Nueva Zelanda, incluyendo todas las islas del océano. El 75% de los volcanes del mundo están ubicados sobre esta franja y aquí se produce el 90% de los terremotos de todo el planeta, y la mayoría de los más desastrosos.

Los países que han activado sus alertas de tsunami sienten cada año el choque de las placas tectónicas sobre las que se asientan, que están en permanente fricción y terminan por liberar su tensión. Los bordes de cada placa están chocando con las vecinas, generando una acumulación de tensiones que, al liberarse de manera repentina, originan terremotos.

Anillo de fuego sobre un mapamundi.
Anillo de fuego sobre un mapamundi

En el caso de México, Chile y Japón, una placa se mete por debajo de otra y, al hacerlo, se atascan. Cuando se desatascan de golpe, se genera el seísmo. El país asiático es un escenario ideal para la generación de un sismo épico, de una capacidad destructiva difícil de imaginar, por las fallas tectónicas que lo atraviesan.

Esperando el 'Big One' en Japón

Un terremoto de una magnitud de entre 7 y 7,9 es capaz de causar "daños graves", según la Universidad Tecnológica de Michigan. Pero, ¿y si alcanza los 8 o 9 grados? El 'Big One' es un posible megaterremoto de una magnitud de 9 o, incluso, superior. No tiene una fecha ni ubicación exactas, pero se espera que ocurra en Japón, un país propenso a desarrollar este tipo de desastres naturales.

El Gobierno japonés cree que, de producirse, ese megaterremoto tendría lugar en la fosa de Nankai (al sur de la isla de Honshū, en Japón), y con olas de hasta 30 metros de altura, cuenta Meteored. En 2011, tuvo lugar el terremoto de Tohoku, que llegó a una magnitud de 9,1, y que ya causó olas de casi 40 metros.

Los expertos estiman que hay un 82% de probabilidades de que un megaterremoto ocurra en Japón en los próximos 30 años. Un sismo de 8 o 9 grados podría causar la muerte de más de 300.000 personas y la destrucción de miles de localidades del sur del país asiático.

Un 'Big One' cada 150 años

Sin embargo, el término 'Big One' nació en Estados Unidos, usado para referirse a un posible megaterremoto en la falla de San Andrés, California. Este hipotético seísmo devastaría el oeste de América del Norte, con una magnitud cercana a 8.

En abril de 1906, se produjo un terremoto en San Francisco que se cobró la vida de 3.000 personas. Fue uno de los más devastadores desde que hay registros en esa zona y se estimó que la magnitud fue de 7,9. Años después y con registros más precisos, se produjeron los terremotos de Kern, en 1952 en California, con una magnitud de 7,5; y el de Landers, en 1992, también en California, con una magnitud de 7,3.

Sólo hace unos días, el pasado 17 de julio, se detectó un sismo de magnitud 7,3 en la costa de Alaska (EEUU). Tuvo lugar a unos 80 kilómetros al sur de Sand Point, según la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica (NOAA).

El devastador 'Big One' se repite cada 150 años. El último tuvo lugar hace más de un siglo, por lo que podría repetirse en cualquier momento. Además, hace más de dos décadas se lanzó una alerta que calculaba que el terremoto sucedería en torno a 25 o 30 años, por lo que no debería quedar mucho tiempo.

El terremoto de Kamchatka no fue mortal por la leve "disipación vertical" de las placas pero se temen las réplicas: "Los próximos días son críticos"



Imágenes de la costa de Severo-Kurilsk en la isla de Paramushir en Rusia, cercana al epicentro del terremoto.
Imágenes de la costa de Severo-Kurilsk en la isla de Paramushir en Rusia, cercana al epicentro del terremoto.AP

La gran magnitud del terremoto frente a la costa de Kamchatka (de 8,8 grados en la escala Richter) hizo saltar todas las alarmas en la costa del océano Pacífico, motivando alertas de tsunami y evacuaciones en Rusia, China, Japón, las islas Hawái e incluso al otro lado del mundo, en California (EEUU), México y Perú. El sexto terremoto más potente jamás registrado, sin  embargo, no se tradujo en grandes maremotos, y la mayoría de los territorios afectados fueron desactivando las alertas. 

Mientras los científicos continúan estudiando las circunstancias que expliquen lo sucedido, el foco está ahora en las posibles réplicas, que podrían acarrear fenómenos más intensos que el temblor de este miércoles. "Una vez que se libera la mayor parte de la energía, es difícil que la siguiente tenga aún fuerza suficiente, aunque este ha sido muy intenso y las réplicas podrían serlo también", explica a 20minutos Francisco Javier Tapiador, catedrático de Física de la Tierra en la Universidad de Castilla-La Mancha. El tiempo para conocer réplicas potencialmente peligrosas, detalla el experto, "es variable": "En este momento estarán haciendo estudios al respecto. Pero se trata de horas o semanas. Lo más crítico son los dos próximos días", augura.

Sin embargo, lo previsible es que las réplicas sean de una intensidad cada vez menor. "Yo creo que lo peor se podría descartar", afirma Luis Cabañas, sismólogo del Instituto Geográfico Nacional (IGN). "Tienen menor potencial 'tsunamigénico', y eso es, en principio, lo que se espera: que este terremoto sea el principal de la serie", detalla. Desde el IGN apuntan a que un terremoto de tanta magnitud puede producir réplicas incluso "durante un par de años, y aunque sean menores, si hay alguna circunstancia cambiante (profundidad, deslizamiento...) si podrían provocar tsunamis, aunque para que eso ocurriese la intensidad tiene que ser de, al menos 6,5 grados", explica Cabañas.

Un terremoto "muy potente" sin gran potencial "tsunamigénico"

Y es que pese a que su magnitud lo coloca como uno de los terremotos más fuertes de la historia, su potencia no se ha traducido finalmente en grandes maremotos contra las costas del Pacífico.  En la formación de un tsunami -detallan los expertos- tras un terremoto intervienen diferentes variables: la profundidad a la que se produzca, el tipo de deslizamiento de las placas (más o menos vertical), la intensidad (debe ser mayor de 6,5 grados para liberar la energía suficiente), pero también la forma de la costa, la batimetría (la forma del fondo del mar) y la dirección en la que se propaguen las ondas sísmicas y el potencial tsunami.

En este caso —el de un terremoto "poco profundo, a unos 19 kilómetros de profundidad"—, "todo indica que, aunque el terremoto ha sido muy potente, no se ha producido un desplazamiento vertical muy grande de las placas, es decir, que no ha sido un terremoto con gran capacidad de producir un maremoto", explica Miguel Ángel Cabezas, doctor en Física y director del grado de Ingeniería Matemática en la Universidad Francisco de Vitoria (UFV). "La potencia de un terremoto se puede disipar (extender) de varias formas, y en este caso no ha habido una disipación vertical muy fuerte, lo que ha evitado que se produzca un gran maremoto".

"Aunque el terremoto ha sido muy potente (...) no ha sido un terremoto con gran capacidad de producir un maremoto"

Además, varios factores han influido para que los daños provocados por las olas generadas (de hasta cuatro metros en la costa de Kamchatka y hasta tres metros en Japón) hayan sido mínimos: "El epicentro está cerca de zonas poco pobladas, y eso sumando a la eficacia de las alertas y las evacuaciones, ha evitado que se produzcan grandes daños o pérdidas humanas", comenta Cabezas. 

Los sistemas de alerta temprana calculan un potencial tsunami en minutos

Los sistemas de alerta dependen de cada país, si bien todos comparten una serie de instrumentos clave, además de un alto grado de cooperación internacional (especialmente tras el tsunami del Índico en 2004): redes de estaciones sísmicas por todo el planeta se suman a sistemas de seguimiento hidrofísico (boyas) que miden los cambios en el nivel del mar tras un seísmo. 

"Cuando hay un terremoto, se calcula rápidamente el epicentro y la magnitud, y en base a esos cálculos se estima un posible tsunami muy rápidamente. Luego aquellos sistemas con sensores de nivel de mar van confirmando esas estimaciones de altura para evaluar si realmente se producirá ese tsunami", explica Cabezas. Son los llamados sistemas de alerta temprana, que calculan en escasos minutos el potencial impacto de un tsunami tras un terremoto.

"Cuando hay un terremoto, se calcula rápidamente el epicentro y la magnitud, y en base a esos cálculos se estima un posible tsunami muy rápidamente"

Por ello, las alertas tempranas ("en Japón, apenas tres minutos después del terremoto", detalla el experto de la UFV) han permitido evacuar rápidamente las zonas susceptibles de verse afectadas por un tsunami que finalmente no se ha producido.

"La detección de terremotos es un campo abierto de investigación"

El terremoto de Kamchatka se ha producido en una zona, el conocido como "Anillo de Fuego" del Pacífico, de especial sismicidad (la mayor del mundo), como señala Luis Cabañas:  "Hablamos de una zona donde entran en contacto varias placas: la del Pacífico se hunde bajo la Euroasiática y la Norteamericana en un movimiento de subducción como el que se ha producido en Kamchatka".

"En esta zona, las placas se deslizan unos 8 cm al año. Ese deslizamiento produce roces, y cuando no se deslizan suavemente, cuando se producen roces fuertes, se producen levantamientos de una placa sobre otra. Y es ahí cuando se producen esos levantamientos del mar que provocan olas", detalla Cabezas. Esas olas, empujadas por la energía del seísmo, ganan altura al acercarse a la costa, trasformándose en tsunamis.

De hecho, en los días anteriores a este seísmo se habían producido varios terremotos, de entre 5 y 7,4 grados, que ahora se sabe que eran "precursores" de uno mayor, apuntan desde el IGN. Sin embargo, ya sea antes o después, "la predicción de los terremotos es tremendamente complicada, ya que en ellos entra en juego un factor de aleatoriedad, no se puede saber cuando se va a producir un gran roce", explica Cabezas. "La detección de terremotos continúa siendo un campo abierto de investigación, en esta materia uno más uno no siempre es dos, como en las matemáticas", sentencia.





 

Investigan a 30 empresas de aparcamiento por operar sin licencia en el aeropuerto de Barcelona

Metropoli 



Un agente de los Mossos d'Esquadra - David Zorrakino - Europa Press - Archivo

Un agente de los Mossos d'Esquadra - David Zorrakino - Europa Press - Archivo David Zorrakino - Europa Press

Los Mossos d’Esquadra, en colaboración con el Departamento de Empresa de la Generalitat, han puesto en marcha una operación para frenar la actividad irregular de empresas que operan en el Aeropuerto de Barcelona ofreciendo servicios de aparcamiento sin licencia.

Se trata de compañías que recogen vehículos particulares a pie de terminal para estacionarlos mientras sus propietarios están de viaje.

Pasarela entre la estación y la Terminal 2 del Aeropuerto de Barcelona

Pasarela entre la estación y la Terminal 2 del Aeropuerto de Barcelona Renfe

La actuación tiene como objetivo identificar a las empresas y a los trabajadores implicados en este tipo de prácticas no autorizadas.

El dispositivo se activó este martes y, según el balance provisional, se han realizado 25 identificaciones, se han controlado 8 vehículos y se han abierto 8 expedientes sancionadores, con multas de 10.000 euros cada uno.

Hasta 30 empresas bajo el foco

Tal como ha avanzado el diario Ara, los Mossos tienen identificadas entre 25 y 30 empresas que operan bajo este modelo sin contar con los permisos necesarios.

El caso más grave detectado hasta ahora ha sido el de dos hombres detenidos por robar un coche que había sido entregado a una de estas compañías en el aeropuerto.

La policía catalana mantiene abierta la investigación para esclarecer el alcance de esta actividad y determinar las posibles responsabilidades.

El objetivo, han insistido desde el cuerpo, es frenar el crecimiento de estas prácticas irregulares que ofrecen servicios al margen del marco legal vigente.


miércoles, 30 de julio de 2025

Las impactantes imágenes en un quirófano ruso durante el megaterremoto: los médicos siguen operando pese a las sacudidas

 


En medio del terremoto de magnitud 8,8 que sacudió este miércoles la península rusa de Kamchatka, un grupo de cirujanos continuó una operación quirúrgica a pesar de las violentas sacudidas que afectaban al hospital. Las impactantes imágenes muestran a los profesionales protegiendo al paciente mientras el suelo tiembla bajo sus pies.

El gobernador regional, Vladímir Solodov, anunció que los médicos serán oficialmente condecorados por su “heroica labor y compromiso inquebrantable con la vida humana” durante la emergencia. El reconocimiento fue comunicado durante la reunión del comité de crisis que tuvo lugar tras el sismo, el más fuerte registrado en la zona en más de 70 años, que además activó alertas de tsunami en todo el Pacífico.

El vídeo refleja la magnitud de la emergencia vivida en hospitales y centros públicos de la región. Las autoridades insisten en que, pese al caos provocado por el seísmo, no se han producido víctimas en las instalaciones hospitalarias de Kamchatka. La operación fue concluida con éxito y el paciente se encuentra en estado estable, según fuentes médicas locales.






Kamchatka, la tierra rusa de los 160 volcanes y naturaleza salvaje en la que ha ocurrido el terremoto

 20Minutos



Uno de los volcanes de la península de Kamchatka.

La península rusa de Kamchatka tiembla. Un fuerte terremoto de 8,8 ha sido registrado frente a las costas del sur de esta zona del país. Las autoridades han activado la alerta por tsunami en diferentes países bañados por las aguas del océano Pacífico. En concreto, Japón, China, Rusia, Hawái, Alaska y países de Latinoamérica, como Perú Chile, están pendientes de las consecuencias que podría tener en sus territorios costeros este megaseísmo. Olas de varios metros ya se han dejado ver en áreas de Japón, Rusia y Hawái.

Además, varios lugares de Kamchatka han tenido que ser desalojadas tras el seísmo. Tal y como explica el CSIC, una investigación internacional demuestra que la actividad sísmica puede tener un "efecto disparador" en las erupciones volcánicas. Y si por algo es conocida esta zona de Rusia es ser el 'planeta' de los volcanes. Situada a unas ocho horas de avión desde Moscú, en esta península se contabilizan hasta 160 volcanes. De todos ellos, 29 están en activo en un área de 472.300 km².

Así es la península rusa de Kamchatka

Kamchatka es una de las regiones más espectaculares del mundo. Se podría decir que es una especie de museo al aire libre que cuenta con cinco parques naturales, 17 zonas protegidas para animales y un sinfín de tesoros únicos. Su naturaleza salvaje y sus espectaculares paisajes la presentan como un auténtico desafío para los amantes del turismo de aventura, puesto que se pueden realizar actividades como trekking o descenso de ríos. Sin embargo, no es un destino muy turístico. Hasta los años 90 estaba prohibido visitar la península porque la URSS contaba con importantes bases militares en este lugar. Quizás uno de los motivos por lo que actualmente tampoco se considera como un espacio que descubrir es porque no es nada fácil viajar hasta allí debido a la falta de infraestructuras y transportes.

Imágenes de la península de Kamchatka.
Imágenes de la península de Kamchatka.Getty Images

Su espectacularidad hizo que en 1997 fuese declarada como Patrimonio de la Humanidad. Kamchatka concentra fuego y hielo (glaciares), fuentes de aguas termales hirviendo y cascadas, prados llenos de flores en medio de campos de nieve y piedras esculturas arrojadas en las erupciones volcánicas. 

La última erupción volcánica en Kamchatka

Con hasta 30 volcanes en activos, Kamchatka está considerada como una de las zonas de mayor concentración de actividad geotérmica del mundo. Es aquí donde está Shiveluch, uno de los volcanes más activos de la península rusa. En noviembre de 2024 entró en erupción arrojando nubes de cenizas de hasta 15 kilómetros de altura y cubriendo amplias zonas de polvo. Hay que recordar que esta estructura geológica tiene dos partes: el Viejo Shiveluch de 3.283 metros y el Joven Shiveluch, que es más pequeño, pero mucho más activo.

¿Podría producirse un tsunami en España?





Este martes, 29 de julio, se ha producido frente a las costas meridionales de la península rusa de Kamchatka un terremoto en el fondo marino que ha desencadenado una serie de alertas por tsunami en varios países y regiones a lo largo de las costas del Pacífico.

En Japón, aunque la sacudida fue leve (nivel 2 en la escala sísmica nipona) en ciudades del extremo sureste de Hokkaido, las autoridades han emitido una alerta por olas de hasta 3 metros y han ordenado evacuaciones en zonas costeras del norte y centro del país. Tokio, Osaka y varias islas también se encuentran bajo vigilancia por posibles olas menores. En Hawái, se ha decretado el estado de emergencia con evacuaciones en zonas costeras, mientras que en la costa oeste de EE. UU., incluyendo Alaska y Los Ángeles, hay vigilancia activa e incluso se considera el cierre de escuelas.

En sudamérica, Perú ha activado su sistema de alerta, previendo la llegada de olas a sus puertos entre las 10.00 y 12.22 horas locales. Ecuador ha emitido advertencias especialmente para las Islas Galápagos y mantiene la vigilancia en el litoral continental. Chile y México también han anunciado alertas de tsunami, al igual que Taiwán, donde se ha desplegado una operación de respuesta con helicópteros y embarcaciones ante el riesgo inminente.

Qué es un tsunami y por qué se producen tras un terremoto

El terremoto se ha producido a mucha distancia de la Península Ibérica, por lo que en ningún caso se verá afectada por los temblores o por olas de gran tamaño y fuerza. Pero, ¿podría darse, en algún momento, una situación como esta en nuestro país?

Según la Comisión Intergubernamental de los Océanos, la probabilidad de que se produzca un tsunami en el Mediterráneo en los próximos 30 años es cercana al 100 % (con una ola que supere un metro de altura).Las posibilidades son mayores en el mar de Alborán, donde la falla marina de Averroes continúa creciendo.

Un estudio del CSIC señala que, en caso de terremoto o erupción volcánica, existe un riesgo de tsunami de magnitud siete, con olas de hasta seis metros, que podrían alcanzar la costa entre 21 y 35 minutos después del evento. En consecuencia, las zonas de España más afectadas serían las del litoral mediterráneo, desde la Costa del Sol en Andalucía hasta la Costa Brava en Cataluña.

Los expertos han lanzado una seria advertencia sobre la limitada capacidad de reacción de las ciudades del litoral turístico español ante un eventual tsunami: contarían con tan solo una hora de margen para prepararse. Esta conclusión se desprende del informe elaborado por una comisión científica, que también estima que existe un 10 % de probabilidades de que en los próximos cincuenta años una ola de un metro de altura impacte en las costas de Huelva o Cádiz.

Aunque un tsunami de un metro en alta mar podría parecer inofensivo y pasar desapercibido, los investigadores advierten de su capacidad para convertirse en una amenaza considerable al alcanzar la línea de costa. Un fenómeno de este tipo podría provocar olas mucho mayores, con efectos devastadores. El informe recuerda como ejemplo el maremoto de 1755, cuando un tsunami elevó olas de hasta ocho metros que azotaron Cádiz, causando una gran destrucción en la zona.

La carrera contrarreloj: cómo funcionan los sistemas de alerta temprana de tsunamis


 El caos se ha apoderado del Pacífico.

Un terremoto de magnitud 8,8 ha sacudido este miércoles la península de Kamchatka

, en el extremo oriental de Rusia, generando que otros muchos países de la zona activen sus alertas por posible tsunami.

Desde Japón, Taiwán y Nueva Zelanda, hasta territorios estadounidenses como Alaska y Hawái, o países sudamericanos como Chile, ya han empezado a movilizarse ante un potencial desastre natural. Y es que en el caso de Japón, el país nipón ya ha activado su sistema de emergencia y enviado órdenes de evacuación para más de 1,9 millones de residentes. También lo ha hecho Hawái y algunos países de sudamérica como México, Chile o Ecuador, donde se ha activado la alerta de tsunami y se ha ordenado evacuar algunas zonas costeras ante el riesgo.

Y toda esta previsión es posible gracias a los sistemas de alerta temprana instalados por cada país, que ayudan a preparar y anticipar cualquier tipo de desastre natural.

¿Qué es el sistema de alerta temprana?

Un sistema de alerta temprana (SAT) es un conjunto de herramientas tecnológicas y protocolos que permiten anticipar amenazas, analizar su gravedad y emitir alertas a tiempo para activar una respuesta eficaz. Su objetivo principal es salvar vidas y reducir daños en caso de desastres naturales o tecnológicos. Gracias a esta tecnología, los países pueden prepararse para lo que viene y responder de la mejor manera posible y de manera anticipada.

Además, es importante destacar que estos sistemas no son solo alarmas. Se trata de infraestructuras complejas, diseñadas para operar en entornos críticos como presas, industrias químicas, entornos urbanos o zonas con riesgo de inundación o deslizamientos.

Cómo funcionan los sistemas de alerta temprana

Estos sistemas funcionan mediante la combinación de sensores, sistemas de comunicación y protocolos de respuesta para detectar, analizar y comunicar peligros potenciales, permitiendo a las personas y comunidades tomar medidas preventivas antes de que ocurra un desastre. De esta forma, existen varios procesos antes de emitir una alerta:

  • Monitoreo y detección: los SAT comienzan con una red de sensores específicos para cada tipo de riesgo: sensores sísmicos, químicos, monitorización de infraestructuras hidráulicas y estaciones meteorológicas. Están instalados en puntos estratégicos y envían datos en tiempo real.
  • Procesamiento y análisis de datos: la información recogida se procesa a través de un software especializado que analiza los valores frente a umbrales configurables. Si se supera un nivel de peligro, el sistema se prepara para lanzar la alerta e iniciar las actuaciones y protocolos preestablecidos de vigilancia, control o comunicación.
  • Comunicación de la alerta: si se detecta un peligro, el sistema emite alertas a través de diversos canales (sirenas, mensajes de texto, aplicaciones móviles, etc.) a la población afectada. Estos avisos pueden ser

- Sirenas electrónicas.

- Paneles informativos.

- Alertas por radiofrecuencia, SMS o apps.

- Integración con plataformas de Protección Civil.

  • Activación de la respuesta: tras la alerta, se activan protocolos definidos en los planes de emergencia: evacuación, confinamiento, aviso a equipos operativos, entre otros. Para ello se requiere la coordinación con autoridades y una formación previa, con el objetivo de responder de manera eficaz.

¿Dónde se instalan los SAT?

Los sistemas de alerta temprana están presentes en múltiples entornos:

  • Zonas inundables o fluviales: aviso ante avenidas o crecidas súbitas.
  • Entornos industriales: riesgo químico, incendios.
  • Áreas urbanas: alertas masivas ante emergencias públicas.
  • Infraestructuras críticas: plantas hidroeléctricas, presas, balsas, centrales energéticas.

Alerta temprana para todos

El Secretario General de Naciones Unidas lanzó en marzo de 2022 la iniciativa Alertas Tempranas para Todas las Personas, en la que se insta a que todos los habitantes de la Tierra estén protegidos por sistemas de alertas tempranas antes de 2027.

En noviembre de 2022, el Secretario General de la ONU lanzó en la COP27 un Plan de Acción Ejecutivo para poner en práctica la iniciativa y designó como codirectores a la Organización Meteorológica Mundial (OMM) y a la Oficina de las Naciones Unidas para la Reducción del Riesgo de Desastres (UNDRR).

En virtud del Plan de Acción, distintas organizaciones dirigirán la aplicación de los cuatro elementos o pilares que componen la cadena de alerta temprana.






 

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