TIROTEOS ENTRE LISARDOS Y PEREJILES: LA GUERRA QUE SE CUECE EN LA MINA
Los refuerzos de vigilancia policial, en un dispositivo que ya estaba en marcha para pacificar el barrio, no parecen que puedan rebajar la tensión. Patrullas de Seguridad Ciudadana de la comisaría de Badalona, de donde cuelga Sant Adrià, y equipos de ARRO de la región Metropolitana Norte, se despliegan cada día en el barrio, pero los vecinos y los responsables de La Mina, de momento, lo consideran insuficiente.
Batalla entre clanes, detonante de una guerra en La Mina
Justo hace una semana un tiroteo en medio de la calle entre dos de los clanes que se han hecho fuertes en el barrio acababa con una persona herida leve en el brazo, pero lo que más hace sufrir son las réplicas de aquel tiroteo y también la escalada de tensión y violencia que se puede vivir si ninguno de los dos clanes, los Lisardos y los Perejiles, aflojan.
Y ahora mismo, a pesar de los esfuerzos de los mediadores de las comunidades de etnia gitana, nada parece indicar que se pueda rebajar la tensión.
Dos incidentes con armas de fuego en pocos días
Pero todavía las investigaciones estaban en una fase muy inicial que se produjo un segundo tiroteo. Fue la mañana del 11 de septiembre, el sábado pasado, cuando una persona, de uno de los clanes enfrentados, salió a la calle, aprovechando que los Mossos se habían replegado, para hacer varios tiros al aire.
Los investigadores de la Unidad de Investigación (UI) localizaron, en la misma zona del tiroteo de la semana pasada, vainas y restos de tiros, pero no se tuvo que lamentar ningún herido. Como mínimo se hicieron una decena de tiros y se hicieron con un arma corta, según la versión de algunos de los testigos. Cuando llegó la policía, sin embargo, solamente quedaban las vainas. Y en La Mina nadie habla. Los investigadores tienen poca colaboración, ya es mucho si alguien levanta el teléfono para marcar el 112 cuando oye tiros en el barrio.
Los Perejiles se refuerzan en las puertas de una guerra
Según las informaciones policiales en las cuales ha tenido acceso ElCaso.com, el herido en el tiroteo de la semana pasada, que quedó ingresado en el hospital del Mar con una herida leve en el brazo, forma parte del clan de los Perejiles.
Como el autor de los tiros al aire del sábado, que también parece estar relacionado con este clan. Pero parece que no se rinden. Hace días que se ha detectado que han llegado al barrio personas de este clan provenientes del sur de España para participar en esta guerra que se está cociendo y que todo el mundo relaciona, de fondo, con el tráfico de la marihuana, que es el modus vivendi que han adoptado los clanes familiares en La Mina. Este tipo de droga parece que ahora es mucho más rentable que antes y, además del crimen organizado internacional, el autóctono también se ha entregado a ello.
Investigaciones contra el tráfico de marihuana
Para frenarlo, más allá de la urgencia de los tiros de estos últimos días, los Mossos aseguran que hace meses que trabajan contra el tráfico de marihuana en el barrio. El viernes pasado desmantelaron una plantación de marihuana en el interior de un domicilio de Sant Adrià del Besòs y detuvieron a un hombre de nacionalidad española, de 51 años. Pudieron decomisar un arma de fuego real que tenía el hombre
Esta última investigación se suma a las que la División de Investigación Criminal (DIC) ha realizado durante el año 2020 y hasta ahora en la lucha contra el tráfico de sustancias estupefacientes en el barrio de La Mina de Sant Adrià de Besòs.
Veinte armas de fuego localizadas en La Mina el último año
Durante este periodo se han realizado 90 cacheos judiciales que han comportado la detención de 77 personas vinculadas con el tráfico de drogas, de las cuales un total de 30 han ingresado en la prisión. Además 16 personas han quedado investigadas por su presunta relación con los hechos investigados en este ámbito. En el marco de estas actuaciones policiales se han intervenido casi una veintena de armas de fuego en La Mina.
Fruto de estas investigaciones e intervenciones policiales, los Mossos d'Esquadra han desmantelado varias plantaciones de marihuana con un total de más de 10.000 plantas intervenidas por un valor de más de 467.000 euros, la intervención de casi tres kilos de cocaína (valorados en 104.000 euros) y cinco kilos de hachís.