lunes, 3 de marzo de 2025

Los sindicatos convocan siete días de huelga en Renfe y Adif por el traspaso de Rodalies

 CroniGlobal


Pasajeros esperando trenes de Rodalies de Renfe

Pasajeros esperando trenes de Rodalies de Renfe Alberto Paredes - Europa Press

Los representantes de los trabajadores instan al Ministerio de Transportes a cumplir con los acuerdos firmados en su día, en especial en lo que se refiere a la integridad de las plantillas

Los comités de empresa de Renfe y Adif han convocado siete días de huelga en los meses de marzo y abril como forma de reivindicar los compromis os asumidos por el Ministerio de Transportes en el contexto del traspaso del servicio de Rodalies

Los paros están fijados para cinco días del presente mes, en concreto, 17, 19, 24, 26 y 28. A ellos se añaden los días 1 y 3 del próximo abril.

Garantizar el servicio

Los sindicatos argumentan que se han incumplido algunos compromisos firmados sobre el traspaso de Rodalies y Renfe Mercancías. Las reivindicaciones se centran en la integridad en Renfe y Adif de las plantillas y de la operación en Rodalies y en la filial de mercancías del operador público. 

Los representantes de los trabajadores han apelado al cumplimiento de los pactos por parte del Gobierno para garantizar la estabilidad y la continuidad de los servicios bajo la gestión de ambas compañías.

De la Calle del Laurel a San Juan, estos son los mejores sitios para disfrutar de pinchos en Logroño

 



El fin de semana pasado mi chico y yo decidimos hacer una escapada a algún sitio que nos quedara relativamente cerca de Valladolid y que, a la vez, nos ofreciese un buen plan gastronómico y con un poco de jaleíto bueno. Como las opciones dentro de Castilla y León ya las bien trabajadas, decidimos irnos a Logroño a disfrutar de la buena gastronomía y de un buen vino.

Así, nos fuimos de viernes a domingo. Como llegamos a las 9 de la noche, después de salir de trabajar y demás, decidimos que la mejor opción (además de que llovía) era ir a un solo sitio a cenar, pero de pinchos para reservar el sábado completo a recorrer las calles Laurel y San Juan en busca de las mejores tapas. Os adelanto que volvimos rodando, pero con el paladar feliz.

PerretxiCo

Para la noche del viernes lo teníamos claro: cenar en PerretxiCo Logroño, no solo por recomendación, sino también porque es célebre por tener varios premios de pintxos y una carta de lo más amplia.

Os diré que nos dejamos aconsejar y la experiencia fue fantástica comenzando por su famosa ensaladilla que está entre las diez mejores de España y me lo creo perfectamente porque es un espectáculo, siguiendo por la tarrina de turrón de foie con queso crema que es una explosión de sabores y un pincho que lo mismo me podría comer como entrante que como postre.

Igualmente, no os podéis perder el buñuelo de vacuno con jugo concentrado de carne, queso crema y tobiko que inyectas con una jeringuilla directamente en el bollito y que se deshace en la boca. Buenísmo.

Por supuesto, en la selección no podía faltar el famosísimo donut de cocido que ha hecho de PerretixCo una de sus señas de identidad y que hay que probar sí o sí. Un pincho muy contundente, sin duda, que consiste en un donut relleno de todo lo que contiene un cocido desde los garbanzos, a la carne, morcilla... y todo ello regado con un caldo espectacular.

También probamos otros pero estos serían el top y, claro, los postres: la torrija de brioche caramelizada empapada en nata fresca con sopa de toffee y la tarta de queso que eran sencillamente deliciosas. Muy recomendable para probar varias cosas y sí, salir rodando.

PerretxiCo: C. Portales, 21, 26001 Logroño, La Rioja

La Calle del Laurel

El sábado lo dedicamos a callejear y a descubrir las dos calles más famosas de la ciudad: la calle del Laurel que es la más conocida y que estaba abarrotada de gente y, por la tarde, la Calle San Juan.

Comenzamos con las famosas patatas bravas del Jubera, su especialidad y de las que me hubiese comido 3 raciones. A pesar de que podamos pensar que son unas patatas bravas más, estas son súper especiales, bien hechas, y con dos salsas con un toque picante que estaban buenísimas.

Otro que no podía faltar era el montadito de oreja del Bar El Perchas que es una delicia. Puede que no os guste la oreja, pero os aseguro que merece muchísimo la pena porque es delicioso.

Al lado del Jubera se encuentra el Bar Calderas, un sitio que merece la pena visitar no solo por su gastronomía y estas piparras en tempura que me enamoraron y que me comería dos plantaciones, sino porque conservan una pileta donde enfrían las botellas que era el sistema que se utilizaba antes y que se llenaba con agua de manantial (ahora va por motor) y que es la única que queda en la ciudad.

Seguimos con las setas de Bar Cid otro de los clásicos de la calle del Laurel que hace las delicias de los paladares más suculentos. Se trata de unas setas a la plancha con la "salsa de la abuela" que hacen un combo perfeto y muy sabroso.

Y si hablamos de hongos, el Bar Ángel se lleva la palma con su pincho de champiñón. El local está lleno de gente hasta los topes comiendo esta delicia de tres champiñones a la plancha coronados con una gamba y la salsa de aceite, ajo y perejil. Realmente buenísimo.

Y sí, tuvimos estómago para entrar en el Blanco y Negro el bar más antiguo de toda la zona donde una de sus especialidades es el matrimonio que es un montadito de pimiento verde y boquerón que está buenísimo. Además es un bar que merece la pena visitar por su decoración que enamora.

La Calle San Juan

Tras un poquito de tardeo por los bares de la zona como el Soho y el Wine Fandango que nos encantó llegó el turno de irnos a la calle San Juan donde encontramos verdaderas delicias también. Eso sí, aunque teníamos hambre después de un buen tardeo, sabíamos que la cosa se tenía que reducir en cantidad, aunque tampoco lo hicimos mal.

Sin duda, la estrella de la noche fueron las zapatillas del Tennessee, unas tostas de jamón o de jamón, queso y pimiento verde que entraban solas y que, a pesar de su sencillez, estaban buenísimas.

Del Bar La Travesía no puede faltar su pincho de tortilla de patata bien sola  o con salsa picante (pica, pica). Sin duda, un bar cuya fama le precede y es bien merecida. En el poco rato que estuvimos en su barra, las tortillas recién hechas salían y se consumían como churros.

El La Guarida del Carmen no solo nos encontramos con una decoración de lo más llamativa, sino una selección de pinchos muy amplia. Elegimos el montadito de sardinas y pimientos.

Por último, nos salimos de la Calle San Juan y nos fuimos a la Calle el Cristo, concretamente a un bar que hace esquina, La Ruta con varias especialidades entre las que se encuentra el montadito de oreja rebozada con pimientos que es espectacular. 

Os diré que, aunque la ruta fue bastante buena, me quedé con ganas de ir a algunos sitios más que me habían recomendado, pero nuestros estómagos ya no podían más, así que la solución es bien sencilla, hay que volver a seguir recorriendo esas fantásticas calles repletas de gente, de buen ambiente y de mejor gastronomía regada con vinos de Rioja. Una gran experiencia y un fin de semana inolvidable. 












Islas Eolias: leyendas, volcanes y auténtica esencia mediterránea


El relato que cuenta cómo estas islas prodigiosas salieron de su ancestral aislamiento puede iniciarse con una carta escrita en 1948. Volveremos a ella más adelante. Ahora toca repasar la historia de las Eolias, puñado de islas del Tirreno, porción del Mediterráneo situada al noreste de Sicilia. Empezó a escribirse mucho antes. En el siglo VIII antes de nuestra era, el poeta griego Homero escribe La Odisea. Épico relato de uno de los viajes más legendarios de la historia, el regreso a Ítaca de Ulises y sus hombres al acabar la Guerra de Troya.  

Fue una singladura por el Mediterráneo que les llevó 10 años. En tan largo periplo, el héroe visita estas islas, lo que da pie a Homero para incluir la más hermosa metáfora jamás escrita sobre un volcán. Aparece en el canto IX, cuando el cíclope Polifemo atrapa a los griegos en su caverna. Eran los cíclopes gigantes de un solo ojo, de descomunal poder y carácter irascible. Ayudantes en la fragua de Hefesto, dios heleno del fuego, Polifemo, hijo del dios del mar Poseidón, era su caudillo. Devorados varios marineros por el monstruo, Ulises hace uso de su astucia para escapar. Tras asegurar a Polifemo que su nombre es Nadie, emborracha al gigante. Cuando este duerme la borrachera, clava un mástil en su único ojo dejándole ciego. A continuación, aprovechando que el coloso abre la cueva para que salgan sus ovejas, los griegos escapan agarrados a la panza de los animales. 

El gigante no les descubre, pues solo palpa los lomos del ganado. Cuando se da cuenta del engaño, pide auxilio a los demás cíclopes. Estos acuden y le preguntan quién le ha dejado ciego, a lo que contesta que Nadie. Tomándole por loco, le dejan. Polifemo empieza a rugir, al tiempo que lanza al mar enormes rocas en un intento por hundir el barco de Ulises. 

Desde el tiempo de las leyendas los volcanes son la razón de ser de este archipiélago declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 2000. Lo componen siete islas: Lípari, Vulcano, Stromboli, Salina, Panarea, Filicudi y Alicudi, a las que acompañan numerosos islotes. El origen de los dos nombres con los que se conocen estas islas de fuego se remonta a la Grecia clásica. Las Eolias fueron proclamadas por los antiguos helenos patria de Eolo, dios de los vientos; Lípari refiere a Líparo, hijo de Ausón y nieto de Ulises, fundador de una colonia en la isla principal.

Pocos de los numerosos turistas que llegan a las Lípari conocen estas historias antiguas. La mayoría acude por razones más terrenales. Muchos son vecinos de la cercana costa de Milazzo, incluso de Messina, que cogen el ferry para pasar una jornada tranquila. Gente sin demasiados posibles, por los 20 euros que más o menos les cuesta el pasaje del ferry disfrutan unas horas de playa aderezadas con una fuente de mejillones, calamares o, si se puede, de las gambas más frescas del litoral siciliano.

Los hay que aprovechan para tomar los baños de pretendidas virtudes medicinales de Fanghi di Vulcano, balsa de lodo a los pies del volcán en la isla del mismo nombre. Otros vienen de turismo puro y duro. Lípari es su principal destino. La isla más importante del archipiélago extiende su pintoresca capital en torno al puerto de Marina Corta. Bajo la iglesia de Anime del Purgatorio, las tradicionales barcas de pesca resisten el empuje de las cada vez más numerosas embarcaciones turísticas. Domina la villa el castillo enclavado sobre un peñón. En el interior de su recia muralla se recoge un conjunto monumental de primer orden, con el recomendable museo arqueológico, la basílica concatedral de San Bartolomeo, cuatro iglesias más y restos de un anfiteatro griego. Desde su altura las callejas medievales peatonales bajan al animado centro de la urbe. Aquí, la también peatonal Via Garibaldi concentra los principales comercios y restaurantes.

Es recomendable alquilar un motorino para dar la vuelta a la isla. Pequeño tour por carreteras tranquilas, lleva a parajes sobresalientes, como el Belvedere Quattrocchi y el Observatorio Geofísico, desde donde se contemplan todas las Eolias, en especial, la vecina Vulcano. Son parada obligada el Santuario de la Madonna della Catena, el tranquilo pueblín de Acquacalda, en el norte de la isla, y la playa de Canneto.

De Salina al cráter del Vulcano

Salina es la Eolia más verde. Coronada por los montes dei Porri y Fossa delle Felci, dos volcanes extintos, una red de senderos recorre la isla. Lleva a parajes singulares y al destino isleño preferido de los visitantes: Pollara, pueblito que fue escenario de El cartero (y Pablo Neruda), película de 1994, especialmente querida por los italianos, sobre todo por el fallecimiento del actor Massimo Troisi, que encarnó al cartero, al poco de finalizar el rodaje.

Filicudi y Alicudi son las más apartadas del archipiélago, también las menos turistizadas. La primera está rodeada de un litoral de acantilados con abundantes cuevas y ensenadas, escenario recomendado para el snorkel y pequeñas embarcaciones. Alicudi es más salvaje. Áspera y primitiva, un puñado de mínimos caseríos concentran la escasa población. Carente de carreteras, los burros, vehículo isleño tradicional, resisten el empuje de motorinos y motocarros eléctricos. De momento, en Alicudi la tranquilidad está asegurada.

Cada Eolia tiene, al menos, un volcán. Entre todos destacan dos: el citado Vulcano y, sobre todos, el Stromboli. Ellos son la razón de la llegada de la más singular de las tribus que visitan las Lípari: los trekkers. Subir al Vulcano, en la isla del mismo nombre, carece de dificultad. El ascenso hasta el borde del cráter de la Fossa, de 386 metros de altura, se realiza por un cómodo camino arenoso, casi una pista, en cuya entrada se compra la entrada que da permiso al acceso. Apenas media hora de subida, sin mayores inconvenientes que el sol implacable que gobierna el lugar. Circunstancia que muchos aprovechan para realizar la ascensión en bañador.

En la cimera reina un olor a huevos podridos. El borde del cráter se adorna con el delicado encaje amarillo de las afloraciones de azufre. En algunos puntos, la temperatura del suelo es tan elevada que traspasa el calzado y derrite las suelas. Lo habitual es asomarse al borde del cono y bajar lo más rápido posible para escapar de este infierno de altura y refrescar la calorina en la cercana playa de Acque Calde. El Stromboli es otra cosa. El volcán más activo de Europa lleva milenios sin dejar de escupir lava, cenizas, lapilli y gases. Su nombre deriva del que le pusieron los antiguos griegos: στρογγυλός —Strongylós—, que significa redondo, en alusión a su forma. En tiempos más recientes, en la isla al volcán se le suele llamar Iddu, Él.

La pequeña Stromboli tiene un núcleo principal integrado por los pueblos de San Vincenzo y San Bartolomeo. Al lado del puerto, el negro arenal de playa Scari es el escenario donde opera el grupo más importante de pescadores tradicionales de las Lípari. Hasta su fallecimiento en 2018, sobre todos destacaba la poderosa presencia de Mario Cusolito.

En el acarreo de las barcas para sacarlas del mar al amanecer, en la recogida de las redes y en la distribución del pescado, la imagen del patriarca de los pescadores isleños, con su enmarañada pelambrera, blanca como la cerrada barba en el final de sus días, y su rotunda corpulencia, fue la imagen más auténtica de los pobladores de la isla. Desde la playa las callejas trepan hasta la iglesia de San Vicente Ferrer, ante la que se abre una plaza mirador. Alrededor abren sus puertas un puñado de tiendas de comestibles, de recuerdos para los turistas y la farmacia. En las afueras llaman la atención el cementerio viejo y el no menos desolado campo de fútbol de ceniza volcánica.

Llegados a Stromboli en esta singladura por las Eolias, es momento de recalar en la carta que muchos refieren como el inicio de la contemporaneidad de las Eolias. Esto escribió su autora: “Estimado señor Rossellini, he visto sus películas Roma Città Aperta y Paisà y me gustaron muchísimo. Si tiene necesidad de una actriz sueca que habla muy bien inglés, que no ha olvidado su alemán, a la que casi no se le entiende en francés y que en italiano sabe decir solamente ‘te amo’, estoy lista para viajar a Italia a trabajar con usted”. Firmado: Ingrid Bergman. Se la envió en 1948 al director neorrealista italiano. Instalada en Estados Unidos, para entonces la actriz sueca ya era una estrella de Hollywood. La misiva causó efecto inmediato. Rossellini voló a Londres, donde ella rodaba una película. El flechazo fue irresistible. Tanto, que el italiano la invitó a protagonizar su siguiente proyecto: Stromboli, terra di dio, papel que tenía reservado para la que hasta aquel momento era su compañera sentimental: Anna Magnani.

Dejemos a un lado la reacción de la explosiva actriz romana, para señalar que la Bergman aceptó la propuesta. Y en abril de 1949 desembarcaron en la isla. Encontraron la pobreza y el aislamiento extremos. Solo una mujer alquilaba habitaciones. Por mediación del maestro pudieron rentar una casa abandonada. La remozaron con ayuda de los vecinos. La instalación de la ducha fue un acontecimiento. A pesar de que era un simple agujero en el techo por el que se echaba a cubos el agua cogida del mar. Durante cuatro meses permanecieron en Stromboli. A la dureza del rodaje se añadió la animadversión de los isleños, entre los que solo el maestro y el cura supieron vislumbrar la transcendencia que podría tener la película. Bajo las explosiones del volcán, Ingrid y Roberto vivieron una de las más tórridas pasiones del Séptimo Arte.

Una placa en la fachada de una singular construcción recuerda que es la Casa Rossa, el nido de amor de la pareja. Se alza a escasos pasos del objetivo de la mayoría de los visitantes que vienen a Stromboli: las agencias de trekking que les suben hasta la cumbre del Stromboli. A eso de las cinco de la tarde comienzan a aparecer decenas de trekkers dispuestos a realizar la ascensión más exótica de cuantas llevan a las cumbres de las montañas legendarias. Sin ser extremo, el desnivel que hay que salvar es importante, 924 metros.

Pero lo que hace realmente única esta subida es cómo se realiza. Antes que nada, debe saberse que está prohibido subir sin guía, bajo amenaza de arresto y multa. Una manera de proteger el empleo de los jóvenes de la isla. El que la caminata comience a las cinco de la tarde es para evitar las horas más calurosas y para llegar a la cima en noche cerrada, el mejor momento para contemplar el espectáculo de las erupciones. El equipo necesario es igual de inusual. Aunque se trata de una ruta carente de dificultades, una marcha que puede subirse con zapatillas de excursión, hay que llevar botas de montaña de caña alta. A pesar de que no se pisa una gota de nieve, se deben calzar las típicas polainas montañeras de invierno. La razón es poderosa: evitar que se llene el calzado de arena y polvo, en especial durante la bajada. Para protegerse de ese material que queda suspendido en el aire hay que llevar gafas estancas, como las de buceo, y mascarilla. De no hacerlo, la polvareda que se levanta en la bajada nos cegaría y ahogaría en cuestión de segundos. Linterna frontal y bastones de trekking también son obligados.

La subida dura en torno a tres horas. En la cima se permanece lo suficiente para contemplar varias explosiones que se producen cada 20 minutos por las tres bocas del cono volcánico. Es noche cerrada y entre las explosiones, destaca el resplandor de la Sciara del fuoco, palpitante herida que rompe la vertiente norte del volcán y enseña sus entrañas encendidas. Mucho más abajo, en el mar, se adivina la silueta de las embarcaciones que han venido a ver el espectáculo desde el agua. Entremezclados con las explosiones del monstruo llegan acordes musicales perdidos. Son Las Walkirias de Wagner, con las que uno de los barcos ameniza al pasaje. La bajada del Stromboli es ciencia ficción. Se desciende por una ruta más directa que la de la subida, más vertical. Se camina literalmente encima del que va por delante y bajo las suelas de quien marcha detrás. Se recorre un río de lapilli y escorias, caudal de microscópicas partículas donde te hundes hasta media pierna. El paso, más bien deslizamiento, de los excursionistas levanta nubes de polvo. Son tan espesas que, añadidas a la negrura de la noche, hacen que lo único que guía el descenso es el tenue resplandor de la frontal de quien baja delante.

Dejemos la emoción del Stromboli en busca de algo más epicúreo. Está en el destino de otra clase de visitantes más exquisita que la de los esforzados trekkers. Vamos a Panarea, nombre que obliga a señalar esta isla como la panacea de la jet set en esta parte del Mediterráneo. Acogedora y remota, la más pequeña de las Eolias es refugio de una constelación de celebrities donde no faltan futbolistas famosos, renombrados artistas, aristócratas trasnochados, playboys y cazafortunas que han hecho de la tranquila Panarea su escondite predilecto. El ansia viajera que en época pospandémica ha contagiado como nunca a nuestra sociedad, está cambiando tan elitista escenario. Como en el resto del mundo, los Airbnb han desembarcado en la isla. Aquí conviven con las más lujosas mansiones, mientras mochileros y turistas de alcurnia común comparten su ocio con el de las princesas y los poderosos. A pesar del creciente oleaje de gentrificación, Panarea mantiene el tipo. La isla continúa sin coches, excepto el puñado de carricoches eléctricos y motorinos. Bucólica y virgiliana, epicúrea y hedonista, la isla regala el contraste de caseríos inmaculados frente a la renegrida superficie isleña salpicada del aroma y los colores de chumberas, buganvillas y adelfas.

Canto a la esencia mediterránea donde uno quisiera recalar para siempre. Para bañarse sin estorbos en lugares tan prodigiosos como la cala Junco, inalterada desde que los primeros pobladores del archipiélago, allá por la lejana Edad del Bronce, fundaron en el promontorio que se alza sobre ella el poblado de Punta Milazzese. Y a la caída de la tarde, disfrutar de una parrillada de tordos multicolores recién sacados de un Mediterráneo que refleja la ardiente e indómita naturaleza de estas islas de fuego. 

Un terremoto de 5,1 sacude el sudeste de Irán sin que se hayan reportado víctimas




  Un terremoto de magnitud 5,1 sacudió este lunes la provincia de Sistán Baluchistán, en el sudeste de Irán, sin que se hayan reportado de momento posibles víctimas o daños.

El temblor se produjo en la ciudad de Iranshahr a las 9:55 de esta mañana hora local (6:25 GMT), informó a IRNA el director general de la Oficina de Gestión de Crisis de la Gobernación de Sistán y Baluchistán, Majid Mohebi.

“Según la información inicial, el terremoto no ha causado ningún daño, pero esto no se puede confirmar al 100 % hasta que se completen las investigaciones”, dijo la fuente, que añadió que se está evaluando la situación.

Este terremoto tuvo lugar cuatro horas después de que otro sismo de magnitud 3,4 sacudiera la misma ciudad.

Irán tiene una gran actividad sísmica y se registran numerosos terremotos. Los más graves hasta la fecha en Irán se produjeron en diciembre de 2003 y en junio de 1990, cuando perdieron la vida 31.000 y 37.000 personas, respectivamente.

En noviembre de 2017 un terremoto de magnitud 7,3 causó 620 muertos y más de 12.000 heridos en la provincia noroccidental de Kermanshah.

Un paraíso escondido en los Pirineos: la ruta que te lleva a dos lagos espectaculares




 Ahora que se acerca de nuevo el buen tiempo, aunque quizás somos muy optimistas, en Catalunya podéis hacer multitud de excursiones y rutas senderistas que os harán disfrutar de nuestra tierra de una manera única y especial. En nuestro territorio existen uno muchos caminos para hacer todo tipo de rutas de montaña, algunas más exigentes y otros que podéis hacer con toda la familia.

Ruta de los Lagos del Pessó desde el Puente de la Ribera

Hoy os proponemos una excursión muy atractiva y bonita, la de los Lagos del Pessó desde el puente de la Ribera. Esta gran ruta se ubica en la región del Valle de Boi, una de las zonas más mágicas de las zonas montañeras de Catalunya. Para llegar al inicio de la caminata, tendréis que acceder en coche hasta el puente de la Ribera, donde observaréis que hay espacio a ambos lados de la carretera donde podéis dejar el vehículo.

Tenéis que tener en cuenta que el tiempo de duración total del recorrido es de 6 horas3 horas hasta los Lagos del Pessó y 3 para volver. La ruta no es de una dificultad muy elevada, aunque tenéis que ir muy preparados para hacer un camino de alta montaña, por lo cual no podéis olvidar ir con suficiente agua, crema solar y ropa adecuada para hacer una excursión de estas características. 

Un recorrido que podéis hacer en 6 horas

El recorrido está perfectamente señalizado, así que no tengáis miedo de aventuraros en esta majestuosa zona de los Pirineos. Durante el primer tramo, que coincide con el GR 11-20, tendréis que seguir la señalización marcada en blanco y rojo. Cuando paséis la cabaña de pastor medio destruida, tendréis que seguir los palos de madera amarillos que suben hasta los lagos del Pessó. ¡Si seguís estas indicaciones no tendréis ningún problema para llegar y volver de una pieza!

La excursión comprende poco más de 9 kilómetros y es muy popular entre la población catalana de la zona, ya que os permitirá ver dos lagos majestuosos en los cuales podréis descansar después de completar la primera parte del camino. Aparte de los lagos, también podréis ver más zonas de interés, como la ribera de Sant Martí situada en uno de los parques naturales más bonitos del Pirineo catalán, el Parque Nacional de Aigüestortes i Estany de Sant Maurici.

Si queréis alargar la ruta podéis hacerlo subiendo hasta Montanyó y realizar la ascensión en el Tuc de Carants, aunque tenéis que ir muy preparados para hacerlo. Una vez finalizada la excursión podéis descansar y comer en el pueblo residencial del Pla de l'Ermita, en el que encontraréis varias propuestas gastronómicas interesantes

Aena se vuelve más VIP: se lanza a renovar salas tras disparar sus ingresos 'premium'

20Minutos


Aena se vuelve más VIP: se lanza a renovar salas tras disparar sus ingresos 'premium'

Aena saca partido al volumen récord de pasajeros que han hecho uso de sus aeropuertos en el último año para rozar los 1.760 millones de euros en sus ingresos comerciales, un 15% más que un año atrás. Si bien el grueso de esta línea de negocio se sigue concentrando en las 'duty free' -tiendas libres de impuestos-, la restauración, los aparcamientos y el alquiler de vehículos, el área que más ha crecido en 2024 corresponde a los servicios VIP.

El gestor aeroportuario español ha encontrado en los clientes que recurren a sus servicios premium una potencial fuente de ingresos aún lejos de alcanzar su techo. Así lo revela el balance anual que presentó al mercado el pasado miércoles, en el que dedica un apartado a analizar su rendimiento comercial en España. En este documento, la entidad 'semipública' recoge ingresos ordinarios de 156,2 millones de euros provenientes de sus servicios VIP, un 31% más que en 2023.

En esta línea comercial, Aena incluye los ingresos originados por el alquiler de salas VIP, los paquetes premium que ofrece a sus clientes, así como los servicios de 'fast-track' y 'fast-lane' -que permiten a los pasajeros acceder de forma preferente a los filtros de seguridad en aras de reducir tiempos de espera-. Pero, tal y como defendía el mismo miércoles el director financiero del grupo Ignacio Castejón en una 'call' con analistas a la que tuvo acceso este medio "las salas VIP representan el 82% de los ingresos de esta línea de negocio".

"Los ingresos por servicios VIP siguen creciendo a un ritmo muy saludable, como se ha podido observar a lo largo del año. ¿Cuáles son las razones de este crecimiento? Más clientes, el volumen de clientes está aumentando alrededor de un 26%; precios más altos, un aumento medio de los precios de alrededor del 5%; y las nuevas instalaciones que la empresa está añadiendo dentro de nuestros aeropuertos. Por ejemplo, Mallorca, Ibiza, Tenerife Sur y Sevilla. Como resultado de todas estas mejoras, estamos viendo tasas de penetración que siguen estando en el 1,9%, y esperamos que sigan aumentando con todas estas mejoras", auguraba el responsable financiero.

Esta apuesta por expandir sus servicios premium se enmarca en las pretensiones del grupo para que este área genere 160 millones anuales al final de su plan estratégico, que culmina en 2026. Este hito parece estar descontado dada la evolución que ha experimentado el negocio en el último año. Las mismas cuentas, en línea con el incremento de la demanda, recogen gastos de explotación de 42,7 millones para sustentar la actividad de estas salas, un 20% más que en el anterior ejercicio.

Ola de reformas y cambios de ciclo en la gestión

En paralelo a la ola de reformas que Aena proyecta a corto plazo para modernizar y ampliar los metros cuadrados de las salas VIP de su red aeroportuaria en España, la llegada de 2025 ha traído consigo un cambio de ciclo en muchos contratos de gestión de estas salas. Pues, recordemos que el grupo licita saca a concurso la administración de estos espacios y ofrece a las compañías que prestan estos servicios un abono fijo por las gestiones organizativas, administrativas, el mantenimiento de las salas, o servicios opcionales para los clientes como el acompañamiento 'meet & assist. De estas tareas, no obstante, se excluyen la puesta en marcha de iniciativas propias de explotación comercial. 

En los últimos meses, Aena ha renovado la gestión de las salas VIP de grandes aeropuertos, como el caso de El Prat y Palma que han caído en manos de Eurest, filial del grupo británico Compas, por una oferta de 60 millones. Misma suerte corrió la alicantina Esatur para gestionar las salas en los aeropuertos de Alicante y Valencia por 12 millones, así como la madrileña Sky Management para adjudicarse los mismos servicios en Bilbao, Santiago y A Coruña por 6 millones.


Así es la ruta por el laberinto aragonés bajo tierra en el corazón de Teruel

 

Aragón esconde bajo tierra un mundo subterráneo de belleza insólita que mucha gente no conoce. En el corazón del Maestrazgo turolense se encuentran las Grutas de Cristal de Molinos, que son consideradas un tesoro geológico que desafía la imaginación. Estas cuevas, declaradas Monumento Natural, te trasladarán a las profundidades de la Tierra, donde la naturaleza ha esculpido gota a gota, un paisaje kárstico de ensueño.

Al adentrarse en las Grutas de Cristal, el visitante se sumerge en un universo de formas caprichosas. Estalactitas que cuelgan como lágrimas petrificadas, estalagmitas que emergen del suelo como torres naturales, columnas que unen el techo y el suelo en un abrazo eterno, y cortinas de roca que parecen tejidas por manos invisibles. Pero lo más sorprendente son las estalactitas excéntricas, que desafían la gravedad creciendo en horizontal, como si la naturaleza hubiera decidido jugar con las reglas de la física.

Cada rincón de estas cuevas tiene un nombre que evoca su singularidad: la Virgen, el Mantón de Manila, la Tarta Nupcial o el Pozo de los Deseos. Estos nombres no son casualidad; son un homenaje a las formas que la roca caliza ha ido moldeando durante miles de años, en un proceso lento pero imparable.

Un viaje al pasado: el Hombre de Molinos

Las Grutas de Cristal no solo son un espectáculo visual; también son una ventana al pasado. En su interior se han encontrado restos fósiles de mamíferos que habitaron la zona hace más de 100.000 años. Pero el hallazgo más fascinante es, sin duda, la mandíbula del “Hombre de Molinos”, el homínido más antiguo de Aragón. Estudios recientes de la Universidad de Zaragoza han revelado que su antigüedad ronda los 5.100 años. Este descubrimiento no solo arroja luz sobre la presencia humana en la región, sino que también convierte a estas cuevas en un lugar de gran interés arqueológico.

A pocos pasos de las Grutas de Cristal se encuentra la Cueva de Baticambras, otro enclave fascinante del Monumento Natural. A diferencia de su vecina, esta cueva es un santuario para la fauna, especialmente para los murciélagos. Aquí habitan tres especies catalogadas como Vulnerables en el Catálogo de Especies Amenazadas de Aragón: el murciélago grande de herradura, el murciélago mediterráneo de herradura y el murciélago pequeño de herradura.

La Cueva de Baticambras es un importante refugio de invernada, en particular para el murciélago mediterráneo de herradura. Para proteger a estas especies, sensibles a los cambios ambientales, se ha prohibido el acceso turístico. Este gesto nos recuerda la importancia de preservar estos frágiles ecosistemas, donde la vida se abre paso en la oscuridad.

Historia de las grutas

El Parque Cultural de Molinos es un ejemplo perfecto de cómo la naturaleza y el ser humano han interactuado a lo largo del tiempo. Descubiertas en 1961, por un equipo de espeleólogos catalanes. Desde entonces, han sido un punto de referencia para científicos, amantes de la espeleología y viajeros curiosos.

Situadas a 970 metros sobre el nivel del mar, estas cuevas se desarrollan en un entorno geológico único, formado por arenas, margas y calizas del Cretácico Superior. Su formación se debe a cambios en el nivel del agua que, durante milenios, ha esculpido este laberinto subterráneo. Hoy, la cueva se encuentra en un periodo de drenaje, lo que permite admirar sus espeleotemas en todo su esplendor.

Visitar las Grutas de Cristal es adentrarse en un mundo mágico, donde cada paso revela una nueva maravilla. Es un lugar que invita a la reflexión, a maravillarse con la paciencia de la naturaleza y a conectar con nuestro pasado más remoto. Desde las formaciones rocosas que parecen sacadas de un sueño hasta los restos arqueológicos que nos hablan de nuestros ancestros, este rincón del Maestrazgo turolense es una joya que merece ser descubierta.




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