20Minutos
El muy contagioso virus del sarampión está aumentando en España y a nivel europeo y mundial. Si en 2023 se registraron 14 casos confirmados, en 2024 fueron 229. Y en las primeras semanas de este 2025 (entre el 1 de enero y hasta el pasado 9 de marzo) se han notificado ya 142 casos confirmados, más de la mitad (el 62%) de todo el año pasado, según los datos del Ministerio de Sanidad, que ante esa situación ha elaborado una Evaluación Rápida de Riesgo en la que insta a "continuar con los esfuerzos para alcanzar y mantener unas coberturas de vacunación por encima del 95% para las dos dosis en todas las comunidades autónomas". Sin embargo, este objetivo no se alcanza a nivel nacional y solo lo cumplen seis territorios. El resto se queda por debajo del ansiado 95%, necesario para mantener la inmunidad de rebaño.
"El sarampión es una enfermedad que nos sirve como el canario en la mina, nos da la señal de alarma. Cuando se producen brotes o casos en lugares donde prácticamente no había, es una señal de alarma de que algo no está funcionando bien en nuestras herramientas de prevención, que se basan exclusivamente en la vacunación poblacional porque es una enfermedad tan contagiosa que, o tienes a la gran mayoría de la población -es decir, cerca del 95%- vacunada adecuadamente, o la inmunidad de rebaño no se consigue. Como no llegamos a esas cifras y como a veces bajamos unos puntos porcentuales, se producen brotes aquí en España y en todo el mundo", explica a 20minutos el epidemiólogo Quique Bassat.
La vacuna contra el sarampión se incluye en la triple vírica incluida en el calendario de vacunación con dos dosis: la primera, a los 12 meses; la segunda, entre los tres y cuatro años. El objetivo marcado por las autoridades sanitarias es alcanzar el 95% de la población con las dos dosis tanto a nivel nacional como en cada una de las comunidades autónomas. Sin embargo, según los datos del Ministerio de Sanidad, la cobertura de vacunación de la segunda dosis llegó en 2023 (últimos datos disponibles) al 94,42% a nivel nacional y, por territorios, solo seis llegaron al 95% o lo superaron.
Andalucía en la región con mayor cobertura (97,74%), seguida por Navarra (96,45%) y Galicia (95,34%). Las otras tres autonomías que sí alcanzaron los objetivos fueron Madrid (95,31%), Castilla-La Mancha (95,27%) y Castilla y León (95,05%). El resto se queda por debajo del objetivo, y donde más lejano queda es en Aragón (84,19%), Melilla (86,18%) y Ceuta (86,32%). En Cataluña se quedaron en el 94,05%, mientras que para la Comunidad Valenciana no hay datos.
El aumento de los casos de sarampión se remonta en España al período previo a la pandemia de covid-19 (2017-2019), cuando se registró un incremento respecto a los años previos con 157, 225 y 287 casos anuales, respectivamente. Este incremento se interrumpió con el inicio de la pandemia en 2020 y se prolongó hasta 2022, con apenas uno o dos casos anuales notificados. Durante estos años, la cobertura de vacunación con la segunda dosis ha pasado del 93,14% en 2017 al 91,91% en 2021, cuando empezó a ascender hasta el 94,42% de 2023. Este periódico ha solicitado los datos referentes a 2024 a Sanidad, pero el Ministerio indica que de momento "no están consolidados". "Después del covid, con las bajadas que hubo de cobertura vacunal en todo el mundo, aunque fueran transitorias, durante el año 2020 sobre todo, tuvimos un boom de brotes de sarampión en todo el mundo unos meses o un poco más de un año después de estas caídas", apunta Bassat.

El alcance de la primera dosis es mayor. A nivel nacional llega al 97,83% (similar al resto de años del periodo 2017-2024, a excepción de los años más duros de la pandemia: en 2020 fue del 96,29% y 2021, del 95,57%). Por comunidades autónomas, son cinco territorios (Aragón, Canarias, La Rioja, Ceuta y Melilla) los que no llegan al 95%, mientras que el resto sí alcanza el objetivo. Madrid es la única comunidad que alcanza el 100% con el primer pinchazo, administrado a los 12 meses, y le sigue Galicia (con el 99,99%) y Navarra (con el 99,33%).
"Tenemos que asegurar que nuestros recién nacidos están adecuadamente vacunados, y que las personas que han perdido la protección estén seguras de recibir la dosis que les falta. Hay campañas que se han organizado en algunas comunidades autónomas para revacunar a un determinado grupo de edad", señala Bassat. El segundo estudio de seroprevalencia, publicado en noviembre de 2024 por Sanidad, "mostró un descenso del porcentaje de población con anticuerpos frente a sarampión a partir del grupo de 10-14 años y hasta el grupo de 30-39 años (cohortes nacidas entre 1978 y 2002). Este descenso es más pronunciado en el grupo 20-29 años (cohortes nacidas entre 1988 y 1997), que puede deberse al descenso en el nivel de inmunidad humoral por la escasa o nula circulación del virus salvaje a medida que pasa el tiempo desde la vacunación con la segunda dosis de TV [triple vírica]".
Tenemos que asegurar que nuestros recién nacidos están vacunados, y que las personas que han perdido la protección estén seguras de recibir la dosis que les falta
"El problema de fondo es que la vacuna del sarampión es la vacuna que más sufre las consecuencias de la desinformación y del negacionismo. En su momento se relacionó con el autismo, aunque eso científicamente haya sido demostrado falso. Esas acusaciones de hace más de 20 años hicieron mucho daño y siguen reemergiendo de vez en cuando", analiza el también pediatra Bassat, que apuesta por "buscar proactivamente" a las personas que "sepamos a ciencia cierta que necesitan esa segunda dosis de refuerzo", al tiempo que pide "estudiar muy bien los brotes, quién lo sufre y por qué".
El pediatra y vocal sénior de la Asociación Española de Vacunología, Fernando Moraga-Llop, agrega la propuesta de estudiar "las coberturas vacunales por distritos" porque sostiene que en una ciudad con una cobertura vacunal del 95%, "puede haber zonas con el 50%", si bien reconoce que esto puede ser "complejo". El epidemiólogo Juan José Badiola, en una reciente entrevista para 20minutos, también atribuye el aumento de los casos de sarampión al descenso de la tasa de vacunación con la segunda dosis y a la movilidad de la población mundial, "pues los casos se importan desde países donde el sarampión tiene una alta prevalencia".
Casos en España e importados
De los 110 casos notificados este año hasta el 23 de febrero, 37 fueron esporádicos y 73 se distribuyeron entre nueve brotes en cinco CCAA: Andalucía, Aragón, Cataluña, Castilla -La Mancha y País Vasco. De los 34 casos importados en 2025, la mayoría procedían de Marruecos (29, el 85,3%), aunque también se han notificado importaciones de Rumanía (2), Bélgica (1) y Dinamarca (1). Atendiendo al país de nacimiento de los casos, la mayoría son nacidos en España (77, es decir, el 70,0%), seguido de Marruecos (20; 19,1%), según indica Sanidad. De los casos residentes en España de origen extranjero (32; el 29,1%), en los que se conoce el año de llegada a España (20), la mayoría llevaba viviendo en España cuatro años o más (15).
Moraga-Llop recuerda que, en general, el sarampión puede causar mayores complicaciones en la población adulta, pero también en menores de 12 meses o población inmunodeprimida. Esta enfermedad está considerada eliminada en España desde 2016, pero aún no está "ni mucho menos" erradicada en el mundo. La Organización Mundial de la Salud (OMS) certificó la situación de eliminación del sarampión en España después de 36 meses sin circulación endémica del virus y la ha ratificado anualmente desde 2016 "pese a la existencia de casos importados y a la generación ocasional de brotes secundarios de diferente tamaño. En España no se ha restablecido la circulación endémica del virus desde 2014", afirman desde Sanidad.
El sarampión es una enfermedad exantemática transmitida por un virus de la familia Paramixoviridae, del género Morbillivirus. Su período de incubación oscila entre los siete y los 21 días desde la exposición a la fuente de infección. El único reservorio es humano. La clínica clásica comprende exantema maculopapular, fiebre y, al menos, uno de los síntomas siguientes: tos, coriza o conjuntivitis. El mecanismo de transmisión es por diseminación de gotitas expulsadas o suspendidas en el aire o por contacto directo con las secreciones nasales o faríngeas de personas infectadas. El periodo de transmisión va desde cuatro días antes de la aparición del exantema hasta cuatro días después. La enfermedad tiene presentación estacional con un aumento de casos a finales de invierno y primavera.
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