Canal Historia de Barcelona :
PARQUE DE ATRACCIONES DE MONTJUIC, su historia
El alcalde Porcioles había conseguido una cesión parcial del castillo de Montjuic y de unos terrenos adyacentes: planeaba acercar la montaña de Montjuïc a los barceloneses. Empezó urbanizando como parque una parte de los terrenos militares, muy deteriorados, se llamaron “el mirador del alcalde” y mandó construir una carretera que daría acceso al castillo. José Antonio Borges Villegas, de ascendencia catalana, promotor venezolano que había montado el parque de Coney Island de Caracas, ofreció al Ayuntamiento explotar los antiguos terrenos del Maricel para convertirlos en un parque de atracciones que compitiese con los mejores del mundo. El alcalde no podía dejar pasar ésta oportunidad. El consistorio desalojó de barracas las zona dels “Tres Pins” consiguiendo una superficie diáfana de 80.000m2 y en noviembre de 1963 se concedió la licencia de explotación durante 30 años a Parque de Atracciones S.A con capital catalán y venezolano. Las obras se presupuestaron en 62 millones de pesetas y pensaban finalizarse en unos meses... al final costó 160 millones y la primera fase de las obras se demoró por 3 años. El Ayuntamiento de Barcelona urbanizó el entorno y lo dotó de suministro de agua y electricidad y creó un aparcamiento para unos 1000 vehículos. La parte venezolana se ocupó de las atracciones. El 9 de marzo de 1966 se colocaron dos monumentos . Se encargaron al escultor Josep Cañas: uno dedicado a la sardana y otro en homenaje a Carmen Amaya. El 23 de junio de 1966 se inauguraron las instalaciones con gran pompa. Cómo nó, asistió el caudillo y su esposa. El alcalde Porcioles era afecto al Movimiento y el parque quería dar una visión de modernidad al régimen franquista. Cada fin de semana el parque acogía a 22.000 barceloneses locos por visitar el recinto. 40 atracciones esperaban a niños y mayores: “El Satélite”, “el Tren Fantasma”, “Loco Ratón”, traido del parque de atracciones de Coney Island de Maracaibo, el “Zeppelin”, el “Jet”, el “Martillo”...o el “tren del Oeste”. El precio de la entrada al recinto era de 10 pesetas. En 1970 se abrió un teleférico que comunicaba el castillo con el parque. Lo creó el ingeniero Frances Segalà i Vergés. Se inauguraron la estatua del payaso Charlie Rivel (1972) y otra de Charlot (1973). El venezolano Borges volvió a Venezuela y el nuevo presidente del Consejo de Administración, Carlos Merino Luengo renovó las instalaciones para competir con el parque de atracciones del Tibidabo, que apretaba fuerte... Se volvió a abrir el parque en 1975 con nuevas atracciones: el “Ford T”, el “Torbellino”, “UFO”, “Formula 8”, “Palacio de Cristal”, ·el Castillo del Terror”, “Ciclon” y una versión mucho más moderna del “Pulpo”. Pero lo que más sensación causó fue la noria más grande del país: “Noriavisión”, de 32 m. de altura!!. El precio de entrada al parque había subido a 50 pesetas para los adultos y 25 pesetas la entrada infantil. Poner al día el parque había costado ya la friolera de 700 millones de pesetas... Al quedar poco tiempo para acabar la concesión de la licencia de explotación, los gerentes no podían invertir ya grandes cantidades para la actualización del parque, optaron por potenciar las actuaciones en directo. Para ello, construyó un teatro al aire libre donde actuaron grandes estrellas de la canción del momento: los Chichos, Jose Luis Moreno, Bibi Andersen, los Diablos, los hermanos Calatrava, Isabel Pantoja, Raphael, Ole Ole, Duo Dinámico... y Los Pecos, que llegaron a congregar 20.000 fans del grupo. Fue un concierto accidentado ya que los asistentes superaron el aforo... una niña murió aplastada por la multitud. En 1989 el Tibidabo le iba tocando los talones y se añadieron algunas atracciones para fidelizar al público. La más destacada fue el Boomerang, la montaña rusa más grande de España junto a las dos de las que ya disponía el parque. Se creó el superbono con entrada libre a todas las atracciones, el precio era de 925 ptas. Con la llegada de las Olimpiadas de 1992 los accesos al parque fueron afectados sólo pudiendo acceder a pie. Por otra parte los terrenos se habían revalorizado enormemente... Portaventura (1995) hundió al parque. Todos los barceloneses iban a Salou-La Pineda para disfrutar de uno de los parques de atracciones más espectaculares del mundo. El parque de Montjuïc no tenía ni punto de comparación... se había hecho viejo... Al año siguiente finalizó la concesión aunque se amplió por dos años más... El Ayuntamiento planeaba la creación de un gran espacio verde para el disfrute de los barceloneses y en 1998 se cerró definitivamente el parque y sus terrenos se reconvirtieron en los “Jardines Joan Brossa” (abriendose en 2003) en unos terrenos que, de 1897 a 1899, durante la guerra de Cuba, había albergado un polvorín... El Tibidabo quedó desde entonces como el único parque de atracciones de Barcelona..
https://youtu.be/mmPZjIZfpjs
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