martes, 17 de diciembre de 2024

La superllamarada solar extrema que podría apagar el mundo ¿Estamos preparados?


Un estudio publicado en la prestigiosa revista Science ha revelado que el Sol, al igual que otras estrellas similares, puede generar una superllamarada solar aproximadamente una vez cada siglo. Estas explosiones, miles de veces más potentes que las llamaradas habituales, liberarían una cantidad de energía tan descomunal que podría colapsar la infraestructura tecnológica del planeta.

El investigador Valeriy Vasilyev, del Instituto Max Planck de Investigación del Sistema Solar, señala que «nuestros resultados demuestran que estrellas con propiedades similares al Sol pueden, de hecho, generar superfulguraciones con impactos significativos». Estas explosiones liberan radiación ionizanterayos X y luz ultravioleta, afectando directamente a la ionosfera terrestre, las comunicaciones y los sistemas eléctricos.

¿Qué es una superllamarada solar?

Las superllamaradas solares son eventos explosivos en la superficie de una estrella, donde se libera una energía equivalente a 16 trillones de bombas atómicas.

Para ponerlo en perspectiva, la famosa tormenta de Carrington de 1859, que colapsó la red telegráfica en Europa y Estados Unidos, liberó una fracción mínima de esta energía. Si un evento de este tipo ocurriera en la actualidad, los efectos podrían ser catastróficos, afectando desde las redes eléctricas hasta los sistemas satelitales.

Las investigaciones lideradas por Vasilyev y su equipo analizaron 56.450 estrellas similares al Sol a través de los datos del telescopio espacial Kepler. Durante el estudio, identificaron 2.889 superllamaradas en 2.527 estrellas, confirmando que estos eventos ocurren, de media, una vez cada siglo.

Impacto potencial de una superllamarada en la Tierra

Los expertos coinciden en que el impacto de una superllamarada solar sería devastador para la civilización actual, altamente dependiente de la tecnología. La Dra. Holly Gilbert, del High Altitude Observatory de Estados Unidos, destaca tres fases críticas en un evento de esta magnitud:

Impacto inmediato en la ionosfera

En cuestión de minutos, la radiación de alta energía alteraría las comunicaciones satelitales y el GPS.

- Sobrecarga de infraestructuras

Las partículas cargadas inducirían corrientes eléctricas en redes críticas, provocando apagones masivos.

- Eyecciones de masa coronal

En esta fase, se liberarían grandes cantidades de plasma solar y campos magnéticos que podrían dañar gravemente los transformadores eléctricos y los cables submarinos esenciales para el Internet global.

La Dra. Sangeetha Abdu Jyothi, de la Universidad de California, advierte que la destrucción de cables y repetidores submarinos desconectaría a gran parte del planeta, devolviéndonos a una situación comparable a la Edad Media.

Eventos de Miyake: tormentas solares más frecuentes de lo esperado

Además de las superllamaradas, los eventos Miyake, identificados por primera vez en 2012 por la física Fusa Miyake, representan otra amenaza. Estos eventos, detectables en anillos de árboles antiguos y hielos polares, han demostrado que tormentas solares extremas han ocurrido al menos seis veces en los últimos 14.500 años.

Un estudio reciente de la Universidad de Arizona identificó un evento Miyake en el año 664 a.C., confirmado gracias al análisis de carbono-14 en anillos de árboles y berilio-10 en núcleos de hielo. Estos registros indican que las tormentas extremas son más frecuentes de lo estimado, y aunque carecemos de un patrón predecible, su impacto en la sociedad actual sería incalculable.

¿Es posible prevenir el colapso?

A pesar del riesgo inminente, los expertos afirman que existen soluciones viables para mitigar los efectos de una superllamarada solar. El ingeniero John Kappenman propone proteger los transformadores eléctricos con sistemas de condensadores, cuya implementación global tendría un coste aproximado de 1.000 millones de dólares en Estados Unidos.

Por su parte, la ESA planea el lanzamiento de la sonda Vigil en 2031, diseñada para monitorear la actividad solar y proporcionar alertas tempranas. También se están desarrollando redes eléctricas resilientes y sistemas locales de generación de energía, propuestas por astrofísicos como Ethan Siegel.

Superllamarada solar, una amenaza inevitable

La ciencia ha confirmado que las superllamaradas solares y los eventos Miyake son fenómenos reales y frecuentes que podrían poner en jaque a la civilización moderna. Aunque su predicción exacta sigue siendo un desafío, los sistemas de alerta temprana y el fortalecimiento de las infraestructuras tecnológicas son claves para minimizar su impacto.

Como advierten los expertos, es solo cuestión de tiempo antes de que una tormenta solar extrema golpee la Tierra. Estar preparados podría marcar la diferencia entre la supervivencia tecnológica y el colapso total de nuestra sociedad.

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