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La crisis climática y Dana son dos fenómenos devastadores que se han instalado en España. Lluvias como las que han pasado por las provincias de Valencia y Albacete, que han dejado un reporte de 158 fallecidos y decenas de desaparecidos, se hacen más fuertes con el calentamiento del mar y se verán cada vez con más frecuencia (como explicamos en este artículo sobre su relación con el calentamiento global). Según el investigador del Instituto de Ingeniería del Agua y Medio Ambiente (IIAMA) de la Universidad Politécnica de Valencia, Miguel Martín, la humanidad tiene que empezar a prepararse para vivir más situaciones como esta.
“Lo que era excepcional y pasaba cada 50 o 100 años, pasará a ser frecuente y a lo largo de su vida nuestros hijos vivirán más de un episodio como este o peores”, expuso el profesional en conversación con EFE verde. El agua de los mares y los océanos está calentándose rápidamente y no solo en el Mediterráneo. Esto quiere decir que las lluvias torrenciales por acumulación de aire húmedo no solo perjudicarán al este de España, sino también en el sur y el norte.
“En Galicia, ya están comprobando que la forma de llover allí también está cambiando”, advirtió. Adaptarse a contextos tan devastadores como este supone que el usuario no sepa a qué se enfrentar. “Por tanto, no sabemos qué hacer”, reparó. Sin embargo, el experto considera que la prioridad para salvar vidas debería ser tomar acción para suavizar los “picos” de agua y evitar de esta manera que los ciudadanos/as se vean sorprendidos por grandes avenidas sin tiempo para resguardarse.
España vive uno de sus peores momentos a causa de la crisis climática y Dana
Las riadas provienen del campo y las montañas, por lo que realizar restauración forestal en las cabeceras y cuentas de los ríos es sumamente importante para que la vegetación actúe en forma de “barrera” y el agua llegue suavemente a las áreas pobladas, evitando así los picos de avenida. La vegetación que se emplee debe estar adaptada al actual cambio climático, ya que tendrá que afrontar las sequías, que también se están volviendo frecuentes a causa del calentamiento global.
Devolver su morfología natural a los ríos también contribuiría a suavizar las avenidas de agua. En muchos casos, los ríos ya no disponen de meandros. “Se trata de devolver a la naturaleza parte del espacio que le hemos quitado para que el agua pueda filtrarse antes de canalizarse de forma tan brusco”, manifestó la también investigadora del IIAMA, Carmen Hernández, según registra el medio ya nombrado.
Conservar los barrancos limpios es otra acción que los expertos consideran vital para minimizar los daños ocasionados por inundaciones, ya que permite evitar, por ejemplo, que los puentes colapsen por la acumulación en sus pilares de material sólido arrastrado por el agua. Además, deben reorganizarse las ciudades para que las avenidas no provoquen estragos.
En muchas oportunidades, esto representaría “deconstruir”, como sucedió con la barriada de Canterería, Onteniente (Valencia), que fue arrasada por inundaciones y fue eliminada y reemplazada por un parque inundable para evitar daños futuros. “Posiblemente, en muchas zonas habrá que plantearse volver atrás y recuperar espacios naturales más permeables”, señaló Martín. Además, dijo que, aunque las confederaciones hidrográficas y municipios tienen una conciencia cada vez mayor de la situación, las actuaciones todavía no se realizan de manera lo suficientemente rápida.
La crisis climática y Dana llegan a España: expertos dan pistas sobre qué hacer para mitigar los daños
En contraposición, la solución no pasaría por la construcción de más embalses que, en el caso de lluvias tan torrenciales, cuentan con una capacidad de laminación limitada y, en lugar de mitigar el contexto, puede subir los riesgos de catástrofes. Advierten que la solución pasaría por entremezclar este tipo de infraestructuras convencionales con soluciones basadas en la naturaleza que alivien el problema desde la raíz.
“La sociedad tiene que entender que hay que actuar, que no podemos seguir sin cambiar nuestro estilo de vida. Puede que lo sucedido sea un punto de inflexión”, manifestó Martín, quien subrayó que es cuestión de tiempo que los seguros dejen de asegurar determinadas cosas y que el Estado no disponga de recursos suficientes para compensar este tipo de escenarios. La crisis climática y DANA siguen dejando noticias devastadoras pasados ya varios días. Algunos incluso comparan esta tragedia con los huracanes tropicales.
