viernes, 15 de agosto de 2025

Mal pagados y con jornadas de trabajo de hasta 18 horas

 

Mal pagados, sin apenas posibilidades de conciliación familiar, y con cargas de trabajo que a veces superan las 18 horas. Esa es la insostenible situación que sufre la mayoría de los bomberos forestales de la Región de Murcia.

El representante de UGT, Alejandro Díaz, es técnico en el Servicio de Extinción de Incendios Forestales de la Región de Murcia con 17 años a la espalda como bombero forestal. Tras poner en valor el nivel de profesionalización del servicio y el buen desempeño de sus compañeros, «con grandes esfuerzos familiares y personales», señala que la Región disfruta de un gran servicio de detección temprana de incendios, pero este sistema requiere un gran sacrificio por parte de los trabajadores.

«Te pongo un ejemplo real: un brigadista que lleva ya seis horas trabajadas, y sale un incendio en Caravaca , por lo que tiene que desplazarse allí y hacer 12 horas adicionales, por lo cual son 18 horas de trabajo efectivo, mirando el fuego cara a cara, con todos los riesgos que ello conlleva». Por ello, sostiene, los bomberos reivindican un aumento de personal, con el objetivo de mejorar los cuadrantes y reducir esa carga de trabajo insostenible, y mejorar los salarios, que rondan los 1.350 euros.

«Somos la tercera comunidad por la cola donde los bomberos cobran menos del país», recuerda Díaz, que añade que los únicos que cobran menos son los de Castilla y León y Madrid.

En la misma línea, el representante de CCOOJuan Pedro Cornejo, lamenta que a pesar de la alta peligrosidad de la labor que realizan, los cuadrantes actuales de trabajo impidan una conciliación familiar. «Hay que recordar que estas personas trabajadoras son las últimas entre el incendio y la población y que están en todas las catástrofes medioambientales (danas, inundaciones, terremotos); están orgullosas del trabajo que hacen a pesar de que el Gobierno regional se haya olvidado de ellas».

En cuanto a las demandas de los trabajadores del servicio de brigadas forestales, fuentes de la Comunidad sostienen que esta administración «siempre ha sido sensible con un sector tan importante en la Región de Murcia como el de los bomberos forestales, al que además admiramos por su entrega y vocación». Sin embargo, piden no olvidar que se trata de un servicio público que presta una empresa, «por lo que sus reivindicaciones deben ser tratadas con su empresa, la cual puede tratar cualquier aspecto con la administración contratante».

Por otra parte, estas fuentes consideran «una anomalía que bajo la ejecución de un contrato público, la Administración autonómica tenga que discutir su ejecución con los propios trabajadores de la empresa prestataria».

Por otra parte, desde el Gobierno regional recuerdan que el último contrato que se puso en marcha en enero del 2023 recogía una serie de mejoras en las condiciones laborales y en las retribuciones de los bomberos forestales, como el incremento salarial global del 20% de remuneración a los trabajadores , el incremento de un 20% en el tiempo de contratación de las unidades BRIFOR (Brigadas Forestales Terrestres), pasando de 10 meses de media contratados al año, a estar los 12 meses (pleno empleo), así como el impulso de la finalización del proceso de cualificación como bomberos forestales, culminando el reconocimiento de las categorías laborales recogidas en el acuerdo.

Por último, la Comunidad destaca que para impulsar la conciliación familiar, la Región de Murcia ya aplicó la jornada de 37,5 horas de trabajo semanales a este colectivo, «lo que supone una gran medida de conciliación». Por otro lado, se sigue esperando que el Gobierno central establezca los criterios de jubilación anticipada a estos trabajadores.


El precioso jardín escondido en el centro de Barcelona: un oasis centenario para escapar del calor

 

Estanque de los jardines de la Fundació Julio Muñoz Ramonet de Barcelona

Estanque de los jardines de la Fundació Julio Muñoz Ramonet de Barcelona AJ BCN

En la calle Muntaner, a la altura del número 282, se esconde uno de los rincones más sorprendentes de Barcelona. Un muro lo protege del tráfico y del bullicio. Al cruzar la puerta, la ciudad desaparece. Solo queda el canto de los pájaros y la sombra fresca de sus árboles.

Son los Jardines de la Fundació Julio Muñoz Ramonet, más de 4.000 metros cuadrados de vegetación en el corazón del Eixample.

Aquí crecen arces, laureles, cerezos de Japónglicinas y lirios africanos. Un refugio perfecto cuando el termómetro supera los 30 grados.

Abre todos los días del año, de 10:00 a 20:00 horas, y la entrada es gratuita. Un espacio accesible y, a la vez, sorprendentemente desconocido para muchos barceloneses.

Vista panorámica de los jardines de la Fundació Julio Muñoz Ramonet de Barcelona

Vista panorámica de los jardines de la Fundació Julio Muñoz Ramonet de Barcelona AJ BCN

De mansión privada a jardín público

El origen de este oasis se remonta a 1917Ferran Fabra i Puig, segundo marqués de Alella, encargó al arquitecto Enric Sagnier y Villavecchia una elegante finca rodeada de jardines. Décadas después, en 1945, el empresario textil Julio Muñoz Ramonet adquirió la propiedad.

Muñoz Ramonet empezó trabajando en los almacenes El Barato, pero acabó construyendo un imperio industrial vinculado al régimen franquista. En su testamento, dejó la finca a la ciudad.

La herencia provocó un litigio de 15 años entre el Ayuntamiento y los herederos, hasta que en 2016 los jardines abrieron al público tras una profunda restauración.

Sello de un paisajista internacional

El diseño original del jardín lleva la firma del paisajista francés Jean-Claude-Nicolas Forestier. En 1956, Joan Mirambell lo remodeló, respetando su esencia clásica pero mejorando recorridos y zonas de sombra.

Hoy, el visitante puede pasear entre esculturas, sentarse bajo los árboles y descubrir rincones tranquilos en pleno centro de la ciudad. La finca conserva un palacete y una torre que fueron, en su día, residencia de la familia Fabra.

Jardines de la Fundació Julio Muñoz Ramonet de Barcelona

Jardines de la Fundació Julio Muñoz Ramonet de Barcelona AJ BCN

La Fundación que gestiona el espacio organiza actividades familiares el primer domingo de cada mes. El objetivo es dar vida a este patrimonio, fomentar la cultura y abrirlo a los vecinos.

¿Cómo llegar?

Los Jardines de la Fundació Julio Muñoz Ramonet se encuentran en la calle Muntaner, 282, en pleno Eixample barcelonés. Abren todos los días del año, de 10:00 a 20:00 horas, y la entrada es completamente gratuita.

El acceso es sencillo: la estación de metro más cercana es Hospital Clínic (L5) y, a pocos metros, pasan varias líneas de autobús que circulan por la avenida Diagonal.


El incivismo mantiene la Ciutadella en máxima alerta este verano: “El parque ha sido una selva”

 Metropoli

Personas sin hogar en la Ciutadella

Un gran parque urbano reconvertido en un foco de incivismo. La Ciutadella ha vivido unos meses complicados. Las malas conductas en el interior del recinto no han dejado de incrementarse, hasta alcanzar una situación insostenible.

Así lo denuncian trabajadores del parque a Metrópoli, quienes garantizan que el espacio “ha sido una selva”. La actividad de los numerosos sintecho y otras personas que se han instalado temporalmente en el parque ha degradado el espacio, hasta el punto de requerir intervención policial diaria.

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Estos empleados lamentan la situación que se ha vivido en la Ciutadella y reclaman que, al finalizar la temporada estival, no cese la actual presión de la Guardia Urbana que ha logrado paliar el incivismo en el parque.

Hogueras, barbacoas y plagas

Las citadas fuentes explican que el gran incremento del incivismo se ha producido durante el último año. “Se instalaron personas con tiendas de campaña que hacían sus necesidades en el césped y utilizaban la cascada para hacer la colada y ducharse”, apuntan.

Hoguera en el parque de la Ciutadella

Hoguera en el parque de la Ciutadella CEDIDA

El día a día en el parque, explican, también pasaba por la realización de “hogueras y barbacoas” a plena luz del día. “Empezaron a desaparecer algunos patos porque los cocinaban. Los restos que dejaban provocaron una plaga de ratas”, señalan las mismas fuentes.

Los trabajadores afirman que la presencia de estos ocupantes también llegó a derivar en otros problemas de seguridad, como “insultos y peleas”, así como que algunos de ellos llegaron a “fotografiar a grupos de menores” cuando visitaban el parque.

Presión policial

Los denunciantes celebran que, en las últimas semanas, se haya paliado la situación gracias a la presión policial. “La Guardia Urbana vacía el parque cada noche, impide que vivan aquí”, explican respecto a los sintecho que acampan en el recinto.

Sin embargo, dichas fuentes temen que una relajación en la acción de los agentes pueda derivar en un repunte del incivismo. “Los que estaban en el parque ahora están solo a unos metros, junto al Arc de Triomf”, detallan.

Personas sin hogar en la glorieta de la transexual Sonia en la Ciutadella

Personas sin hogar en la glorieta de la transexual Sonia en la Ciutadella GALA ESPÍN - METROPOLI

En este sentido, reclaman que la Guardia Urbana continúe actuando tras la temporada estival para garantizar la tranquilidad en el parque.

Fuentes municipales señalan que en el parque de la Ciutadella existe un dispositivo policial permanente durante su horario apertura, y apuntan que no hay motivos para reforzarlo más allá de aquellos planes específicos de temporada estival.

Proceso de transformación

La Ciutadella se encuentra en pleno proceso de transformación para su reconversión en un polo de innovación e investigación referente en Europa.

La renovación del antiguo Mercat del Peix para articular la Ciutadella del Conocimiento, será la piedra angular de una remodelación que también conllevará otros trabajos de mejora, como la rehabilitación del Castillo de los Tres Dragones y la creación de un paseo peatonal de 26.000 metros cuadrados.

Canal Noticias : Un peligroso violador de El Prat, en libertad: tiene alto riesgo de reincidencia tras cumplir 20 años de condena

 Metropoli 


Interior de la cárcel de Mas d'Enric / EUROPA PRESS

Interior de la cárcel de Mas d'Enric / EUROPA PRESS

La excarcelación de Jamal Anin, un hombre condenado a 31 años y medio de prisión por dos agresiones sexuales y un robo con intimidación, ha reavivado el debate sobre la gestión de los delitos sexuales y el seguimiento a los agresores reincidentes en Catalunya.

Tras casi 20 años en prisión —el máximo tiempo de cumplimiento efectivo según la legislación penitenciaria—, Anin ha abandonado este jueves, 14 de agosto, el centro penitenciario de Mas d’Enric (Tarragona), sin haberse rehabilitado y con un elevado riesgo de reincidencia, según ha publicado El Periódico.

Los hechos por los que fue condenado ocurrieron en el verano de 2005, cuando Anin, residente en El Prat de Llobregat y entonces de 20 años, agredió sexualmente a dos mujeres —una turista holandesa en Gavà y otra mujer en Castelldefels— amenazándolas con una navaja.

En el segundo ataque, además de violar a la víctima, la hirió físicamente y le robó. El análisis de ADN permitió relacionar ambos crímenes y confirmar su autoría.

Alerta policial y seguimiento discreto

La excarcelación del agresor ha activado los protocolos de alerta de la policía autonómica catalana. En casos como este, en los que los informes penitenciarios alertan de un riesgo elevado de reincidencia, se notifica a la fiscalía provincial, que puede solicitar a los Mossos d’Esquadra medidas como la comunicación obligatoria del domicilio, controles periódicos o un seguimiento discreto.

Un agente de los Mossos d'Esquadra - David Zorrakino - Europa Press - Archivo

Un agente de los Mossos d'Esquadra - David Zorrakino - Europa Press - Archivo David Zorrakino - Europa Press

Además, se ha informado a las víctimas de que su agresor ha sido liberado, una medida incluida en el protocolo de atención y prevención de la revictimización. La Secretaría de Medidas Penales, Reinserción y Atención a la Víctima está coordinando con las oficinas territoriales la activación de posibles mecanismos extraordinarios de protección.

Sin tratamiento obligatorio

Uno de los puntos que más controversia ha generado en este caso es que los condenados por delitos sexuales no están obligados a participar en programas de tratamiento durante su estancia en prisión.

La intervención con psicólogos, terapeutas o trabajadores sociales es voluntaria, incluso en casos de alta peligrosidad, lo que según algunos expertos en violencia sexual deja un vacío importante en la prevención de futuros delitos.

jueves, 14 de agosto de 2025

Seychelles por primera vez: qué ver en el Edén de granito y coral

 


isla de alma mestiza

Este archipiélago es uno de esos lugares en los que sentir aún el misterio de la distancia. Puede producir un poco de vértigo asomarse a Google Maps buscando las Seychelles y ver solo el azul del Índico. Hay que ampliar mucho la pantalla para que aparezca algo que no sea solo océano, apenas unos puntitos. Y ahí, en esa pequeña porción de tierra cuya misma existencia parece un milagro, está el aeropuerto de Mahé, la isla principal de Seychelles.

Más de 500 años separan la cartografía infinita de Google de la primera carta náutica en la que aparecieron anotadas este conjunto de islas, tras su descubrimiento por parte de Vasco de Gama en 1505, a la vuelta de su segundo viaje a la India. Pero no fue hasta bien entrado el siglo XVIII cuando los franceses asentados en la vecina Mauricio decidieron explorarlas, bautizando las islas en honor al ministro de finanzas de Luis XV, Jean Moreau de Séchelles. Los británicos llegaron en 1814 y abolieron la esclavitud, pero el archipiélago no alcanzó su independencia hasta recientemente, en 1976. Del tira y afloja de franceses y británicos, Seychelles conservó ese alma mestiza y multicultural que la hacen tan especial.

un paraíso para la naturaleza

Mil kilómetros separan Seychelles de Madagascar, el lugar habitado más próximo, y aún hoy muchas de sus 115 islas permanecen como un destino intrigante e inalcanzable. El país insular es un catálogo de las posibilidades de una isla: las hay de coral, de granito, de arena o mixtas y luego están los atolones, como el de Aldabra, un santuario coralino en las Islas Exteriores, declarado Patrimonio de la Humanidad por ser refugio de la mayor población de tortugas gigantes del mundo. 

De las 41 Islas Interiores, Mahé, Praslin y La Digue son las principales y también las más pobladas. Mahé es la puerta de entrada a las Seychelles. Victoria, la pequeña capital, se desparrama desde el aeropuerto sin que medie apenas transición a lo largo de la costa norte, frente al Parque Nacional Marino de Sainte Anne. En una de las pequeñas islas de esta reserva natural, una antigua leprosería se ha transformado en un hotel con villas de lujo: un paraíso exclusivo dentro del mismo paraíso, algo habitual en el archipiélago. La capital demuestra que en los viajes, las sorpresas llegan muchas veces de donde menos se espera.

a otro ritmo

Más allá de las imágenes idílicas de los folletos turísticos de Seychelles, Mahé es un microcosmos fascinante, una atractiva mezcla tropical y urbana que depara más de un encuentro sorprendente en cada una de sus esquinas. Uno de esos encuentros tiene como protagonista al Little Big Ben  o Clock Tower, en la intersección de las cuatro calles con más tráfico de la ciudad. Esta torre del reloj dedicada a la reina Alejandra Victoria lleva ahí más de 120 años y, a pesar de ser un recordatorio de la colonización, se ha convertido en un símbolo de Mahé, imponiéndose al ajetreado ritmo de la capital. El tiempo se mide aquí de otra manera, como prueba el hecho de que sus campanadas se escucharan por primera vez 96 años después de instalarlo, ya que su mecanismo original nunca funcionó.

En Seychelles todo tiene su tempo y, para captarlo, nada mejor que pasarse por el bullicioso Sir Selwyn-Clarke Market. El «bazar», como lo llaman en criollo, es una institución social. Los puestos están instalados en el patio central del mercado, alineados en pasillos estrechos que huelen a cilantro en polvo, a azafrán y a canela, y donde los vendedores de frutas y verduras ofrecen un festín colorido y aromático con sus papayas, mangos, chirimoyas, maracuyás, plátanos o guayabas.

A pocos pasos del mercado, pasando por delante de un «chicken king» en Market Street, topamos con otra de las sorpresas que aguardan en Mahé: el templo hindú de Arul Mihu Navasakthi Vinayagar levanta su gopuram como un colorido Lego con el fondo de exuberantes colinas verdes que abrazan la ciudad. Debe su nombre a Vinayagar (también llamado Ganesh o Ganesha), eliminador de obstáculos y dios de los nuevos comienzos. Construido en 1992 es un reflejo de la numerosa población hindú de la isla.

a un vuelo en avioneta

Así que se llega a Mahé, pero todavía no se ha llegado del todo a Seychelles. No al menos a la imagen de edén tropical que se tiene del archipiélago. Entonces toca subirse a una avioneta de hélices, en la que se mide y se pesa todo y donde los pasajeros son ubicados a criterio del asistente de vuelo, que reparte el peso de forma equilibrada. Cuando se alcanza la carga máxima, las maletas que no entran se quedan atrás. «Ya llegarán, dígame dónde se aloja y se las llevaremos en el siguiente vuelo», me dicen con calma en francés, pero también me lo habrían podido decir en inglés. Los dos idiomas quedan como rastro del pasado colonial. También podían haber usado el criollo seselwa, una variante del francés que se caracteriza por escribirse tal y como se pronuncia.

Vibra el fuselaje, vibra el asiento y la ventana, vibra el paisaje en el azul intenso y limpio del agua. La avioneta apenas tarda desde Mahé un cuarto de hora, pero la experiencia resulta fascinante. Con 12 km de largo y 5 km en su punto más ancho, Praslin es la segunda isla más grande del archipiélago. Sus playas y arrecifes de coral son habituales en las listas de paraísos playeros del mundo. No es para menos cuando se cuenta con paisajes que parecen encuadres de postal: Anse Lazio, Grand Anse, Anse Georgette o  Anse Gouvernement… Cualquiera de ellas cumple con las expectativas más exigentes.

entre palmeras y semillas

El otro gran reclamo de Praslin es el Valle de Mai, un bosque prehistórico declarado Patrimonio de la Humanidad. Durante siglos, en las costas de los países que bordean el Océano Índico, desde el Golfo Pérsico y las Maldivas hasta las Indias Orientales, aparecía una semilla de gran tamaño cuya forma recordaba a la pelvis femenina y que podía pesar entre 10 y 20 kg, pero que nadie tenía la menor idea de dónde podía proceder. Comenzaron a llamarlo «coco de mer» porque se creía que crecía en el fondo del océano. Los navegantes portugueses del siglo XVI llevaron noticias de esta curiosa semilla a Europa, donde pronto también se convirtió en un objeto muy valorado y buscado, alcanzando precios principescos entre la nobleza europea de la época por su fama de potente afrodisíaco, además de remedio contra dolencias estomacales, forúnculos, envenenamientos varios, epilepsia, trastornos nerviosos e incluso acidez estomacal.

En realidad, la semilla crecía de la ​​Lodoicea maldivica, una palmera originaria de las Seychelles, donde se encontraba en extensas masas. Esta especie de árbol se considera entre las más antiguas del planeta, pues algunos ejemplares pueden llegar a tener 800 años. Y también de las más altas, con hasta 25 o 30 metros. Además, de esta palmera se aprovechaba todo, no solo la semilla, también el tronco recto y liso con cuya madera se fabrican objetos y herramientas, mientras que sus enormes hojas de color verde esmeralda sirven para fabricar biombos, canastas, esteras y también sombreros. 

praslin y El Vallée de Mai

El Vallée de Mai, en el corazón de Praslin, queda como último reducto de aquellos bosques ancestrales de palmeras que hicieron creer a Charles George Gordon de Jartum, el oficial del ejército británico interpretado por Charlton Heston en la película Khartoum (Basil Dearden, 1966), que el trono de Dios descansaba literalmente sobre la Tierra y que el Jardín del Edén estaba en el lecho del mar, junto a las Seychelles.

Eran tantas las palmeras que crecían en Praslin –en la actualidad se cuentan hasta seis especies endémicas– que el explorador francés Lazare Picault la llamó en 1744 Isle de Palmes, cuando la isla servía solo como un escondite perfecto para los piratas del Índico. En 1768 se le cambió el nombre en honor del diplomático César Gabriel de Choiseul, a la sazón duque de Praslin, un ducado francés creado en 1762 en beneficio de los miembros de la Casa Choiseul: así es como la Francia más aristocrática alcanzaba un rincón insospechado del Índico. Sin embargo, el duque nunca puso un pie en la isla de Praslin. De haberlo hecho, habría tenido que cambiar el vestuario de gala que solía usar como diplomático. Ciertamente, el terciopelo azul, la seda y los brocados se antojan poco prácticos para andar por estas playas de ensueño. Mucho menos la peluca que ostentaba como símbolo de estatus social, que le habría procurado intensos picores. Mejor elegir un outfit más playero para visitar La Digue.

isla de bicicletas y tortugas

Conforme se llega al puerto de La Digue, a estribor del ferry se divisan las primeras formaciones graníticas que emergen del mar turquesa y que han hecho tan famosa esta pequeña isla con forma de punta lítica. En cuanto se toca tierra en el muelle, el tiempo se nota avanzar de otra forma, también el insular. Tiene mucho que ver en esta sensación la ausencia de automóviles, nada que acelere el tiempo ni que lo llene de ruido o combustión. El ambiente es de total distensión y, sí, existen los consabidos resorts de exclusividad lujosa, pero también hay pensiones y pequeños hoteles de atmósfera isleña y familiar. 

El medio de desplazamiento más tecnológico en La Digue son los carritos eléctricos que usan algunos alojamientos para llevar y traer a sus huéspedes. El resto, son bicicletas: se pedalea entre encuentros con alguna que otra tortuga gigante, acostada en un margen del camino. A ellas tampoco parece afectarles el paso del tiempo. Esta isla también es el hogar de un ave de lo más entrañable, la Terpsiphone corvina, más conocido como papamoscas negro de Seychelles o Paradise-flycatcher. De un color azulado metálico los machos, y marrón rojizo las hembras, estos pájaros están tan arraigados a esta isla que son incapaces de establecer poblaciones en ninguna de las vecinas: encerradas en el paraíso a pesar de disponer de alas. La Reserva Natural de Veuve, en el interior de La Digue, es su hogar oficial. 

la playa más famosa

Pocos acuden hasta este remoto lugar en el mundo para ver un ave, por muy especial y única que sea. En cambio, el monumento al que todos los viajeros acuden a rendir pleitesía es la playa Anse Source d’Argent. Para llegar a ella, hay que traspasar L’Union Estate, con la Casa de la Plantación, una mansión de madera testimonio de la época colonial y declarada Monumento Nacional, o el Cementerio de los antiguos colonos en La Digue.

El aroma a vainilla que flota en el ambiente quedará, tal vez, como recuerdo del camino. Al final de la pista emerge la bella y legendaria Source d’Argent. Esta es la playa de Seychelles por antonomasia, una virguería de arena nacarada y palmeras cimbreantes entre rocas graníticas de formas voluptuosas que configuran un ramillete de pequeñas calas. Aquí el mar, cálido y límpido, regala diferentes tonalidades que van del verde esmeralda al azul turquesa según la luz del momento. La playa se ha convertido en un hito turístico global desde la irrupción de las redes sociales, por lo que la arena suele llenarse con mucha gente, especialmente cuando el agua se retira durante la marea baja. 

arenales edénicos

Anse Source d’Argent es fascinante, pero los arenales de Anse Patates y Anse Sevère (conocida por sus atardeceres) no se quedan atrás. Sus aguas, más tranquilas y menos concurridas, también resultan idóneas para practicar snorkel, además del consabido postureo playero. Cuando empieza a anochecer, los grandes murciélagos de Seychelles (Pteropus aldabrensis) comienzan a enseñorearse del cielo. Con un peso aproximado de 600 gramos y una envergadura que puede superar el metro, su silueta no es amenazante, todo lo contrario: estos mamíferos voladores son un eslabón importante del ecosistema de las islas porque dispersan las semillas de muchas especies de árboles.

Poco a poco, las nubes comienzan a enrojecerse. Parece un misterio cómo la luz revela la forma de las nubes. Ningún acuarelista del mundo podrá reproducir nunca toda la belleza ni el misterio del momento: uno podría sentirse aquí en el Edén, como el personaje de Charlton Heston. De hecho, para mí, esta es la encarnación geográfica del Edén.










 


















Berlín fulmina al director de la 'Renfe alemana' porque los trenes llegan más de quince minutos tarde

 ¿  y en España  ?


El panorama del transporte ferroviario alemán acaba de sufrir un cambio debido a los frecuentes retrasos e inconvenientes que sufrían sus trenes Este jueves el gobierno germano ha tomado la decisión destituir a Richard Lutz, CEO de Deutsche Bahn (DB), criticado especialmente por la falta de puntualidad de los trenes que cruzan el Rin, según informaron fuentes cercanas a la compañía.

Las estadísticas hablan por sí mismas: menos de dos tercios de los trenes de larga distancia cumplen con los horarios establecidos, con más del 36% experimentando retrasos significativos. Esta realidad ha deteriorado la confianza de los usuarios y obligado a las autoridades a intervenir de manera tajante para solventar esta problemática.

El ministro de Transportes, Patrick Schnieder, no ha dudado en calificar como "dramática" la situación de la DB y la falta de satisfacción de los usuarios en cuanto a puntualidad y rentabilidad durante una conferencia de prensa en Berlín.

Una problemática que aumentaba con el tiempo

La trayectoria de Richard Lutz ha estado marcada por un descenso progresivo en la calidad del servicio. Mientras en 2016 el 79% de los trenes llegaban puntualmente, en la actualidad ese porcentaje ha caído de manera drástica. Los pasajeros han denunciado constantemente problemas como trenes abarrotados, demoras frecuentes y cancelaciones imprevistas.

El gobierno ha presentado un ambicioso plan de inversión que contempla un presupuesto de 107 mil millones de euros hasta 2029. De esta cantidad, más de 20 mil millones se destinarán anualmente a la modernización de infraestructuras, con un énfasis especial en la digitalización y la renovación tecnológica.

¿Qué hay debajo de la arena de las playas de Ibiza? Spoiler: no solo conchas y trozos de coral

 



 Las playas de Ibiza son mucho más que arena fina y agua color turquesa. Bajo esa capa que pisamos cuando vamos al mar se esconde un mundo casi invisible, lleno de vida, historia y, también, huellas del paso del ser humano por la isla.

Según algunos especialistas en Geología Marina y Arqueología, el suelo que hay bajo las playas de Ibiza es una mezcla de capas de sedimentos acumulados con el tiempo, restos de seres vivos marinos, materiales que arrastra el mar y, en algunos puntos, incluso vestigios de civilizaciones antiguas.

Lo más conocido es lo que vemos a pocos centímetros bajo la superficie, donde se acumulan conchas rotas, trozos de coral, pequeños esqueletos de moluscos y señales de posidonia oceánica. Esta planta marina no solo está en el mar, también bajo la arena. Y aunque no la veamos cumple una función vital: ayuda a mantener la estructura de las playas y protege la costa frente a la erosión.

Bajo la arena, historia antigua

En algunas áreas de la isla, sobre todo en las proximidades de antiguos asentamientos junto al mar, se han hallado objetos como fragmentos de cerámica, monedas, anclas y vestigios de antiguos puertos o edificaciones costeras. Con el tiempo, la arena ha ido sepultándolos, pero aún permanecen allí, como testimonio de que estas playas ya eran frecuentadas mucho antes del auge del turismo.

Pero es cierto que no todo lo que aparece bajo la arena es natural o histórico. Investigaciones recientes muestran que en zonas como ses Salines o Talamanca también se encuentran fragmentos de vidrio, colillas de cigarro, fibras sintéticas y microplásticos. Estos residuos no solo contaminan, sino que alteran el equilibrio de un ecosistema ya de por sí frágil.

Una investigación del Journal of Sea Research analiza cómo se acumulan microplásticos en las playas del Mediterráneo con diferente presión humana. Entre las conclusiones destacan que las fibras plásticas son las más comunes, tanto en superficie como en profundidad. Eso sí, no hallaron un patrón claro de acumulación por profundidad, aunque sí más microplásticos en playas en las que la actividad humana es mayor.

Casos concretos en Ibiza

Un estudio específico en la isla balear analiza el pez Xyrichtys novacula (raor), muy común en la pesca recreativa local: más del 80 % de los ejemplares analizados tenían fragmentos de plástico en su tracto digestivo (entre 1 y 10 piezas por pez, de media). Además, en las muestras de arena identificaron microplásticos como polietileno, polipropileno y policarbonato.





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