viernes, 2 de mayo de 2025

Extremadura: revolución arqueológica

 

Extremadura es una región con una enorme riqueza en yacimientos arqueológicos. Desde ciudades protohistóricas y romanas, monumentos tartésicos, pinturas rupestres o murallas islámicas, las posibilidades de visitar este extraordinario conjunto son inimaginables. 

Hipólito Collado, jefe del servicio de Arqueología de la Junta de Extremadura, ha desarrollado para este periódico una radiografía cronológica de los restos más interesantes de la región.

Y es que estos yacimientos no son extraordinarios solo por su belleza. Suponen, además, una ventana al pasado. Así, sus castillos, templos, cuevas, pinturas y construcciones funerarias se convierten en múltiples narradores de la historia de Extremadura. 

Comenzando con el yacimiento más antiguo, en la provincia de Cáceres se encuentra la Cueva de Maltravieso. Posee un conjunto de pinturas rupestres datadas en más de 60.000 años, por tanto las de mayor antigüedad del mundo. 

Más tarde, todavía en la Prehistoria, aparecen los dólmenes y los tholos, estructuras funerarias de las que la región goza de grandes construcciones como el dolmen de Lácaraen Mérida; el Sepulcro Histórico de Huerta Montero, en Almendralejo; el dolmen de Toriñuelo, en Jerez de los Caballeros; o las cuevas de la localidad de Fuentes de León. 

Ya en la Edad del Cobre destacan, fundamentalmente, las pinturas rupestres esquemáticas, de las que Extremadura está «plagada», con ejemplos como el conjunto de La Calderita, en La Zarza; el conjunto de La Serena, entre Benquerencia de la Serena y Cabeza del Buey; y la sierra de Hornachos, en la provincia de Badajoz, listo para ser visitado, sin olvidar, por supuesto, el Abrigo del Castillo, en el Parque Nacional de Monfragüe, en Cáceres. 

Con respecto a la Edad de Bronce, la región dispone de muchos yacimientos, pero la gran mayoría no son visitables. Por tal motivo, el lugar de referencia de este período histórico es el Cerro de Castillo de Alange, cerca de Mérida, un enclave privilegiado para conocer cómo funcionaba el control del territorio. 

 En la Edad de Hierro se diferencian dos etapas muy distintas a la par que importantes: los primeros 500 años, periodo conocido como el horizonte tartésico, en el que el mejor resto es el propio municipio de Medellín, una joya histórica que compone «un yacimiento en sí mismo».

Después aparecen los primeros recintos llamados postorientalizantes, con tres referencias en la comunidad autónoma: el Cancho Roano, en Zalamea de la Serena; La Mata de Campanario, conocido como ‘Montones de tierra’; y las Casas de Turuñuelo de Guareña, en la que sus últimos hallazgos permiten poner rostro, por primera vez, a los ciudadanos tartésicos. 

En la segunda Edad de Hierro, los protagonistas son los defensores de su territorio frente a la ofensiva romana, que dejó múltiples restos en la región. En la provincia de Badajoz, el yacimiento de Capote en Higueras de la Real y el yacimiento de Hornachuelos, en Ribera de Fresno.

En la provincia de Cáceres, el castro de Villasviejas del Tamujaen Botija, identificada tradicionalmente con la antigua ciudad de Tamusia. «Esos son posiblemente los mejores referentes de la Edad del Hierro que tenemos en la región», explica el investigador.

Estos pueblos caen bajo el dominio romano, cuya conquista dejó vestigios por toda Extremadura. Destacan Medellín y Mérida, capital romana por excelencia con su teatro, anfiteatro, acueducto, circo o Templo de Diana.

También Contributa Iulia, en Medina de las Torres, «un sitio precioso en muy buen estado de conservación». La provincia de Cáceres no dispone de tantos, pero se encuentran grandes referencias como el yacimiento de Cáparra o Cáceres el Viejo.

Tras la caída del Imperio Romano, la Península Ibérica se convierte en el mundo visigodo. Sobresale, de nuevo, Mérida, junto a una serie de pequeñas iglesias de las que Santa Lucía del Trampal se alza como la favorita de Hipólito Collado. «Está perfecta, completa, es una iglesia rural del siglo VII-VIII y tiene una vista con un triple ábside preciosa», destaca el arqueólogo.

Más tarde, el territorio cae bajo dominio musulmán durante más de siete siglos y Extremadura se llena, fundamentalmente, de fortalezas y castillos. De ese momento destacan, por un lado, la Alcazaba de Badajoz, «una de las mejores fortalezas de la Península Ibérica», y la «magnífica y espectacular» Alcazaba de Reina.

También se encuentra la Muralla de Cáceres, construida por los almohades en los siglos XII y XIII y conocida sobre todo por marcar el límite exterior de la ciudad vieja. Se trata del gran bastión que abraza el considerado tercer conjunto mejor conservado de Europa.

El dominio musulmán finaliza con el establecimiento de los reinos cristianos, un periodo en el que se desarrollaron sobre todo una enorme red de castillos por toda Extremadura, como los de Montánchez, Granadilla, Marmionda o Capilla, cuya rehabilitación por parte del ayuntamiento considera Hipólito Collado «fabulosa».

Cada vez más hallazgos

Estos yacimientos arqueológicos no pasan desapercibidos por las instituciones. Al contrario, Collado insiste en que existe una apuesta «muy decidida» por parte de la consejera de Cultura, Turismo, Jóvenes y Deportes, Victoria Bazaga, y la directora general de Bibliotecas, Archivos y Patrimonio Cultural, Adela Rueda. «Tenemos un potencial tremendo de yacimientos y hay que apostar por él», defiende.

De hecho, el investigador asegura que actualmente están viviendo momentos «muy complicados» en cuanto a la gestión. La implantación de grandes energéticas está derivando en numerosos movimientos de tierra y, por tanto, cada vez más descubrimientos.

Por todo ello, destaca los beneficios que supone enseñar los hallazgos a otras regiones, como la última exposición de los rostros de Tarteso en el Museo Arqueológico Nacional, piezas inéditas de una «calidad fabulosa». «Una revolución que está consiguiendo que tengamos una visibilidad tremenda», que trae «riqueza y atractivo a Extremadura».





















Iker Jiménez, demoledor con el Gobierno por el apagón en España: "Da igual lo que haya pasado, aquí no dimite nadie"

 


El lunes 28 de abril quedará marcado en la memoria de los españoles como el día en que el país entero se sumió en la oscuridad. Un apagón generalizado sorprendió a todos, generando desconcierto y numerosas incógnitas, aun sin respuesta. Entre las voces que han alzado la suya para exigir claridad se encuentra la de Iker Jiménez.

Muy crítico, el comunicador comenzó reconociendo que, lejos de sorprenderle, la situación le parece tristemente habitual: "Iba a decir que estoy asombrado, pero no es verdad, porque en este país nos hemos acostumbrado un poco a todo". A pesar de que ya habían pasado varias horas desde el incidente, Jiménez subrayó la falta de explicaciones claras: "Ya después del mega apagón, del black out total en España, no sabemos nada, muchas teorías, muchas cuestiones, muchas palabras, muchos conceptos, muchos términos, muchas cantidades, muchos dígitos, pero, ¿alguien me puede decir qué ha pasado?".

Su crítica también apunta directamente a la falta de rendición de cuentas: "Aquí no dimite nadie, ni uno, ni el otro, ni el de la moto, en general". De hecho, lamentó la aparente indiferencia institucional ante una posible tragedia: "Da igual lo que haya pasado, y da igual la tragedia que haya ocurrido o da igual la tragedia que pudo ser, o la tragedia económica que ya es".

En contraste, aplaudió el comportamiento ejemplar de la población durante el apagón: "El pueblo se ha comportado de una manera ejemplar. No somos el Nueva York de finales de los 70 con el black out, hemos demostrado que los españoles sabemos coordinarnos". Sin embargo, alertó del creciente nerviosismo entre la gente debido a la ausencia de información: "Nadie nos dice lo que ha pasado, el batiburrillo en el que nos han metido".

Para Jiménez, la ciudadanía sigue sin entender lo que ocurrió, y lamenta que tampoco desde los medios se insista en pedir responsabilidades: "Nos deja a las personas normales y corrientes alejadas de una explicación. Tampoco veo yo en muchos periodistas una tensión, una pasión porque se diga qué pasa o quién debe tomar responsabilidades". Criticó la pasividad informativa y el miedo a incomodar: "Siempre es el qué, nunca el quién, no vayamos a molestar, no hagamos las preguntas pertinentes".






Sánchez, obligado a decir los nombres de las eléctricas responsables del apagón

 

Pedro Sánchez ha puesto en marcha una ofensiva política tras el mayor apagón eléctrico de la historia reciente en España. Lo ha hecho con declaraciones solemnes desde La Moncloa, con reuniones de alto nivel en la sede del Gobierno y con mensajes públicos en los que apela directamente a la responsabilidad de "los operadores privados". Pero la pregunta clave sigue sin respuesta: ¿quiénes son exactamente esos operadores? ¿A quién acusa el Presidente del Gobierno, aunque sea entre líneas, de haber puesto en jaque la seguridad energética del país? ¿Por qué no da nombres cuando parece claro que los tiene?

La cita en La Moncloa con las grandes eléctricas, en la que participaron los máximos representantes de Iberdrola, Endesa, Naturgy, EDP, Acciona Energía y Redeia, no fue una reunión más. Fue un acto deliberado de autoridad, un golpe sobre la mesa con testigos relevantes como la vicepresidenta María Jesús Montero; la vicepresidenta y responsable de Transición Ecológica, Sara Aagesen; el ministro de Economía, Carlos Cuerpo, y el ministro de Transformación Digital, Óscar López. Allí, Sánchez les exigió transparencia, colaboración y soluciones. Lo dijo con cortesía institucional, pero con tono inequívoco: el Gobierno necesita saber qué falló y necesita saberlo ya.

En ese mismo encuentro, la presidenta de Red Eléctrica Española (REE), Beatriz Corredor –colocada en el cargo por el propio Ejecutivo y con el Estado como accionista del 20%–, fue señalada implícitamente como uno de los puntos débiles del sistema. Sánchez dejó entrever su malestar al recordar que él mismo se enteró de que se descartaba el ciberataque solo tras escuchar la comparecencia pública de la compañía, no por un aviso directo a la Moncloa. Si ni siquiera el presidente accede en tiempo real a la información crítica de REE, algo falla gravemente en la gobernanza del sistema.

Pero no es solo Red Eléctrica. Todas las compañías implicadas sabían que el sistema se enfrentaba a un mayor estrés por la creciente penetración de las renovables. Y todas ellas, como han confirmado fuentes del sector, se comprometieron en bloque a colaborar. Lo preocupante no es que lo digan ahora, sino que no lo hicieran antes, cuando aún se estaba a tiempo de evitar el desastre.

El futuro de la transición ecológica, en juego

El apagón, según se va sabiendo, no fue consecuencia de un ataque exterior ni de un fallo fortuito. Fue, en esencia, un fallo de gestión agravado por una lógica empresarial cortoplacista que prioriza el beneficio sobre la estabilidad. A la hora crítica, el 60% de la generación eléctrica era fotovoltaica y un 14% eólica. El respaldo de las centrales de ciclo combinado, que deberían estar listas para intervenir en casos de inestabilidad, era testimonial: apenas un 8%. ¿Por qué? Porque tenerlas operativas sin producir no es rentable. Y ahí parece estar la verdadera causa del colapso.

Al día siguiente, tras el desastre, las centrales de ciclo combinado pasaron a representar el 40% de la generación. Es decir, la capacidad existía, pero no se utilizó a tiempo. No fue un error técnico inevitable, sino una decisión para no asumir los costes de prevención. Como ha dicho en Naiz el físico e investigador del CSIC Antonio Turiel, “tener las centrales paradas en ese contexto es una responsabilidad criminal”. No puede decirse más claro.

Por eso resulta insostenible que Sánchez siga apelando de forma genérica a “los operadores privados” sin concretar. Si hay responsables, deben señalarse. Y si no se puede aún por razones jurídicas o técnicas, debe explicarse con claridad. Pero el silencio, la ambigüedad o las acusaciones en voz baja no sirven. Solo alimentan el desconcierto ciudadano, envalentonan a los actores irresponsables y debilitan el crédito político del propio Gobierno.

Además, en esta crisis energética se juega mucho más que la reputación de las eléctricas. Se juega el futuro de la transición ecológica. Hay sectores que están aprovechando el apagón para atacar las energías limpias, como si fueran ellas las culpables del colapso. Nada más lejos de la realidad. El problema no fue la solar ni la eólica, sino el sistema de respaldo que no estuvo preparado porque algunos decidieron que prepararlo costaba demasiado.

Ya en 2021, el expresidente de Red Eléctrica Jordi Sevilla advertía de que la red no estaba técnicamente preparada para picos de producción renovable. Varios informes alertaban del riesgo de desconexiones si no se invertía en estabilizadores, baterías y respaldo térmico. Pero esas advertencias se ignoraron o se subestimaron. Ahora se pagan las consecuencias.

Toca poner luz sobre lo ocurrido

El Gobierno debe responder con firmeza y, sobre todo, con claridad. El país no puede permitirse más discursos vagos ni reuniones a puerta cerrada. Hay que poner luz sobre lo ocurrido, literal y figuradamente. ¿Qué empresas no activaron a tiempo sus centrales de ciclo combinado? ¿Quién tomó la decisión de no invertir en sistemas de respaldo? ¿Por qué no se siguieron las recomendaciones técnicas conocidas desde hace años? ¿Por qué no se avisó antes al Ejecutivo del descarte del ciberataque?

La transparencia no es una opción, es una obligación democrática. Sánchez debe dar un paso más: debe concretar públicamente qué operadores privados, según el Gobierno, no actuaron con la diligencia exigible. No para iniciar una caza de brujas, sino para depurar responsabilidades, restaurar la confianza y asegurar que esto no volverá a ocurrir.

Es hora de encender la luz. En nuestras casas, sí, pero también en el debate público. Porque no estamos ante un fallo anecdótico, sino ante un síntoma estructural de un modelo energético mal diseñado, capturado por intereses privados y gestionado con escasa previsión. La transición ecológica necesita más que buenas intenciones: necesita rigor, inversión, control público y reglas claras.

Y si alguien debe responder por lo ocurrido el 28 de abril, que lo haga. Con nombres, con datos, y con consecuencias. El país lo merece. Y Pedro Sánchez, si de verdad quiere ser el adalid de una transición energética justa, tiene que empezar por decir la verdad completa. 

¿Hubo una civilización avanzada antes que la nuestra? La fascinante teoría de un astrofísico de Harvard

 

Siempre hemos creído que somos los primeros seres inteligentes en habitar la Tierra. Sin embargo, nuevas teorías sugieren que quizá no seamos los pioneros. Uno de los defensores de esta idea es Avi Loeb, un prestigioso astrofísico de la Universidad de Harvard, quien plantea en El Confidencial que pudo haber una civilización avanzada antes de nosotros. 

Loeb es conocido por sus teorías revolucionarias y por su constante búsqueda de respuestas en el cosmos y la Tierra. 

Según su hipótesis, es posible que una civilización tecnológica hubiera existido millones de años atrás y que sus restos materiales sean prácticamente imposibles de detectar hoy en día.

¿Somos realmente los primeros seres humanos?

Avi Loeb nos invita a cuestionar la idea de que la humanidad es la primera y única civilización avanzada en el planeta. Según sus estudios, hace aproximadamente 252 millones de años, durante el Pérmico-Triásico, se produjo una extinción masiva que eliminó la mayor parte de la vida en la Tierra. 

Hasta ahora, la causa aceptada para este evento era una serie de erupciones volcánicas que provocaron un cambio climático extremo. Sin embargo, el astrofísico plantea la posibilidad de que el culpable de ese cataclismo no fuera un fenómeno natural, sino una civilización tecnológica que habitó la Tierra mucho antes de nosotros.

Esta teoría es tan intrigante como polémica. Loeb sugiere que esta civilización avanzada pudo haber alterado el clima del planeta hasta el punto de provocar su propia desaparición, una advertencia sobre el poder destructivo de la tecnología mal gestionada. Es un escenario que, aunque basado en teorías no comprobadas, genera preguntas interesantes sobre el destino de las sociedades tecnológicas.

Una de las críticas más comunes a esta teoría es la falta de pruebas tangibles. Pero el investigador explica que, debido a la inmensidad del tiempo transcurrido, sería extremadamente difícil encontrar restos de una civilización que existió hace más de 250 millones de años. La erosión, los movimientos tectónicos y otros fenómenos geológicos habrían borrado casi cualquier evidencia de su existencia.

Loeb compara esta situación con nuestra propia civilización: si la humanidad desapareciera mañana, ¿qué quedaría de nosotros dentro de cientos de millones de años? Probablemente, muy poco. Además, el experto menciona que si esta civilización dejó algún rastro, tal vez se encuentre en el espacio, en forma de tecnología avanzada o satélites que aún orbitan nuestro planeta.

Los fenómenos anómalos no identificados (FANI)

Otra pieza clave en la teoría del astrofísico son los fenómenos anómalos no identificados, conocidos como FANI. Estos extraños eventos que se observan en el cielo, aun sin explicación científica, podrían ser evidencias tecnológicas de antiguas civilizaciones o incluso de culturas que aún nos superan en conocimientos.

A través del Proyecto Galileo, una iniciativa que él dirige en Harvard, Loeb pretende recopilar información sobre estos fenómenos utilizando inteligencia artificial y otras herramientas de vanguardia para analizarlos en profundidad. El objetivo es comprender si estos eventos tienen un origen natural o si podrían ser manifestaciones de tecnología avanzada.

Para avanzar en esta investigación, el investigador también hace un llamado a los gobiernos para que desclasifiquen la información relacionada con estos fenómenos. A lo largo de los años, muchos documentos sobre FANI y otros eventos extraños han sido ocultados por motivos de seguridad nacional

Sin embargo, Loeb argumenta que compartir estos datos con la comunidad científica podría arrojar luz sobre la posibilidad de que no seamos los primeros en haber dominado la tecnología avanzada en la Tierra.

Además, aprender de los errores que podrían haber cometido estas civilizaciones anteriores podría ayudarnos a evitar un destino similar. El astrofísico subraya la necesidad de estudiar a fondo estos fenómenos para encontrar respuestas y planificar el futuro de la humanidad.

El informe de EY sobre Red Eléctrica avanza las posibles causas de un nuevo apagón

 

La situación vivida en España el pasado lunes 28 de abril es inédita, pero no irrepetible. El pasado mes de febrero, un informe entregado por el gestor Ernst & Young (EY) a Red Eléctrica avanzaba que había varios factores que generaban «dificultades en la operación del sistema». Una serie de problemas detectados por el gestor avisaban ya de la posibilidad de un apagón si no se corregía, e incluso pueden causar un nuevo apagón en el futuro próximo si se repiten las circunstancias que hayan generado el corte de luz inicial. 

Es cierto que ya no parece probable la posibilidad de una recaída del sistema, la reconexión se hizo de forma correcta y este ha vuelto a funcionar con normalidad por más de 24 horas, pero los problemas captados por el gestor siguen allí. Entre ellos hay algunos de los que no solo ha avisado EY a la empresa que dirige Beatriz Corredor, sino algunos avisados por las empresas dedicadas a la energía nuclear, e incluso avisos por la falta de previsión en cuanto a los problemas que puede generar un salto acelerado a las energías renovables, sea la eólica o la fotovoltaica.

«Insuficiente información para  la operación en tiempo real  del sistema debido al  aumento de instalaciones de generación renovable inferior  a 1 MW (umbral actual de observación por el Operador  del Sistema), desconexiones de  generación por elevada  penetración de renovables sin capacidades técnicas necesarias para el adecuado comportamiento ante  perturbaciones, pérdida de prestaciones de  generación firme asociada al cierre de centrales de  generación convencional  (carbón, ciclo combinado,  nuclear) y amenazas a la  ciberseguridad en un sistema más digitalizado», son algunas de las causas de riesgo descritas en el informe.

Todas pueden generar el mismo problema para la empresa, en palabras de EY «Mayor dificultad en la  operación del sistema, lo cual  repercute en un mayor riesgo de incidentes en la operación que puedan afectar al suministro, generando un  mayor coste de operación y  posibles impactos  reputacionales». Las consecuencias de un incidente en los usuarios la vivió España el pasado lunes, y la consecuencia reputacional la está viviendo Red Eléctrica en estos días. 

Pero en cualquier caso la preocupación es que los motivos descritos en el informe son precisamente los que barajan los expertos estos días, mientras todo el país sigue a la espera de una explicación oficial que despeje las preocupaciones cualquiera de las posibilidades descritas está sobre la mesa, aunque tras el anuncio de la propia Red Eléctrica descartando un ciberataque lo que parece más probable es un problema de suministro en algún punto de la red ibérica. De momento, según pública El Español, todo apunta a desconexiones en dos plantas al sudeste del país. 

NO ES EL PRIMER AVISO DE ESTOS PROBLEMAS A RED ELÉCTRICA

Lo cierto es que el aviso del mes de febrero no es el primero que recibe Red Eléctrica de un posible apagón. Es cierto que algunas eran fáciles de ignorar por su punto de origen, en particular aquellas que venían de una industria nuclear molesta por ser dejada de lado de los procesos de transformación energética, pero varios expertos habían puesto en aviso a la empresa por no prepararse para una oscilación importante en la entrada de energía proveniente de las renovables. 

El año pasado, la Agencia Internacional de Energía (AIE) señalaba en su informe de 2024 que el sistema de España, y del resto de Europa, debía adaptarse si quiere realmente que la mitad de su energía venga de las renovables, y en particular de fuentes de energía con grandes oscilaciones no controlables como la eólica o la fotovoltaica, de lo contrario situaciones como la del lunes podrían ocurrir. Dado que la apuesta del Gobierno sigue siendo por estas fuentes de energía, es un dato importante a tener en cuenta. 

Además, se suman espacios digitales como ‘No al apagón’ que ha encendido la alarma sobre la situación los últimos dos años. Al mismo tiempo, al no saber con exactitud cuál de los motivos presentes en el informe de EY causó el apagón, dando por sentado que haya sido uno de estos, es importante no tomar decisiones apresuradas sobre el sistema, aunque como usuarios es bueno aprender de la experiencia y tener algunos detalles preparados como kit de emergencia. 

PREPARARSE PARA UN NUEVO APAGÓN

Aunque de momento no parece probable una recaída mientras se desconozca la causa oficial del apagón y se mantengan los problemas en el sistema presentes en el informe, no está de más prepararse para una situación similar. Comida enlatada o no perecedera, linternas, velas, algún implemento para cocinar sin una comida eléctrica y una radio portátil son implementos importantes para atravesar la oscuridad y mantenernos informados. 

La otra buena noticia es que si algo demostró el sistema es que se pudo restituir de forma relativamente rápida. La realidad es que a diferencia de experiencias similares en otros países, la electricidad se recuperó en menos de 24 horas, y aunque es importante exigir explicaciones y que se busquen soluciones para que no se repita el problema, es importante señalar lo rápido que se superó la crisis inicial. 

Desalojan un aparcamiento conflictivo de Terrassa tras una brutal pelea entre jóvenes armados con machetes

  Metropoli

Un detenido por la Policía Municipal de Terrassa

Un detenido por la Policía Municipal de Terrassa AJUNTAMENT TERRASSA

El aparcamiento okupado de la calle de la Corunya, en el barrio de Torre-Sana de Terrassa, ha sido finalmente desalojado tras convertirse en epicentro de graves episodios de violencia y delincuencia.

La medida llega días después de que una brutal pelea entre grupos de jóvenes armados con machetes y objetos contundentes dejara tres policías heridos y dos detenidos, en un conflicto originado por un robo anterior.

A pesar del desalojo, vecinos y fuentes policiales temen que los implicados en los disturbios, muchos de ellos jóvenes de origen magrebí, se reubiquen en otro punto del municipio, manteniendo el riesgo de nuevas concentraciones conflictivas.

Batalla campal

La madrugada del pasado 19 de abril, dicho aparcamiento okupado se convirtió en escenario de una batalla campal entre grupos de jóvenes, armados con machetes y otros objetos contundentes.

La disputa dejó tres policías heridos y dos detenidos, pero lo más alarmante es que, a pesar de la violencia extrema, uno de los implicados quedó en libertad pocas horas después.

Machetes y palos

Los Mossos d’Esquadra y la Policía Municipal acudieron al aparcamiento ese sábado tras recibir alertas vecinales por una pelea a gran escala.

Según fuentes policiales, dos grupos --formados en su mayoría por jóvenes de origen magrebí-- se enfrentaron con armas blancas y objetos contundentes en el interior del recinto, un espacio okupado desde hace meses y en condiciones totalmente insalubres.

Vehículos de la Policía Municipal de Terrassa

Vehículos de la Policía Municipal de Terrassa AJUNTAMENT TERRASSA

Atropello y agresión

Durante la intervención policial, un conductor atropelló a un miembro del grupo enfrentado para después darse a la fuga. Pero volvió e intentó atropellar a un agente, lo que motivó su detención por tentativa de homicidio.

Otro joven fue detenido tras agredir directamente a un policía local con una patada que le partió el peroné. El agente se someterá, de hecho, por la lesión a una intervención quirúrgica. Un total de tres agentes resultaron heridos en el operativo, y varios participantes en la pelea lograron huir del lugar.

En libertad

A pesar de la gravedad del suceso, uno de los detenidos --con múltiples antecedentes y considerado conflictivo por los vecinos-- fue puesto en libertad horas después del suceso.

Y, de hecho, hace poco regresó al mismo aparcamiento donde ocurrieron los hechos, generando una mezcla de frustración e impotencia entre los residentes de Torre-Sana.

Insalubridad y delincuencia

El aparcamiento donde ocurrió la pelea es una infraestructura abandonada desde hace tiempo, y quienes allí vivían lo hacen en condiciones precarias. En su interior había colchones, restos de fogatasbasura acumulada y baterías de coches sustraídas.

La convivencia con los vecinos era --y se temen que continúe siendo-- tensa: denuncian ruidos, robos, amenazas y tráfico de objetos robados.

Respuestas insuficientes

El problema no era nuevo. La policía ha intervenido en este mismo lugar en otras ocasiones, pero los operativos no han traducido, hasta ahora, en soluciones duraderas.

La policía ya ha procedido, por el momento, al desalojo del recinto, pero el refuerzo de agentes que el Ayuntamiento de Terrassa dice haber implantado parece insuficiente para los vecinos.

La sensación entre los residentes es que las autoridades conocen la situación, pero actúan solo cuando la violencia estalla.

Falta de consecuencias

Lo que más indigna a los vecinos de Torre-Sana no es solo la violencia o el deterioro del entorno, sino la falta de consecuencias para quienes protagonizan estos actos. 

Algunos residentes aseguran que han dejado de denunciar por falta de respuestas. Otros temen represalias

Okupaciones ilegales

El suceso refleja la problemática del municipio con la delincuencia y la okupación. Según ha podido recopilar Metrópoli, en marzo de 2024, la policía detuvo a cinco individuos por forzar cerraduras y sustraer objetos de vehículos estacionados en otro aparcamiento de Terrassa.

Además, en diciembre del mismo año, las fuerzas de seguridad llevaron a cabo un operativo para desalojar cinco inmuebles okupados en el barrio de La Cogullada. Los edificios, propiedad de la SAREB, albergaban a varias familias sin título habilitante que generaban conflictos vecinales. 

El mismo mes, un vecino alertó sobre la okupación de un inmueble en el barrio de Les Arenes – La Grípia – Can Montllor, con la intención de vender las llaves a terceros. La policía intervino y acusó a los sospechosos de tentativa de okupación.

jueves, 1 de mayo de 2025

**Ya se sabe lo que pasó en el apagón: ###

 Carta  de un Españolito de a pie



En un giro de acontecimientos que no sorprende a nadie, el apagón que sacudió a España ha revelado más sobre la política del país que cualquier debate parlamentario. ¿La razón? La sobrecarga de enchufados que, como esos viejos electrodomésticos que se niegan a dejar de funcionar, siguen enchufados al sistema, alimentándose del erario público con la voracidad de un vampiro con insomnio.

Cuando hablamos de ‘enchufados’, no nos referimos únicamente a los cables de una instalación eléctrica, sino a una generación entera de políticos, ex-políticos, y toda una galería de familiares, parejas, sobrinas, secretarias especiales y asesores varios que hacen que el término "familiar" adquiera un nuevo significado en el contexto laboral. En España, la capacidad de conseguir un empleo parece depender más del árbol genealógico que del currículum.

Y así, en medio de esta marea de "profesionales" que se sostienen en el sistema como si fueran parásitos en un organismo debilitado, la Caja de plomos petó. ¿Nos sorprende? No. Porque con más chupadores que trabajadores activos, la única carga que llevamos es la de un sistema que perpetúa la dependencia y desatiende la eficiencia.

Podemos imaginar la escena en el centro de control del apagón: un grupo de políticos pasándola bien mientras los técnicos se rascan la cabeza. “¿Pero cómo vamos a arreglar esto?”, pregunta uno. “¡Fácil! Llamemos a tal o cual amigo, seguro que sabe algo”. Y ahí están, todos con un enchufe en una mano y un café en la otra, deliberando sobre cómo desconectar a la ciudadanía de cualquier rayo de esperanza.

En coche, es cuestión de apretar un botón y listo, la luz vuelve. Pero en la política española, el apagón es solo un síntoma. La verdadera pregunta es: ¿quién necesita un generador eléctrico cuando podemos tener un puñado de enchufados bien colocados que aseguran que la oscuridad prevalezca? Así queda claro que, en este juego de luces y sombras, nunca sabremos si el próximo apagón será por falta de corriente o por falta de vergüenza.

Así que, mientras nos recuperamos de la sorpresiva “desconexión”, recordemos: en esta España de enchufados, el verdadero apagón es el de la razón y la ética. ¡Aprovechemos la luz – aunque sea intermitente – para ver más allá de tanto cableado corrupto!




Terremoto sacude Madeira: magnitud e impacto en la región

En la madrugada, un  fuerte movimiento sísmico  ha sorprendido a los habitantes del archipiélago de  Madeira  y otras partes de Portugal. El...