Las personas atendidas por Servicios Sociales de Barcelona no paran de aumentar año tras año. Durante el 2021 un total de 97.531 personas necesitaron acudir al organismo. Un 10,36% más que en 2020, cuando fueron 88.375 personas. Casi 10.000 ciudadanos más afectados por las crisis sociales y económicas, entre otras. La cifra supone un máximo histórico. Y entre los factores que explican ese aumento, el principal es la falta de vivienda, el que más contribuye a la exclusión social.
Entre las personas atendidas, el 63% han sido mujeres y un 24% han sido atendidas por primera vez.
NOU BARRIS Y CIUTAT VELLA A LA CABEZA
Si se analizan las peticiones por distrito, los distritos de Nou Barris y Ciutat Vella continúan siendo los que acumulan una mayor actividad, con 38.835 el primero y 36.801 el segundo.
Sarrià-Sant GervasiyLes Cortsson los distritos con menos peticiones a Servicios Sociales, con apenas 10.000 personas cada uno.
FALTA DE VIVIENDA
La falta de vivienda a un precio asequible en Barcelona se consolida como uno de los factores que más influyen a la hora de sufrir riesgo de exclusión social. Aún así, y a pesar de que el Ayuntamiento achaca el tema de la vivienda al Consorcio de la Vivienda de Barcelona, donde la Generalitat de Cataluña cuenta con una mayoría del 60%, el consistorio asegura haber aportado 850 viviendas a la Mesa de Emergencias. También informa de haber captado más de 1.500 viviendas al mercado privado y de estar construyendo unas 2.300 casas más.
Unos datos que chocan con la larga cola de espera de alguien que necesite acceder a un piso de la Mesa de Emergencias. Según los datos de la Mesa de Valoración para la adjudicación de este tipo de viviendas las familias que ya tienen un valoración positiva y que esperan un piso asciende a 733 unidades [ver aquí]. De estos, 693 se acumulaban de meses anteriores, es decir que durante el pasado mes entraron en el consorcio 40 nuevas familias que necesitaban con urgencia una vivienda social.
2.800 PLAZAS PARA SINTECHO
En paralelo, el Ayuntamiento dice haber logrado niveles récord en el esfuerzo inversor para luchar contra las formas de exclusión residencial más extrema, con más plazas disponibles que nunca. Barcelona dispone ahora de unas 2.800 plazas para personas sin hogar, contando tanto las que son de titularidad municipal como aquellas de las más de treinta entidades que forman parte de la Xarxa d'Atenció a Persones Sense Llar (XAPSLL).
Una cifra que representa alrededor de 500 plazas más que antes de la aparición del coronavirus.
REFUERZO DE LOS SERVICIOS SOCIALES
Para hacer frente al incremento de la demanda, el Institut Municipal de Serveis Socials (IMSS) reforzó temporalmente los diversos centros de servicios sociales de la ciudad con 123 profesionales más, que se distribuyeron por los distritos con un mayor volumen de actividad. Así, el número actual de trabajadores sociales en los centros se sitúa en los 1.003.
Así, mientras que en 2019 el tiempo de espera para recibir la primera atención se situaba en 21,34 días, en 2020 bajó a los 15,36 días y durante el año pasado volvió a bajar hasta los 12,4 días de media.
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