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El joven estaba rodeado por un amplio dispositivo de seguridad de la Guardia Civil, sin que hubiese rehenes ni heridos.
Un joven de 25 años se ha quitado la vida tras permanecer atrincherado en su domicilio de la localidad alicantina de Agost durante casi 36 horas. En la mañana de este jueves, fue rodeado por un amplio dispositivo de seguridad de la Guardia Civil, sin que hubiese rehenes, heridos ni intercambio de disparos con el instituto armado.
El alcalde de la localidad, Juanjo Castelló, ha explicado que el joven llevaba desde la madrugada del miércoles encerrado en una de las habitaciones del domicilio familiar y que psicólogos, negociadores y guardias civiles trataron con él durante horas para que entregara las armas y se tranquilizara. En las inmediaciones se encontraban sus padres, su hermano y otros familiares.
Finalmente, los agentes han escuchado sobre las 13.00 horas un disparo en el interior de la vivienda y, al entrar, han encontrado al joven fallecido, mientras que los familiares gritaban "un médico, un médico". El atrincherado contaba con varias escopetas, ya que se trata de una familia con tradición de caza.
El joven se encerró en la casa, ubicada en la céntrica calle Fermín Sánchez, sobre las 2.00 de la madrugada del miércoles. El domicilio ha contado con un fuerte dispositivo de seguridad desde el comienzo del atrincheramiento.
En declaraciones a Europa Press tras conocerse la muerte del joven, el alcalde de la localidad ha lamentado el desenlace y ha enviado "muchos ánimos" a la familia de fallecido "en estos momentos tan complicados".
Una noche "larga"
Antes del fatal desenlace, Castelló señaló que la noche había "sido larga" y que el cansancio iba "haciendo mella". Además, recordó que fue el padre del joven el que avisó de la actitud de su hijo y comunicó la situación a la Policía Local, cuyos agentes se personaron en el domicilio e intentaron hablar con él para que saliera de la habitación en la que estaba.
El alcalde agregó que este vecino no había mostrado antes un comportamiento de este tipo. Además, comentó que se baraja la posibilidad de que hubiera sufrido un brote psicótico y que pensase que alguien le podría hacer daño, por lo que trataba de protegerse.
El responsable municipal apuntó que el operativo desplegado trató de proteger al joven, a los profesionales que integran dicho dispositivo y a las personas del entorno de la vivienda. Así, confiaba en que las negociaciones desarrolladas en las últimas horas hubieran dado otro resultado, "pero en este caso no ha sido así", y ha reiterado su ofrecimiento de ayuda a la familia.
Numerosos vecinos de esta pequeña localidad situada a una veintena de kilómetros de la ciudad de Alicante han acudido a las inmediaciones del domicilio y no han podido ocultar su consternación por el final.
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