Beteve
El Club Natación Atlético-Barceloneta vive un verano de afluencia masiva e internacionalización creciente. A pesar del cambio de tendencia, los socios más veteranos y el ambiente de barrio se mantienen
Fin de semana de mucha afluencia a las piscinas al aire libre de la ciudad como la del Club Natación Atlético-Barceloneta (CNAB), donde el calor intenso ha hecho que algunos días se haya tenido que colgar el cartel de aforo completo. Aquí, cuando no queda ni una gandula libre se cierra el acceso, excepto a los socios de la asociación. Es un club con mucha historia, que en los últimos años, también está viviendo de cerca el fenómeno de la llegada de expatos a la ciudad.
Una piscina de barrio con historia y memoria
Se trata de una piscina con historia y mucha carga sentimental. Muchos de los socios más veteranos acumulan entre 30 y 50 años de antigüedad y algunos, incluso, han llegado a los 75. Son socios que aún practican el takatán, el deporte nacido en el club en 1914, parecido al vóley pero que se juega con un balón de tenis. Una tradición que contrasta con el fenómeno de los expatos, que también ha llegado aquí. Pese a todo, los habituales aseguran que la esencia de barrio aún se mantiene. Manel Àngel Bernal, socio con 50 años de antigüedad, defiende que "el club sigue siendo igual, aunque venga gente de fuera, tratamos de convivir lo mejor posible, pero vaya, la esencia de club de barrio, no se borrará nunca en la vida."

Los "nuevos" socios también disfrutan de la autenticidad
En el club también hay muchos socios que vienen del resto de la ciudad, de barrios como los de Sarrià o el Poblenou, por ejemplo. La mayoría coinciden en apuntar que los socios más veteranos los han acogido muy bien y que el club se beneficia de esta mezcla. Así lo explica José Manuel López, socio de hace más de cinco años. "Esto es guapísimo, porque estamos aquí y estamos mezclados, te miran y te acogen muy bien, y siempre nos sentimos muy bienvenidos, yo y mi hija, con los hijos de los locales, del barrio."
Los no socios también forman parte del club
Una de las particularidades del CNAB es que los precios de los socios y de los no socios, se marcan en el Pleno del Ayuntamiento. Quien quiera entrar en el recinto, y no sea socio, tiene que pagar una entrada general que ahora cuesta 16,11€ y que da derecho a acceder a las tres piscinas exteriores del recinto, a la zona del gimnasio y a entrar y salir cuando uno quiera de primera hora de la mañana hasta el atardecer. La Núria Pasqual no es socia pero venía al club de pequeña, "Yo los pago, porque además tienes la opción de estar aquí un rato, te vas a casa a comer, si no vives muy lejos, y luego por la tarde vuelvo hasta que se va el sol. Ver marchar el sol en este ambiente... yo los pago seguro."
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