Periódico
Las buenas condiciones de visibilidad y luz matinal han permitido obervar la isla balear

Se da en muy contadas ocasiones a lo largo del año en Barcelona, así que en días en el que confluyen todos los elementos -buenas condiciones de visibilidad y luz matinal- resulta una de las mejores formas de comenzar la jornada subir a Collserola o Montjuïc, acercarse a las playas de la ciudad o, aquellos privilegiados que viven en inmuebles con vistas al mar Mediterráneo, el asomarse a la ventana o subir a la azotea para disfrutar de un amanecer que nos permite divisar en la lejanía el perfil de la isla de Mallorca y, sobresaliendo, sobre el cielo anaranjado de la salida del sol, el Puig Major, de 1.445 metros.
Tal y como nos muestra la espectacular foto de Alfons Puertas desde el observatorio Fabra, hemos podido disfrutar de esta postal que es ideal para comenzar el día ya que es el momento en que la luz del sol comienza a despejar el horizonte. Estas fechas de otoño son bastante propicias para la observación de la isla balear.
No hay comentarios:
Publicar un comentario