Serenos en el Putxet: "Las calles no se vigilan solas"
Con cerca de 30.000 habitantes, el Putxet i Farró es un barrio tranquilo. Sus calles empinadas revelan la sinuosa figura de la montaña del Putxet, uno de los lugares preferidos para la burguesía catalana durante el siglo XIX. Hoy, las torres modernistas conviven con bloques de pisos donde viven, mayoritariamente, familias de "clase media-alta", según señala el Ayuntamiento.
No existen grandes problemas de delincuencia en este barrio de la zona alta. Sin embargo, una oleada de robos en las porterías hace un año puso en alerta a este vecindario, en parte, envejecido. También ocurrió en enero cuando los Mossos d'Esquadra detectaron 40 robos entre ese mes y diciembre a menores de edad cuando salían de las escuelas.
Los autodenominados Serenos del Putxet se han hecho eco de estas situaciones puntuales en su canal de Twitter. Su actividad, sin embargo, es anterior. Son un grupo de entre una y cuatro personas, en función del día, que se dedican a "observar" y vigilar las calles del barrio para prevenir actitudes incívicas, robos u okupaciones. "Hacemos presencia para que las personas que piensen en robar o entrar en casas ajenas se sienten intimidadas", relata Carlos (nombre ficticio) el impulsor de esta suerte de patrulla ciudadana.
BOTELLONES
Carlos asegura que este grupo vecinal voluntario patea las calles desde hace dos años. Empezó estas vigilancias después de varios intentos de asalto en porterías de su calle, incluida la de su edificio, que alguien forzó. Seguirán con estas rondas hasta finales de este verano, puesto que las obligaciones estudiantiles y laborales del grupo les impiden continuar con esta iniciativa. En su perfil de Twitter informan sobre objetos perdidos. También denuncian la suciedad que dejan los jóvenes que participan en los numerosos botellones que tienen lugar en el parque del Putxet.
Restos de botellón en el Parque del Putxet / SERENOS DEL PUTXET
Francesc Ribera, presidente de la Asociación de la Associació de veïns i amics del Putxet, asegura que las reuniones para consumir alcohol son "diarias" en el barrio de Sarrià. El líder vecinal evita valorar directamente el papel de estos serenos. "Se debería hacer un seguimiento para saber si su función es adecuada. Tampoco es cuestión que todo el mundo vaya con una pistola como en el salvaje oeste", observa Ribera.
OKUPACIONES
Carlos admite que se salta el toque de queda nocturno para pasear por las calles del barrio. "Las calles no se vigilan solas. El objetivo es recuperar la figura del sereno", sostiene. En una pequeña encuesta realizada en las redes sociales en la que participaron unos 70 vecinos, el 87% era partidaria de recuperar esta antigua figura, que sí han puesto en práctica otros municipios del área metropolitana de Barcelona como Santa Coloma de Gramenet o Badalona en forma de agentes cívicos.
El portavoz de los serenos del Putxet relata que la mayor preocupación entre los vecinos son las siete okupaciones activas que en estos momentos contabiliza y los robos puntuales en casas, algunas abandonadas. El 24 de abril, Metrópoli Abierta se hacía eco de las quejas vecinales por dos inmuebles okupados en los números 1 y 17 de la calle Mare de Déu del Carmel.
FAROLAS Y MOBILIARO URBANO
Los serenos visten una chaqueta roja, pantalón negro y un pito. Alguno también lleva una mancha de aire de forma cilíndrica cuya figura se asemeja a una porra. "Cuando sucede algo grave siempre llamamos al 112. Durante estos dos años ha ocurrido en una decena de ocasiones", explica. Muchos de los avisos que lanzan a través de la red social son para informar que las farolas de algunas zonas se han averiado o para advertir de la rotura de algún elemento del mobiliario urbano.
Francesc Ribera, presidente de la Associació de Veïns i Amics del Putxet / AYUNTAMIENTO DE BARCELONA
Desde la asociación de vecinos, Ribera insiste en la prudencia para que estas patrullas nocturnas no acaben en enfrentamientos con vecinos o delincuentes. "Es peligroso que alguien actúe como policía de barrio, para eso ya está la policía. Otra cosa es que se realice un trabajo voluntario para ir avisando de las deficiencias del barrio, como cuando alguien me llama por teléfono para avisarme que se ha roto cualquier cosa", señala.
Ribera asegura que el Putxet es uno de los barrios "más tranquilos" de Barcelona salvo por algunos problemas puntuales, como ocurre en muchos barrios de la ciudad, como las okupaciones, el trapicheo y los botellones en parques y jardines.
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