Nicolás Franco: el descarriado padre del Caudillo

 

Nicolás Franco: el descarriado padre del Caudillo

 Tal día como hoy hace 129 años, el 4 de diciembre de 1892, nacía en la localidad coruñesa de Ferrol un niño llamado Francisco Franco Bahamonde. Este se convertiría 46 años después en jefe del estado español durante casi 4 décadas, dirigiendo una dictadura que ocupó buena parte del siglo XX en España.

Francisco Franco de niño

Como biografías de Franco habrán leído miles, hoy quiero hablarles de uno de los pasajes más oscuros de su vida: su olvidado padre, Nicolás Franco y Salgado-Araújo, quien en carácter era la antítesis de su hijo. Originario de una de las familias de más alcurnia de Ferrol, este general de intendencia de la marina, veterano de Cuba y Filipinas, pasó de ser un correcto padre de familia a un malhumorado alcohólico y vividor, que dejó a su esposa e hijos para irse a vivir con una maestra madrileña algunas décadas más joven que él.

Los hermanos Franco Bahamonde

Don Nicolás nunca mantuvo una buena relación con su hijo mediano, “Paquito”, a quien reprochaba su excesiva fe y, por así decirlo, su puritanismo, heredado de su piadosa madre, rasgos que chocaban de bruces con el carácter liberal de su padre. Así pues, hoy analizaremos su figura y su relación con sus hijos, particularmente con Francisco.

Panorámica de Ferrol y su ría 

El que prefiera, puede leer solo el resumen en mi cuenta de instagram @historiasporlahistoria siguiendo este enlace: https://www.instagram.com/p/CXEfEtKNzAf/?utm_medium=copy_link

Pasemos, pues, a la historia.

Nicolás Franco

Nicolás Franco y Salgado-Araújo había nacido en Ferrol el 22 de noviembre de 1855 en, como decía, una de las familias de más postín que tenía la ciudad departamental. Su padre, don Francisco Franco Vietti, era también intendente de marina. Según las crónicas de la época, era un hombre piadoso, recto, de misa cada tarde de sábado y con una figura mediana, de barba canosa y frente limpia. Era un famoso intelectual en su época, escribiendo tratados sobre cuestiones de marina con vigencia aún hoy en día. 

En el escudo familiar de Franco, ven en el primer cuartel (arriba a su izquierda las armas de los Franco) y en el tercero (debajo del mismo) las armas de los Salgado-Araújo

Su madre, Hermenegilda Salgado-Araujo y Pérez, era también descendiente de una familia de noble y antigua alcurnia, los Salgado y Araújo. La familia se estableció en Ferrol por medio de su bisabuelo, Don José Salgado-Araújo y Paxarín, capitán de fragata y caballero de San Hermenegildo, destinado a Ferrol a finales del siglo XVIII y oriundo de San Clodio del Ribeiro del Avia, villa monacal en el corazón del Ribeiro orensano.

El Monasterio de San Clodio. Allí tienen su origen los Salgado Araújo

Nicolás, que tomó su nombre de su abuelo paterno, Nicolás Franco Sánchez, era el primogénito de 7 hermanos y, como tal, tomó desde joven la carrera de su padre, la marina. En esos momentos, tenemos que recordar que España aún tenía en su poder Cuba y Filipinas, y los ánimos imperiales aún estaban vivos en el país.

Lo que quedaba del Imperio

Según su hoja de servicios, que si gustan pueden consultar en el archivo de la Marina, obtuvo plaza a los 21 años, en 1876, como alumno de administración de marina de primera clase, ingresando en la escuela naval de Cádiz, de donde salió con el rango de oficial, y en donde los profesores dieron un informe muy positivo del joven Nicolás Franco (“singular aplicación, clara inteligencia y notable amor al cuerpo”).

La guerra de Cuba

Un tiempo después, enviado a la perla del Imperio, a Cuba, que estaba desde hacía unos años en una constante sublevación en busca de la independencia. Allí, según relatarían después testimonios familiares y sociales de la época, empezó a darse a la mala vida de las mujeres y el vino.

Mindanao

Su siguiente destino, en 1885, fue Filipinas, otro de los últimos bastiones del imperio, adonde fue enviado para combatir la insurrección de los moros de Mindanao, sofocada por el teniente general Seriñá. Aquí, el futuro padre del generalísimo tuvo uno de los principales capítulos de su vida.

Manila colonial

Como la sublevación había sido rápidamente vencida, y la vida en Filipinas no era muy complicada, los marinos, y sobre todo los oficiales, se dedicaban a una vida más bien ociosa. En uno de estos descansos ociosos de Don Nicolás, parece ser que habría cortejado y enamorado a Concepción Puey, hija de otro militar, que a la fecha contaba con solo 14 años. Dejándola en estado, daría a luz un niño, llamado Eugenio Franco Puey, que sería el hermanastro mayor del Caudillo.

Franco Puey

Don Nicolás, que ya tenía fama de vividor, no se casó con ella, así que volvió a España, donde fue destinado a su localidad natal, Ferrol. 

Allí, en 1890, el entonces contador de navío Nicolás Franco y Salgado-Araújo se casaría con la hija de otra de las mejores familias de la ciudad, también relacionada con la intendencia de marina: Doña Pilar Bahamonde y Pardo de Andrade. Su padre, D. Ladislao, era también intendente de la marina, y su madre, Doña Carmen, estaba emparentada con lo más granado de la nobleza gallega, entre ellas, su pariente Doña Emília Pardo-Bazán.

Nicolás Franco y Pilar Bahamonde

Su esposa era todo lo contrario a él: si Nicolás era un destacado liberal, Pilar era una convencida tradicionalista; si él era amigo de salir y de las juergas, ella era una mujer de familia; él bebía y ella rezaba el rosario… las dos Españas, si me permiten la frase.

De este matrimonio nacerían 5 hijos: 

Nicolás, el mayor, nacido en 1891 y llamado como su padre. Era el favorito del patriarca y, al parecer, muy inteligente. Ingresó en la marina como su padre, y ascendió rápidamente, llegando a director de la Escuela Superior de ingenieros navales con la República. Con el alzamiento, se convirtió en el mayor apoyo militar de su hermano, siendo él el causante de su nombramiento como “jefe de estado”. Durante la época de su hermano, sería embajador en Roma y en Lisboa, presidente de varias empresas y procurador en Cortes.

Francisco, a quien todos conocemos.

Pilar Franco, nacida en 1895, y llamada como su madre, fue conocida en su momento como “la Hermanísima”. Se casó a los 19 años con el militar Alfonso Jaráiz, con quien tuvo 10 hijos. Se quedó viuda al tener el décimo, cobrando una controvertida pensión por renfe hasta su muerte a los 93 años. Escribió un libro muy interesante: Nosotros, los Franco, muy esclarecedor sobre el tema que hoy tratamos.

Ramón Franco, nacido en 1896 y quizá, el más sorprendente de los hermanos Franco Bahamonde. Era el más parecido a su padre, con un carácter liberal y moderno, ajeno al de su madre y hermanos. Entró, como Francisco, en la Academia de Infantería de Toledo, y de allí partió al Protectorado. Fue famoso por, en 1926, realizar con el hidroavión Plus Ultra el primer vuelo entre España y América junto a otros dos tripulantes. Tras sublevarse contra Primo en Cuatro Vientos, se hizo un sitio como famoso revolucionario, participando activamente en la política Republicana. El golpe lo pilló en los EEUU, y pese a sus ideas, se unió a su hermano, muriendo durante la Guerra en un accidente de aviación.

Pacita, la hermana más pequeña, falleció a los 5 años.

Francisco Franco y Salgado-Araújo

Según relataría en sus memorias años después el sobrino de don Nicolás, Pacón (el general Francisco Franco y Salgado-Araújo), en sus primeros años era un padre excepcional: se llevaba a sus hijos y a sus sobrinos de ruta por la Costa gallega, les hablaba de los barcos que se veían por el horizonte, les contaba historias de marinos y guerra y les hablaba con cultura y cariño.

Ramón, Pilar y Francisco

Sin embargo, el paso de los años, la nostalgia de la vida militar y del Imperio y las diferencias con su mujer hicieron que se volviera a dar al alcohol y a la mala vida y, al partir su hijo Paquito para la Academia de Toledo, también su padre partiera del hogar familiar, destinado a Madrid, dejando en Ferrol a su familia. En Madrid, se estableció en la calle Fuencarral, dando por roto su matrimonio con Doña Pilar.

Pilar Bahamonde

El caso es que, en una época donde los divorcios eran inconcebibles, y más para un marino de prestigio como don Nicolás Franco, se publica una noticia espectacular: en el año de 1917, se casa Nicolás Franco y Salgado-Araújo con la maestra de instrucción secundaria Agustina Aldana que, para más inri, tenía una hija de soltera. Con ella permanecería hasta su muerte.

Orden de San Hermenegildo

Con respecto a su vida militar, Franco Salgado siguió ascendiendo en esta época, llegando a Intendente general de la marina y obteniendo la Gran Cruz de la Real y Militar Orden de San Hermenegildo. Sin embargo, en 1924, ya con 69 años, pasaría a la reserva.

Ramón en el Plus Ultra

Los años irían pasando: Ramón, su hijo pequeño y orgullo, se haría famoso en los años 20 por su hazaña del plus ultra pero, por ejemplo, a la boda de su hijo Francisco con Carmen Polo en Oviedo, apadrinada por el mismo rey Alfonso XIII y su esposa la Reina Victoria Eugenia, don Nicolás se ausentó, llamando a Francisco “mi otro hijo”.

Carmen Polo y Franco

Cuando murió su esposa Pilar en 1934, en la esquela simplemente lo citan como “su viudo”, sin siquiera escribir su nombre. Dos años después, con el golpe, que por cierto le pilló en Galicia, se sorprendió mucho de que Francisco se hubiera convertido en el jefe del estado, diciéndole por carta: 

Francisco Franco

«Cuando me enteré del movimiento y la parte que en él te cayó te consideré como sentenciado a muerte: si pierde y lo cogen porque lo fusilan; si gana y se hace el amo de la Nación porque lo asesinan como a Canalejas, Dato y demás políticos gobernantes».

Nicolás Franco anciano

El 22 de febrero 1942, al poco de terminar la guerra, fallecía en Madrid don Nicolás Franco y Salgado-Araújo. Su hijo Francisco Franco, entonces ya jefe del estado, le organizó una capilla ardiente en El Pardo, y vestido de intendente general de la Marina, le dio un entierro con honores (pero sin la presencia de Agustina), dándole la luz en su sepelio que en vida no tuvo.

Franco niño

Un personaje turbio, escondido por su familia de las biografías oficiales por su vida disoluta y que, con su autoritaria y agresiva figura, fomentaría muchos complejos en la personalidad de su hijo, refugiado en su Católica y amable madre, que llevó a Francisco ser ese militar con excesiva mano de hierro y destemido a la muerte protegido por su “baraka”, pese a sus fuertes complejos, a ejercer una durísima represión dictatorial en España desde 1936-39 a 1975.

Francisco Franco, su esposa y su hija, con quien tuvo un trato más cercano que con su padre

Santiago Ogando Pérez.