LaRazon
Nápoles registró el pasado 20 de mayo su mayor terremoto en los últimos 40 años debido al fenómeno geológico del “bradisismo”
Durante la noche del 20 de mayo se produjo un terremoto de magnitud 4,4 en las afueras de Nápoles (Italia) que causó daños menores en algunos edificios y mucho miedo entre los habitantes. Fue el seísmo más potente registrado en la zona en los últimos 40 años.
Aunque el terremoto fue muy superficial y no tuvo una magnitud muy elevada, el epicentro se situó en el corazón de una zona densamente habitada por lo que generó temor entre la población. Dos días más tarde, un nuevo temblor de magnitud de 3,6 reavivó el miedo entre los residentes.
Lo más preocupante es que estos seísmos no son más que el enésimo de una larguísima serie de terremotos cuya frecuencia ha ido en aumento en los últimos meses, en una zona conocida por albergar el mayor "supervolcán" de Europa. ¿Qué está ocurriendo?
Qué son los Campos Flégreos
Los expertos de Meteored indican que la vasta caldera volcánica de los Campos Flégreos, situada a 9 km al noroeste de la ciudad de Nápoles, se está viendo afectada desde 2005 por un fenómeno de levantamiento del terreno.
Los Campos Flégreos son una caldera volcánica, es decir, una zona deprimida debida al colapso de una enorme cámara magmática subterránea tras gigantescas erupciones en el pasado. En la actualidad, es un territorio densamente poblado, que incluye los municipios de Bacoli, Monte di Procida, Pozzuoli, Quarto, Giugliano in Campania y Nápoles.
Por suerte, las megaerupciones han quedado relegadas a un pasado lejano, y no hay indicios de que vuelvan a producirse en la actualidad. Sin embargo, el portal de información meteorológica señala que "existe la posibilidad de que se produzcan fenómenos volcánicos de menor envergadura, como el ocurrido en 1538, que seguirían teniendo graves consecuencias en una zona tan densamente poblada".
Desde Meteored explican que uno de los fenómenos de vulcanismo secundario que se genera desde hace tiempo en la zona de los Campos Flégreos es el denominado bradisismo, es decir, "una deformación lenta del suelo que, a lo largo de varios años, puede provocar la elevación o el hundimiento del terreno en varios metros".
Recientemente, se ha producido crisis bradisísmicas entre 1970 y 1972 y en 1982-'84. Durante estos periodos, el suelo, se elevó unos 3,5 m en algunos lugares. Este fenómeno ha causado graves daños en los edificios de la zona, provocando evacuaciones y abandonos. Otro efecto de esta elevación y descenso del terreno son los terremotos y estruendos.
Desde 2005 el suelo ha vuelto a levantarse. "Esta nueva crisis bradisísmica sigue en curso y ha provocado un nuevo levantamiento del terreno de más de 1 metro y 20 cm", recoge el portal. Según el Instituto Nacional de Geofísica y Vulcanología (INGV), el ritmo de elevación de la zona es de 2 cm/mes (en 1982-1984 alcanzó los 9 cm/mes).Y esta elevación del terreno ha provocado un aumento de la sismicidad en la zona en los últimos años.
¿Qué ocurrirá en 2024?
En 2022 se produjeron varios terremotos de magnitud superior a 3,0 grados. En 2023 se detectó un aumento de los seísmos, y en los primeros meses de 2024 se ha producido un nuevo aumento de la frecuencia, con temblores que incluso han superado la magnitud 4. "Lo que más preocupa es su naturaleza volcánica ya que crecen las dudas sobre una posible reactivación del vulcanismo", indica Meteored.
Según los geólogos del INGV, "por el momento no hay un aumento de la velocidad de levantamiento, que actualmente es de 2 cm/mes. Tampoco se observan por el momento variaciones en la tendencia de las deformaciones horizontales ni deformaciones locales del suelo que difieran de la evolución anterior".
"Mientras exista este levantamiento, que está ligado a la dinámica del volcán, la sismicidad continuará", explica el presidente del INGV, el geólogo Carlo Doglioni. El problema de los Campos Flégreos -añade Doglioni- es que es un volcán y no sabemos cómo ni cuándo volverá a entrar en erupción.
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