durante las excavaciones en un conocido asentamiento griego del Egipto ptolemaico, un equipo de arqueólogos franceses ha hecho un descubrimiento inesperado que les ha dejado completamente estupefactos: una ciudad egipcia que probablemente fue construida por Akenatón, padre del famoso Tutankamón (el niño rey), que data del siglo VII a.C. ). Tutankamón se convirtió en faraón a los ocho o nueve años, tras el reinado de su padre Akenatón y los breves reinados de sus sucesores, el enigmático faraón Semenejkara y la faraona Neferneferuatón). La ciudad habría sido posteriormente ampliada por Ramsés II.
Hora de reexaminar la historia del norte de Egipto
Hasta hace poco se pensaba que la zona solo había estado habitada en la época helenística, pero este hallazgo lo cambia todo. Esta antigua ciudad egipcia se encontró en un yacimiento conocido como Kom el-Nugus, ubicado aproximadamente a 43 kilómetros al oeste de Alejandría, entre el mar Mediterráneo y el lago Mariout. Se cree que este importante asentamiento fue fundado durante la XVIII Dinastía egipcia.
La verdadera historia
Los investigadores encontraron el asentamiento egipcio más antiguo mientras estudiaban el griego. Pero cuando hallaron adobe que databa del Imperio Nuevo (circa 1550 a 1070 a.C.) se dieron cuenta que habían encontrado el asentamiento egipcio más antiguo conocido al norte del lago Mariout. Este reciente descubrimiento, que ha sido detallado en la revista Antiquity, desafía la creencia generalizada de que esta zona solo fue ocupada por primera vez durante el período helenístico (332-31 a. C.). Eso sí, aún no se conoce ni la extensión exacta de esta inesperada ciudad ni el nombre de este asentamiento egipcio en Kom el-Nugus, pero podría revelarse en futuras excavaciones.
Los arqueólogos han hallado evidencia de uso y remodelación continuos a lo largo de los siglos. Hay estratos de ocupación de los períodos saíta-persa y helenístico, pero en los estratos más antiguos fue cuando se dieron cuenta que habían hecho un hallazgo extraordinario, un raro hito arqueológico.
¿Qué se ha encontrado en el yacimiento?
Otros artefactos y arquitectura reseñable encontrados incluyen cuencos de cerámica, un edificio de calcarenita que probablemente fue un templo y fragmentos de piedra de capillas y monumentos. También fragmentos de una estela con el cartucho de Seti II, bloques pertenecientes a un templo dedicado por Ramsés II -quien gobernó entre 1279 y 1213 a. C. durante la XIX Dinastía y fue uno de los constructores y gobernantes más prolíficos de Egipto durante la dinastía XIX-... Pero había mucho más. Los expertos creen que había un templo, capillas funerarias privadas... y que la organización de los restos apunta a una ocupación a gran escala. Recordemos que Akenatón desencadenó una revolución religiosa que intentó centrar la religión egipcia en el culto a Atón, el disco solar (aunque su hijo, el niño rey, Tutankamón, restableció el politeísmo en Egipto).
Este descubrimiento obliga a reevaluar la historia de Egipto. Tal y como explica la líder del trabajo, Sylvain Dhennin, arqueóloga del Centro Nacional de Investigaciones Científicas de Francia (CNRS), “queda mucho trabajo por hacer en Kom el-Nugus, ampliando las excavaciones. Por el momento, los hallazgos no nos permiten caracterizar adecuadamente la ocupación. Se necesitan más investigaciones para esclarecer la historia del Imperio Nuevo en la costa mediterránea”. Aún queda mucho trabajo por hacer.
El intrigante y controvertido gobierno de Akenatón
Nacido como Amenhotep IV, este monarca de la XVIII Dinastía llegó al poder durante un período de notable prosperidad y florecimiento cultural conocido como el Imperio Nuevo. Sin embargo, su reinado supuso una transformación radical en la religión, el arte y la sociedad egipcias. La clave del gobierno de Akenatón es que decidió promover a la deidad Atón -el disco solar- como dios supremo de Egipto, dejando atrás la religión politeísta tradicional. Para ello, llevó a cabo no solo iniciativas que fomentaran el culto a esta deidad, sino que hizo todo lo posible por apartar a los dioses tradicionales, pese a un inicial respeto, según los primeros registros. Incluso obligar a su pueblo a sellar sus casas y habitar un nuevo hogar con nuevos templos y capillas, tal y como parece que sucedió en la ciudad sin nombre descubierta al norte del lago Mariout.
Akenatón lo tenía claro. Su cambio de nombre, que significa “Eficaz para Atón”, ponía a esta deidad por encima del culto a Amón-Ra, hasta ahora el más venerado. Para ello, construyó nuevos templos, con santuarios al aire libre que permitieran que penetrara la luz del sol y todos ellos iban dedicados a Atón. Los templos dedicados a Amón-Ra fueron cerrados y los recursos del estado iban destinados exclusivamente al culto de este dios solar.
Las reformas religiosas de Akenatón tuvieron consecuencias drásticas para la estructura social de Egipto. Durante siglos, un complejo sacerdocio había administrado el culto y, por ende, ostentaba una autoridad significativa. Ahora, muchos sacerdotes se encontraban marginados y sus templos cerrados. Inicialmente el egipcio de a pie, tuvo una profunda desazón por los grandes cambios y también estaban desconcertados. Esta transformación de la cultura, arte, religión y sociedad egipcias duró unos 17 años, el tiempo que reinó Akenatón hasta su fallecimiento. Su hijo, al que había bautizado como Tutankatón, fue rebautizado como Tutankamón gracias a la orientación de sus consejeros y todos los pasos dados por su padre se revirtieron. La normalidad, es decir, el politeísmo, volvió a Egipto y reabrieron los templos a Amón. El faraón hereje rara vez es nombrado en los registros históricos de faraones posteriores.
No hay comentarios:
Publicar un comentario